¡Ahora sí entiendo por qué….! ( I )

Ahora sí entiendo por qué fracasó Chávez.

No me refiero al fracaso del socialismo. El socialismo no ha fracasado en ningún país, porque simplemente, el capitalismo ha impedido su consolidación.

El socialismo no se pudo consolidar en la Unión Soviética, ni en China, ni en ninguna otra parte.

En China lo que existe es la llamada economía de mercado socialista, el denominado Socialismo Chino, que de socialismo no tiene sino el nombre. Es más bien un nuevo modelo capitalista completamente controlado por el Partido Comunista Chino.

-Donde existen más nuevos multimillonarios que en ningún otro país.

¿Serán nuevos multimillonarios socialistas?

-Donde se destruye la naturaleza como en ningún otro país.

¿Será destrucción socialista?

-Donde existe más consumismo que en cualquier otro país.

¿Será consumismo socialista?

-Donde existe más contaminación que en cualquier otro país.

¿Será contaminación socialista?

Pero volvamos a nuestro asunto:

El gran error de Chávez consistió en pensar que el socialismo lo podía construir una sola persona con sus colaboradores más cercanos y de más confianza. Si bien es cierto que es necesario un líder, también es cierto que es necesario y urgente insistir en sembrar la Consciencia del Deber Social, la Consciencia Socialista en la población.

¡Y eso no se hizo!

¡No existe socialismo sin consciencia socialista!

Por otra parte, entre los colaboradores más cercanos a Chávez, había muchos oportunistas: adecos, copeyanos, dirigentes provenientes de de la Liga Socialista, PPT, Causa R, Bandera Roja, empresarios, militares de derecha, etc., defensores del modelo capitalista que no estaban muy dispuestos a colaborar con un proceso socialista. Eran muy pocos los verdaderos revolucionarios.

Muchas veces notamos a Chávez contrariado porque sus órdenes no eran cumplidas, pero pensábamos en nuestra ingenuidad junto con Chávez, que no era por falta de voluntad de sus subalternos, sino que tal vez era debido a su falta de experiencia en asuntos de gobierno.

Chávez solía añorar la falta de una verdadera oposición a su gobierno y que fuera leal a Venezuela, pero la verdad es que también faltaban verdaderos y honestos aliados a la revolución.

El pueblo chavista también contaba con que los colaboradores más cercanos de Chávez eran realmente leales, pero resultó cierta la afirmación del general Mueller Rojas: "el presidente está rodeado de alacranes, quienes conforman una pequeña burguesía…".

Era la "derecha endógena" de la que hablaba Luis Tascon. Un grupo de enemigos internos de la revolución, constituido por dirigentes políticos, civiles, militares de derecha, empresarios, intelectuales, periodistas, que consideraban a Chávez como un hablador de pistoladas, o en el mejor de los casos lo veían con una mirada piadosa como quien está en presencia de un loco. Pero reconocían su liderazgo y se aprovechaban del mismo. Se habían dado cuenta que para estar bien con Chávez sólo bastaba con repetir siempre: ¡Sí, mi Comandante! Eso les garantizaba perpetuarse en sus cargos de gobierno.

Hoy se encuentran "las dos derechas", la endógena asociada con el psuv y la exógena asociada con la mud o "dizque oposición", repartiéndose las riquezas del país. A los pobres ninguna los quiere.

Con la muerte de Chávez, en muy poco tiempo las dos derechas pudieron detener, y poner en retroceso la Revolución Bolivariana en la cual estaban puestas las esperanzas no solo del pueblo venezolano sino también las de muchos pueblos de América Latina y del mundo.

Por haber dependido de un solo hombre, la Revolución Bolivariana era muy vulnerable y fue fácilmente desviada, ante la mirada atónita del mundo y en gran parte, debido a la enorme manipulación ejercida por el gobierno que Chávez mismo nos había recomendado. Hoy en día, existe una buena parte del pueblo chavista convencido que apoyar a Maduro es defender el legado de Chávez.

Han sido en vano las advertencias que unos cuantos verdaderos revolucionarios han podido hacer para contrarrestar el poder mediático de "las dos derechas".

El proceso revolucionario fue frustrado y el país orientado nuevamente en la dirección que tenía antes de 1998.

Chávez se confió demasiado en su liderazgo y en sus colaboradores más cercanos, descuidando la formación y concientización de las bases de la Revolución Bolivariana.

No todos sus colaboradores formaban parte de la derecha endógena, pero sí los suficientes para entorpecer el Proceso Revolucionario. Hoy se encuentran respaldando y defendiendo con entusiasmo a un gobierno que está acabando con la Revolución Bolivariana iniciada por Chávez, pero enriqueciéndose solapadamente y protegidos por dicho gobierno.

Mientras tanto, los más convencidos, los leales a Chávez y al proceso revolucionario por él liderado, los chavistas auténticos, actualmente están pagando muy caro su convencimiento y lealtad. Son desprestigiados, silenciados, amenazados, perseguidos, denigrados, apresados, vejados, torturados, etc.

