Mi carta para Jeff Bezos, dueño de Amazon y hombre más rico de la historia moderna. Asunto: emergencia humanitaria en Venezuela

Estimado.

Sr. Jeff Bezos.

CEO de Amazon. com

Seattle, Washington.

Saludo afectuoso, y felicitaciones por su éxito al frente de: Amazon.com, Blue Origin, The Washington Post, y demás empresas e inversiones.

Me dirijo a usted en atención a una publicación de su autoría realizada desde su cuenta Twitter @jeffBezos, de fecha 15 de junio de 2017, en la que solicita a quienes lo siguen a través de esa red social, ideas y sugerencias sobre cómo podría invertir su dinero en obras filantrópicas; en dicha oportunidad usted escribió lo siguiente: "he pensado que quiero que gran parte de mi actividad filantrópica ayude a la gente aquí y ahora (a corto plazo) en la intersección de la necesidad urgente y el impacto duradero". Pues bien, ante la terrible crisis humanitaria que vive mi país, Venezuela, me animo a tomarle la palabra, y que, contando con su buena fe y voluntad de hacer un aporte significativo a los pueblos que sufren, disponga de parte de sus recursos para atender la tragedia que atraviesa esta nación maravillosa que alberga a 32 millones de soñadores.

Estimado Jeff, a lo largo de la historia han existido un buen número de personas acaudaladas que en alguno momento de sus vidas decidieron hacer un cambio de rumbo y colocar parte importante de su riqueza personal al servicio de otros menos favorecidos. Contribuir a mejorar la vida de los que sufren representa un gesto absolutamente noble, un acto que merece el reconocimiento del mundo. Uno de los personajes que recuerdo con especial admiración, es el caso del empresario alemán Oskar Schindler; un entusiasta apoyador del partido nazi, que aprovecho los albores de la segunda guerra mundial para acumular una extraordinaria fortuna. Schindler era un hombre ambicioso, que disfrutaba de la buena vida, y para quien, los sentimientos no estaban en la cima de sus prioridades. Sin embargo, cuando el conflicto estaba llegando a su desenlace final, y la derrota de Alemania se hacía inminente, ya Oskar Schindler era un ser humano totalmente renovado, el contacto con sus trabajadores judíos procedentes de los campos de concentración, lo habían cambiado para siempre; comprendió que de nada valía aglutinar montañas de dinero si eso no contribuía a mejorar la vida de las personas de su entorno, fue entonces cuando decidió invertir todo su capital para salvar de la muerte a miles de prisioneros de los campos de exterminio de Hitler, justo cuando los alemanes en retirada se disponían a liquidar hasta al último de ellos. Oskar Schindler quedo arruinado, después del fin de la guerra emprendió varios negocios que resultaron infructuosos, nunca más volvió a ser un empresario de éxito; pero su obra ya estaba hecha. En 1963 fue nombrado por el estado de Israel como ¡justo entre las naciones!, una distinción otorgada por su contribución en defensa de los hebreos durante el holocausto.

Hoy, los judíos de Schindler se siguen multiplicando por el mundo, y la memoria de este buen hombre continúa extendiéndose cada día que pasa.

Las tragedias no distinguen tiempo histórico, ni latitudes geográficas. Décadas atrás hubiese sido impensable que un país como Venezuela, con su increíble cantidad de recursos naturales, pudiera necesitar de apoyo internacional para amainar la tragedia que se cierne sobre su población, producto del infame gobierno de Nicolás Maduro. Nuestra rica nación está destrozada, el colapso se extiende con la misma celeridad de una avalancha que arrastra todo consigo, derrumbando piedra sobre piedra, y cercenándonos el futuro. En este momento requerimos el apoyo del mundo, y de todo aquel que esté dispuesto a echar una mano, para superar esta dura etapa de oscuridad y sufrimiento.

Estimado Jeff Bezos, hasta ahora, el mundo lo ha conocido mayormente por ser el hombre que revoluciono el comercio electrónico, partiendo de una idea inspirada por el creciente uso del Internet a mediados de los años noventa del siglo pasado. Desde su fundación en un garaje de Seattle, Amazon.com ha roto todos los paradigmas existentes en cuanto a la rentabilidad y eficiencia en el manejo de los negocios online, facilitando el consumo masivo de productos a través de la red, y logrando con ello, que hoy, millones de personas puedan acceder a una gran variedad de artículos sin tener la necesidad de moverse de su casa u oficina; lo cual, en sí, es algo realmente relevante en el marco del desarrollo de las sociedad global; su visión le ha reportado unos dividendos increíbles, al punto de que hoy Amazon. com es la empresa con la segunda valoración de mercado más alta a nivel mundial, y lo han convertido a usted en el ser humano más rico de la historia moderna, todo partiendo de una modesta inversión inicial de 300.000 dólares. Seguro estoy que en los próximos meses su compañía alcanzara el primer lugar como la más importante del planeta, y por supuesto, su fortuna particular continuara incrementándose, aunque estoy seguro que eso a usted no le quita el sueño mi estimado Jeff.

