Reflexiones macondianas: el nefasto paquetazo madurista y la confesión de un crimen

 

"No actuamos correctamente porque tenemos virtud y excelencia, sino que las tenemos porque hemos actuado correctamente"

Aristóteles.

"A confesión de parte, relevo de pruebas", es un viejo dicho del mundo jurídico. El sábado ocurrió un hecho inaudito en la historia política del país, y quizá del mundo. Un presidente de la república anuncia tranquilamente, en su nefasto paquetazo, que ha cometido un crimen, que ha violado la Constitución, y solo se le ocurre decir, como si nada, "así es la vida". Textualmente, dijo el señor presidente lo siguiente: "Fíjense ustedes que en la carrera loca entre el trabajo, el salario y el capital nosotros tuvimos que ir a la emisión de dinero para poder respaldar las misiones socialistas, la construcción de viviendas para poder respaldar el sistema de bonos de los carnet de la patria, para poder respaldar los aumentos del salario del cestaticket, era una carrera de protección buscando un punto de inflexión para un cambio como este, yo diría que así es la vida y nos tocó jugar así". Así, de esta forma, el primer magistrado de la republica declaraba haber cometido un delito violando la Constitución Nacional, lo cual no es más que reconocer que habían imprimido dinero falso (leáse inorgánico) para financiar su aventura populista. Así es la vida, dijo, como si nada; como si esta medida irresponsable no hubiera condenado a millones de personas a la ruina y hubiera precipitado a toda una nacionalidad a la decadencia material y moral más espantosa de su historia. Después de despotricar de los sesudos analistas, de Milton Friedman, de Samuelson, ahora admite que la hiperinflación se debió a la impresión de dinero inorgánico. Ayer miraba las imágenes que se mostraban en redes sociales en donde se observaban acciones de protesta y rechazo de los hermanos brasileños en contra de nuestros hermanos venezolanos. Ante la tristeza infinita que aquel hecho nos causa como venezolano, me preguntaba: si todo esto, la diáspora, el sufrimiento, la miseria, la vergüenza, ¿era justo? El sentido de justicia, según su acepción moral y objetiva es dar o tratar a cada cual según lo que se merezca. Esto que nos sucede no es justo. Los venezolanos no merecen esta calamidad, aun cuando, guiados por el error y la perfidia, hayan votado a los causadores de las desgracias que viven hoy. Sencillamente hemos sido víctimas de un fraude, un crimen horrendo cometido por una camarilla sin escrúpulos.

Los "sesudos" analistas habían advertido sobre esta nefasta práctica económica. No fueron escuchados, se les tildó de apátridas y tecnócratas vendidos al imperio. El social-populismo y sus líderes desprecian el conocimiento; esta ideología se nutre de la ignorancia y la mediocridad. No cree en la especialización, para ellos el nuevo hombre debe ser un "hombre integral", es decir, un hombre que sepa tanto de todo que al final no sepa nada de nada. ¿Por qué se imprimió dinero inorgánico que alimento la hiperinflación? ¿Fue a causa de la guerra económica? No. Se imprimió a causa de la corrupción y el latrocinio de la nomenklatura gobernante que luego devino en modelo social, en modus vivendi. Se imprimió a causa del gigantesco déficit fiscal creado por la rapacidad. ¿Por qué no se tomaron medidas de ajuste antes, y se hace ahora sobre las ruinas de un país agónico, desmoralizado y en ruinas? El déficit no es culpa de los imperialistas gringos. La quiebra de PDVSA, el saqueo de las reservas internacionales, la destrucción del aparato productivo, la promoción del modus vivendi económico conformado por el contrabando, el bachaqueo y la subterraneidad del ilícito económico, son las causas de la ruina y en su ejecución poco o nada tuvieron que ver los gringos comemundos.

Pero, además de ello, el señor presidente de la republica admite que violó la Constitución y cometió un delito. El artículo 320, de la Constitución de 1999, vigente, indica, en una parte del mismo, lo siguiente: "El Estado debe promover y defender la estabilidad económica, evitar la vulnerabilidad de la economía y velar por la estabilidad monetaria y de precios, para asegurar el bienestar social. El ministerio responsable de las finanzas y el Banco Central de Venezuela contribuirán a la armonización de la política fiscal con la política monetaria, facilitando el logro de los objetivos macroeconómicos. En el ejercicio de sus funciones el Banco Central de Venezuela no estará subordinado a directivas del Poder Ejecutivo y no podrá convalidar o financiar políticas fiscales deficitarias". Las últimas cuatro líneas del texto citado evidencian el delito cometido y confesado. El BCV no estará subordinado al ejecutivo y no podrá CONVALIDAR O FINANCIAR políticas fiscales deficitarias. Esto lo que quiere decir es que el BCV no puede ser utilizado para imprimir dinero inorgánico, que luego sería utilizado para cubrir déficit, generando a su vez inflación y poniendo en peligro la estabilidad de la moneda, el cual debe ser uno de los primeros cuidados de una política económica responsable. Esto lo sabían los constituyentistas de entonces. Es un mandato expreso y recordemos que la actual Constitución fue redactada, con una Asamblea Nacional Constituyente, conformada en más del 95% por elementos del chavismo. No hay excusas. El déficit fue causado por un manejo irresponsable y dolos de las finanzas públicas. Es una ley económica, si usted tiene déficit, ya sea una persona, organización o país solo tiene tres vías de resolverlo: vende activos, se endeuda o cobra deudas, pero no puede ponerse a imprimir dinero falso. Si lo hace un particular, solo estafaría a algunos hasta que sea detenido y puesto en prisión, como debe ser; si lo hace el gobierno, no solo engaña a todo un país, sino que lo arruina. Pero, ¿Sólo por ser el gobierno no recibe castigo? Vaya contrasentido.

Ciudadano: Franklin Soler

35solerfr.01@gmail.com



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1738 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter