Una cosa fue haber derrotado a la señora Hillary de Clinton, en las elecciones de segundo grado o colegios electorales en los Estados Unidos de Norteamérica (EEUU), gracias al desprestigio de la doñita y al engañoso populismo del pornopuritano y retroconservador, quien, además, milita en el KuKuxKlan, y otra cosa es ganar unas elecciones de primer grado, limpias y democráticas en la República Bolivariana de Venezuela.
El caso es que Donald Trump ha pretendido lograr lo que no pudo su predecesor, el endorracista aquel, en relación con la política exterior colonizadora y de domeñación contra los venezolanos y, para ello, Donald Trump ha decidido intervenir directa y abiertamente, con todo tipo de boicots en lo económico, para arruinar a la familia venezolana y forzarla a buscar la salida violenta de Nicolás Maduro, mientras que, por otra parte, Donald Trump ha intervenido, electoralmente, primero, para quebrar las elecciones de constituyentistas, luego, de gobernadores y alcaldes, alcanzando dos estrepitosas derrotas, hasta que, llegado este tiempo, Donald Trump, mientras evade sus escándalos de pornopuritano con Stormy Daniels, pretende derrotar a Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales de este país suramericano.
La intervención directa de Donald Trump, no sólo con su plan insurreccional en el que Henry Ramos Allup sería el presidente de la Transición, compartiendo cama con Julio Borges, sino también, en el campo electoral, ha contado con los candidatos de la derecha más atrasada y entreguista, jamás antes conocida. Ellos son: el pastor Javier Bertucci y el Sargento Henry Falcón, ambos decididos a ser más gringos que la Doña Ronald XM la de McDonalds.
El cuanto al pastor Bertucci, debemos de reconocer su habilidad discursiva y su larga experiencia, para cautivar y timar a pobres y pendejos, tal y como lo ha demostrado con su secta religiosa, con aquello del "El evangelio cambia" y los diezmos que le han granjeado una fabulosa fortuna, lo que ha hecho lucir a su contendor, Henry Falcón, como a un bobote o poquito coso frente al traficante de almas, además de que Henry Falcón viene de una pésima gestión como gobernador del Estado Lara y de perder la reelección en octubre pasado.
Ahora bien, la voluntad del electorado está siendo puesta a prueba, por cuanto los venezolanos debemos decidir el próximo veinte de mayo (20-M) si votamos por los títeres de Donald Trump y del imperialismo estadounidense o si votamos por el candidato de la Patria, Nicolás Maduro.
Sin embargo, hay quienes erróneamente creen que si salen de Nicolás Maduro y del chavismo, por la vía electoral o insurreccional, se resolverá la grave crisis económica, la millonización de la economía y la hiperinflación programada, planificada y generada por el sector privado y comercial. Nada más equivocado que esta pueril suposición, por cuanto los causantes de la actual crisis con sus corruptos, son precisamente, quienes han forzado todo mecanismo de boicot y agresiones, Para liquidar al chavismo y ellos seguir medrando a la sombra del Estado. Objetivamente, el único que pudiera revertir esta crisis económica se llama Nicolás Maduro, quien está obligado a liquidar la vieja legalidad burguesa y enfrentar, al mayor y al detal, a los terroristas de la economía, para devolvernos el estado de bienestar que habíamos alcanzado únicamente, en el chavismo. La derecha protogringa jamás ha sacrificado, ni ha dado nada por el Pueblo, por la mayoría trabajadora y humilde.
Vamos pues, a ganar con Nicolás Maduro y por la revancha económica contra el terrorismo que Donald Trump y sus parásitos lacayos nos han impuesto. Derrotemos, una vez más y todas las veces que sean necesarias, al pornopuritano y retroconservador Donald Trump.