Su trayectoria como creador y empresario, le han dado otra dimensión al hecho de creer en las ideas, y apostarlo todo por seguir los sueños; esperamos tener en nuestro país, en un futuro cercano, miles y miles de emprendedores, que le den a Venezuela la posibilidad de salir adelante, y transformar nuestra economía, de parasitaria y clientelar, a una economía dinámica y productiva. Pero, por ahora, estamos tan solo sobreviviendo al colapso fecundado por el régimen de Nicolás Maduro. En base a esto, me tome el atrevimiento de exponerle algunas ideas que, con su apoyo solidario, pueden ayudar a paliar un poco el sufrimiento de nuestro pueblo.

Por lo que humildemente he podido indagar sobre usted, he llegado a la conclusión que se trata de un lector voraz, lo cual me indica que debe estar informado acerca de lo que está ocurriendo en Venezuela; de todas formas, permítame hacerle un muy breve resumen acerca de nuestra situación para ubicarnos en el contexto de la tragedia que padecemos: En los últimos cinco años nuestro país ha sido catalogado por los diferentes entes financieros como la economía con peor desempeño de todo el planeta, en este corto período de tiempo hemos perdido aproximadamente la mitad de nuestro PIB; la principal empresa del estado, Petróleos de Venezuela (PDVSA), que genera el 95% de los ingresos en divisas se encuentra prácticamente quebrada por la desidia y la falta de inversión, y ha pasado de producir 2,7 millones de barriles de petróleo por día hace tres años, a 1, 3 millones en la actualidad, y la caída continua en picada. Dentro de pocos meses será imposible seguir importando los bienes de consumo que el país necesita para su subsistencia. La nación tiene una limitada producción interna, y el 80% de los productos que consumimos nos llegan desde el exterior.

La falta de divisas ha generado la crisis humanitaria que hoy padecemos, los anaqueles de los comercios permanecen vacíos; al no existir la producción interna, se ha generado una carestía brutal. El gobierno nacional, en un ejercicio de suprema irresponsabilidad financiera ha seguido inyectando dinero inorgánico a la economía, provocando un proceso hiperinflacionario que hace prácticamente imposible que los venezolanos puedan cubrir sus necesidades básicas. Por si esto fuera poco, el salario de los trabajadores apenas alcanza los 1,5 dólares mensuales, el más bajo de América y posiblemente del mundo entero; ingresos con los que apenas se puede comer uno o dos días a lo sumo.

Otra variable de la crisis, es la falta de medicamentos, que se estima en un orden del 90%; los hospitales no cuentan con las condiciones mínimas para atender a los pacientes, todo esto ha ocasionado un notable incremento en el número de fallecidos por patologías fácilmente controlables en situaciones normales; a esto hay que sumarle también, la aparición de enfermedades extintas prácticamente desde el siglo pasado, como son: el paludismo, la malaria, la difteria, el sarampión y la tuberculosis, todas intrínsecamente relacionadas con la pobreza. Estas epidemias se multiplican por la falta de prevención y campañas de vacunación adecuadas.

Los pacientes con enfermedades crónicas como: cáncer, VIH sida y enfermos renales, carecen del tratamiento necesario para salvaguardar sus vidas. Desde hace meses las quimioterapias, retrovirales e inmunosupresores brillan por su ausencia; de poco ha servido que dichos pacientes se hayan lanzado a las calles como medida de protesta ante lo que representa para ellos la triste crónica de una muerte anunciada.

La desnutrición infantil es otra realidad de la crisis generada por el gobierno de Nicolás Maduro. El número de infantes fallecidos se ha incrementado exponencialmente, y, aunque el régimen trate de ocultarlo, la contundencia de las cifras ya es del conocimiento de los organismos internacionales, como la OMS, la UNESCO, la ONU, y la UNICEF. De no hacer algo de inmediato, podríamos estar en presencia de un genocidio inducido de incalculables consecuencias.

Otro elemento que se suma a la tragedia nacional, es el éxodo masivo de compatriotas que huyen de la miseria y de la muerte. A diario se estima que unas 5.000 personas cruzan las fronteras nacionales, la mayoría de ellos sin planes de regresar en un futuro inmediato. Según los datos que se manejan, alrededor de 3 o 4 millones de venezolanos se encuentran refugiados en países vecinos como: Colombia, Brasil, Perú, Ecuador, Chile y Argentina; la mayoría se marcha apenas con lo necesario para cubrir la ruta, expuestos a miles de obstáculos para alcanzar su objetivo. En las últimas semanas se han reportado numerosos casos de trata de personas; la crisis migratoria ha propiciado la aparición de mafias que se aprovechan de la desesperación de los migrantes, que por falta de recursos y la orientación adecuada caen en manos de estas redes delictivas, siendo sometidos a la explotación sexual y a condiciones de semi esclavitud laboral, para poder pagar el coste del pasaje o la alimentación recibida de parte de estos grupos.