La grave crisis que padece actualmente Venezuela no es casual: la miseria el hambre, la insignificante producción nacional, el desabastecimiento, la escasez, el acaparamiento, la especulación, el contrabando, el desgobierno, la ineficiencia, el burocratismo, el desorden, la corrupción, el nepotismo, la emigración de tantos venezolanos en busca de mejores condiciones en otros países, etc. no son fruto de nuestra mala suerte o de alguna maldición, o una guerra económica generada por soldados invisibles, ni del imperio o de la burguesía apátrida exclusivamente.

Nuestra inmensa crisis es fruto de la acumulación de errores, imprevisiones, improvisaciones, contradicciones, etc., causadas por la falta de planificación, la irresponsabilidad, el egoísmo y la miopía de todos los gobiernos que hemos soportado en los últimos cien años. De la violación permanente de nuestra Constitución.

Es consecuencia de la terrible corrupción política y empresarial que ha destrozado la patria y la ha entregado y la sigue entregando a intereses transnacionales.

Pero sin duda alguna, entre los gobiernos que hemos tenido en todos estos años, el actual, el que preside Nicolás Maduro, ocupa el primer lugar en incompetencia, irrespeto al pueblo soberano, arrogancia, corrupción, irresponsabilidad, entreguismo, inmoralidad, ceguera, autoritarismo, insensibilidad y paremos de contar para no hacer interminable la lista.

Desde que asumió el poder, el presidente Maduro se dedicó a intimidar y amenazar la crítica y a los críticos de su gestión, en especial a los que pertenecían al chavismo y a su vez a culpabilizar a los demás, de todos los errores y faltas de su gobierno, argumentando que le estaban haciendo el juego a la derecha y calificándolos de traidores de la revolución, a los cuales denominó guerreros del teclado. Ha culpado, de todos los males que aquejan a Venezuela, al imperialismo gringo, a la guerra económica, a la burguesía apátrida, al gobierno colombiano, a Lorenzo Mendoza, a Rajoy, a los bachaqueros, "a la caída del precio del petróleo", "a la conspiración nacional e internacional", a la OEA, a la Unión Europea, etc. Nunca asume su responsabilidad como jefe de Estado.

No olvidemos que si el imperio es fuerte es debido a que los gobiernos, pero no los pueblos del mundo, son entreguistas y se han sometido voluntariamente a sus caprichos.

¿Cómo explicar por ejemplo, la semiparalización de las Empresas Básicas de Guayana, el estancamiento de la revolución petroquímica, el descomunal descenso en la producción de PDVSA, la espeluznante hiperinflación, la enorme y progresiva emigración de venezolanos, la pésima calidad de los servicios públicos, de Internet, la desastrosa situación de la salud y la educación en todos los niveles, la crisis del dinero en efectivo, el colapso eléctrico, la paralización de todos los grandes proyectos nacionales, iniciados durante la gestión del Comandante Chávez y tantas grandes obras que se habían inaugurado y contaban con los recursos económicos para ser culminadas?

La unión cívico-militar, promovida por Chávez durante su gobierno para fortalecer la relación y la colaboración entre el soldado y el pueblo, fue convertida durante el actual gobierno, en una verdadera "asociación para delinquir" entre el ejecutivo y la cúpula de la FANB, para amedrentar al pueblo soberano y escamotearle sus riquezas. Para lograr sus propósitos, se han dado privilegios al alto mando militar, que nunca antes se habían otorgado, como la administración de las más importantes empresas del Estado, ministerios, gobernaciones, etc. Inclusive, fue creada una Superempresa denominada Camimpeg (Compañía Anónima Militar de Industrias Mineras, Petrolíferas y de Gas) junto con Una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia que le otorga a las propias Fuerzas Armadas la facultad de ser ellas mismas las que se autocontrolen, al excluir a la Contraloría General de la República del rol de fiscalización sobre las empresas que manejan los militares, creando lo que se ha dado en llamar una verdadera caja negra en el sector militar.

Las fatales consecuencias de esta unión cívico-militar se aprecian claramente en lo que se refiere al Arco Minero del Orinoco, a La Faja Petrolífera del Orinoco, a PDVSA, a CVG, a Las Zonas Económicas Especiales, a la Ley de Promoción y Protección a la Inversión Extranjera, a la ANC, al CNE, etc.

Como solía decir Chávez:

"el que tenga ojos que vea".

14 /06 / 2018



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Gilberto Hernández Ortíz

Graduado en la universidad Nacional de Colombia en Licenciado en Ciencias de la educación especializado en el área de Física y Matemáticas Postgrado en Educational Media en la Universidad de North Carolina A&T State University año 1984 - Greensboro, N.C Prof. Jubilado de la Univ. de Oriente (Núcleo Anzoátegui)

 gilnandez@hotmail.com

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