La construcción de un escenario de un mundo multipolar es un asunto de vida o muerte para la emancipación de todos los pueblos en el marco del dominio del dólar, que controla la economía mundial a través de la globalización y las políticas económicas injerencistas que lleva a cabo para mantener su predominio en el mundo.
Este discurso se hace aún más presente sobre las naciones latinoamericanas, que ven en riesgo su soberanía bajo el yugo de botas extranjeras, apoyados por el empresariado que, hipócritamente y disfrazados como la ‘voluntad del pueblo’ mantienen en nuestro continente las tóxicas raíces de la avaricia y la destrucción.
Pedro Pablo Kuczynski, ex presidente del Perú, parece tener la razón en su discurso, donde reza que "América Latina es como un perro simpático para EE.UU". Los gobiernos de Colombia, Perú, Argentina y Brasil mueven sus colas ante sus amos imperiales del norte, olvidando la rebeldía bolivariana que nos hizo un nombre en la historia.
Estos países constituyen los actores trágicos del apatrismo latinoamericano, danzando con su retórica alrededor de los intereses de la política neo imperial de los Estados Unidos, y atacando material y simbólicamente el gobierno legítimo del Presidente Nicolás Maduro, con una saña y cinismo sin precedente en la historia del continente.
Este ataque se ha hecho más virulento a raíz que el gobierno bolivariano tomara la audaz decisión de desprenderse del dólar como instrumento financiero, y estableciera el Bolívar Soberano sustentado en el Petro, una criptomoneda cuyo valor estará determinado por el precio del barril del petróleo y las riquezas minerales del país, con la ideas de eliminar la presión que realizan estos apátridas sobre nuestra economía.
Países como Turquía, India, Rusia, Irán y China han tomado la firme decisión de realizar sus transacciones económicas internacionales utilizando monedas alternativas como el yuan, con la idea de romper la colonialidad del dólar sobre sus respectivas economías y ampliar los horizontes de su soberanía, en un contexto donde Estados Unidos pretende perpetuar su hegemonía recurriendo a las sanciones y la guerra. Lo que hace supone, que se encuentra emergiendo un movimiento metabólico que indica que el sistema capitalista pudiera estar dejando de ser sistema, como lo plantea Immanuel Wallerstein.
El caso más patético lo constituye el discurso del ex presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez en el senado de su país, quien planteo la tremenda barbaridad de "que hay razones para intervenir a Venezuela" (…)" la comunidad internacional debe buscar los caminos legales para intervenir al país, como lo propuso el mandatario Iván Duque". A ello se suma el alto comisionado para la Paz de Colombia, Miguel Ceballos, que atendiendo los mandatos de la oligarquía colombiana a pedido a "la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que aclare qué presencia tiene en Venezuela a fin de considerar un eventual alto el fuego".
Álvaro Uribe Vélez, ex presidente de Colombia y senador en la actualidad es el paladín de la intervención militar de nuestro país. Vélez, exdirector de aviación civil colombiana permitió a Pablo Escobar ampliar sus operaciones dentro y fuera de ese país, facilitando autorización para construir aeropuertos y licencias a pilotos al servicio del narcotráfico. Uribe Vélez es señalado de tener estrechos vínculos con el paramilitarismo. Su entorno familiar y político da cuenta de esa relación delictiva. Bajo su gobierno se aplicó la política de falsos positivos y se incrementaron los crimines de lesa humanidad: asesinato en masa de campesinos, dirigentes de organizaciones populares y las fosas comunes.
Este club de inmorales está conformado por el presidente neoliberal Mauricio Macri, el cual ha orientado su gobierno en el reinado del Fondo Monetario Internacional, en detrimento de las conquista sociales del pueblo producto del kirchnerismo. Entre su política económica encontramos la devaluación de la moneda en un 60% y la reducción del gasto público y se dispone a elevar el costo de los servicios públicos y privatizar de la educación.
De otro modo, el 70% de la remuneración de los trabajadores es destinada al pago de los servicios públicos e impuestos. Un elemento de su estrategia ha sido deskirchnerizar la sociedad argentina (proceso amañado contra Cristina Elisabeth Fernández de Kirchner), condenando a los actores de este sector político con un gran anclaje popular.
Michel Temer presidente de facto de la Presidente de la República Federativa de Brasil, quien permanece en el cargo a pesar de su cuestionamiento por su vinculación a actos de corrupción. Además, Martín Vizcarra Cornejo (quien ejerce el cargo de presidente del Perú), se ha transformado en un engranaje fundamental del cerco que pretende aislar a Venezuela de cara a una intervención militar norteamericana.
El cuadro más patético lo realiza Luis Almagro, Secretario General de la OEA, quien ha cacareado histéricamente que "no podemos descartar ninguna medida para tirar abajo esta dictadura. No podemos ser permisivos".¿Permisivos?
Estos discursos coinciden con la retórica de la crisis humanitaria y del Estado forajido, tendiente a legitimar la invasión militar de la República Bolivariana de Venezuela por una alianza conformada por los países del grupo de Lima y los Estados Unidos. Los famosos Cascos Blancos, paladines de la ayuda humanitarias constituyen una muy macabra fachada. Representantes del gobierno de Rusia denuncian con pruebas contundentes sus actividades al servicio de la CIA.
Algunos en sus análisis destacan que una intervención militar de EE.UU. (invasión), es una posibilidad remota. Destaco tres hechos discurridos que dan cuenta del desarrollo del avance de los acontecimientos. Por un lado, el ilegal proceso judicial llevado a cabo por un Tribunal Supremo de Justicia en el exilio contra el Presidente Nicolás Maduro, el cual en un torbellino de cobertura mediática internacional fue ridículamente condenado a 16 años de prisión. Por otro lado, el llamado de esos impostores judiciales destituidos de sus cargos por la ANC por formar parte en una gran red de corrupción y conspiración al sector militar a desconocer el orden constitucional y a detener al presidente sin más ni menos (incluso declarando un alerta roja a INTERPOL). Finalmente la declaración de un importante vocero de la Casa Blanca reconociendo ese fallo impureo. ¿Algo muy parecido a los hechos anteriores a la invasión de Panamá y la detención de Manuel Noriega? Dejo estas evidencias concretas, que no son cuentos de caminos.
Indicador de la iniciativa neo imperialista lo constituye la movilización de militares brasileños, la presencia de contratistas mercenarios colombianos en las fronteras con Venezuela, y ahora la movilización de barcos militares norteamericano en los puertos del Caribe colombiano, como una extensión de una supuesta Guerra Fría en clara provocación. Esta escena se repitió el año pasado cuando bajo la iniciativa gobierno de Michel Temer en Brasil se desarrolló "Amazon Log 2017", posteriormente la Operación "América Unida" que reunió a los ejércitos estadounidenses, brasileños, peruanos y colombianos, lo cual significo una extensiva acción la selva amazónica, la cual cuenta con una importante reserva de materiales estratégicos y los afluentes de agua más importante del mundo.
Mientras que en Europa existe una verdadera crisis humanitaria producto de la escalada neo imperialista en Siria, Irak, Libia y Afganistán, promovida por Estados Unidos y sus Aliados en la OTAN. El Secretario de Defensa de los Estados Unidos de América, James N. Mattis, luego de la reunión con el Presidente colombiano Iván Duque, el 17 de agosto de 2018, dijo cínicamente: "Es absolutamente una misión humanitaria" (…) "No estamos enviando soldados; estamos enviando doctores. Es un esfuerzo para lidiar con el costo humano que ha ocasionado el presidente venezolano Nicolás Maduro y su régimen cada vez más aislado ". Mayor cinismo político no puede haber.
He oído frases muy viscerales en personas comunes venezolanas, víctimas de la guerra psicológica, como: "Si que se metan los gringos y a punto de plomo saquen a Maduro del gobierno". Aquellos que sabemos de guerras reales y hemos sentido y vivido a carne propia sus consecuencias y costos sociales, nos horrorizamos ante semejante liviana postura. Seria formidable, que ese sector neurotizado asumiera sensata la tarea de leer la Carta de Jamaica, escrita proféticamente por Simón Bolívar el 6 de septiembre de 1815 en Kingston, allí, encontrara un sur interpretativo sumamente realista y patriótico.
Los invito a ver el precio que pagó Nicaragua cuando el sandinismo derrocó a la dictadura de Somoza y el papel que jugó EE.UU en la conformación de los contras con su saldo de muerte y devastación. Recientemente el ejemplarizante lección que se puede observar en Libia, un país, anteriormente con el ingreso per cápita más alto de África, hoy es una tierra arrasada y convulsionada por una guerra civil. Irak sufrió la pulverización de su economía y el saqueo de su riqueza petrolera por las transnacionales petroleras. Siria, país ubicado en el medio oriente, el granero productivo de la región, es víctima de los intereses imperiales, donde la población civil es victimizada con la violencia y la muerte.
Ante tan evidente peligro a la soberanía venezolana, partiendo del sentido común, los venezolanos independientemente de su posición política tenemos la tarea de rechazar esta iniciativa militarista y guerrista que amenaza con romper la paz en el continente, violando los principios del derecho internacional de autodeterminación de los pueblos, es necesario tener conciencia en tanto que la estrategia se orienta a romper el hilo constitucional de la democracia protagónica instituida a partir de 1999, y sometida a procesos continuos de legitimación a través del voto directo, secreto y popular, para abrirle camino a una economía neoliberal, la cual significa la pulverización de las conquistas económicas y sociales que se han logrado en las dos últimas décadas.
Sociólogo, Profesor universitario.
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