Frente a este cuadro complejo es que, he decidido proponerle que intervenga en favor del pueblo venezolano, y dedique una pequeña fracción de su fortuna en atender a las víctimas de esta tragedia humanitaria. Puede hacerlo usted de forma directa, o, a través de alguna de las ONG s y/o fundaciones establecidas en la región.

El plan consiste en dos vertientes fundamentales, que según mi punto de vista reportaran resultados de impacto inmediato. He considerado pertinente obviar de esta propuesta el suministro de alimentos, debido a que ello implicaría una logística gigantesca, muy difícil de aglutinar en el corto plazo; además, se presenta el hecho concreto de que el gobierno jamás permitirá una ayuda de este tipo, porque, para ellos sería reconocer de forma tácita el fracaso de su modelo hambreador y destructivo.

Ante estos hechos me permito presentar las dos vertientes de este plan:

1.- Enviar de manera inmediata el tratamiento que requieren los pacientes con enfermedades crónicas: material de quimioterapia para los pacientes con cáncer, inmunosupresores para los trasplantados renales, y retrovirales para los que padecen VIH – sida. Sin estos medicamentos sus posibilidades de sobrevivir son nulas. Estamos hablando de miles de personas que se encuentran condenados a una muerte agónica, si esta ayuda no se concreta en el corto plazo. Esto se puede canalizar mediante el establecimiento de un equipo multidisciplinario que, previo conocimiento de la data de los pacientes, pueda hacer llegar a cada uno de ellos los medicamentos que necesitan.

Otro mecanismo para ayudar a los miles de pacientes crónicos en Venezuela, seria mediante la conformación de un gran centro asistencial en la vecina República de Colombia; para ello tendría que organizarse un puente terrestre, que permita la salida del país de los pacientes que aun estén en condiciones de trasladarse; esto implica la estructuración de un equipo de profesionales del área de la medicina y asistencia social, que estén comprometidos en brindar su apoyo a una obra de esta envergadura. Estoy seguro que, tanto en Venezuela como en Colombia, existen miles de personas que solo esperan el llamado para entregarse por entero a esta labor humanitaria. Si contamos con los recursos mínimos para arrancar esta tarea titánica, también podemos contar con los brazos y el conocimiento de miles de voluntarios dispuestos a colocar su grano de arena en favor de los más necesitados.

2.- Conformar un equipo multidisciplinario para brindar asesoría legal, psicológica y social a miles de migrantes que cada día huyen de Venezuela; esto, como una forma de prevenir que puedan caer en manos de las mafias de trata de personas. Además, es necesario que se preste atención humanitaria en las áreas de salud y alimentación, ya que, en la mayoría de los casos los migrantes apenas cuentan con el dinero suficiente para costear el pasaje; muchos recorren cientos de kilómetros caminando para llegar a sus sitios de destino, sin apenas alimentarse y soportando las inclemencias de viajar a la intemperie. Hay que destacar que los países receptores de migrantes venezolanos están prestando apoyo, pero este todavía es insuficiente, y por lo general se han visto rebasados por la magnitud del desplazamiento de venezolanos que se ha llevando a cabo en los últimos dos años.

Le propongo su colaboración para el establecimiento de centros de acogida en los puntos neurálgicos de la ruta migratoria, donde los desplazados reciban atención integral; sobre todo los que se desplazan a pie, o aquellos que viajan por escalas para abaratar el costo del pasaje. Estos centros deben ser instalados principalmente en los congestionados pasos fronterizos, y en otros puntos intermedios para que el periplo entre países no sea tan traumático.

Antes de despedirme solo quiere recordarle que los venezolanos no escogimos vivir esta tragedia, las desgracias simplemente ocurren, puede ser por causas naturales, u ocasionadas por la mano del hombre, lo cierto es que, en el caso venezolano no podemos obviar su existencia, y creo que el mundo tampoco, mucho menos pueden darnos la espalda. Por ello mi estimado Jeff, le pido encarecidamente en nombre de miles de mis compatriotas su contribución para hacer más llevadera la crisis que hoy padecemos. Si ignora esta misiva seguramente el mundo seguirá marchando, pero en mi país muchos perderán la vida por falta de medicamentos, otros caerán en las garras de los explotadores, y pasarán a engrosar la estadística trágica de los que viven en la esclavitud moderna. Por el contrario, si escucha este llamado, su nombre será colocado en el templo inmortal de los hombres justos y generosos, aquellos que perduran para siempre en la memoria colectiva, aquellos que con sus actos cambian el mundo. Contamos con su apoyo, Venezuela nunca olvida a quien le tiende un abrazo solidario. Gracias estimado Jeff.

Por supuesto, esperando una respuesta positiva.

Atentamente

Prof

Leisserrebolledo76@gmail.com

PD: Esta carta fue enviada al correo electrónico de Jeff Bezos, fundador de Amazon.com.

San Fernando de Apure, 21 de julio 2018



Esta nota ha sido leída aproximadamente 2143 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter