La migración de Venezuela ¿Síntoma de crisis terminal?

Si bien es cierto que los movimientos migratorios son una constante en el desarrollo de las sociedades y que los mismos han representado un interesante tema de estudio y análisis para la sociología, las particularidades de estos son tan diametrales que en ello se encuentra parte de su razón como objeto de estudio. En este orden, podemos iniciar diferenciando tres grandes razones que pueden ayudar a comprender estos fenómenos: 1) Migraciones por conflictos bélicos y/o religiosos; 2) Migraciones por expectativas de superación; 3) Migraciones por desesperanza y búsqueda de mejores condiciones de vida. En el primer caso, lo que hoy ocurre en el norte de África y al sur de Europa, así como el caso de Colombia, son los mejores ejemplos de estos movimientos. En el segundo caso ubicamos aquella población, mayormente profesional, que sin tener necesariamente malas condiciones de vida en su país de origen, ve en otras naciones las condiciones óptimas para su crecimiento académico-profesional, y en el tercer caso, encontramos aquellos movimientos migratorios cuya razón fundamental se centra en la desmejora de las condiciones objetivas y subjetivas de vida de la base poblacional.

En Venezuela podemos afirmar que este es un fenómeno absolutamente nuevo en su sentido "emi", ya que sí algo es cierto, es que nuestro país ha sido desde mediados del siglo XIX destino de inmigraciones, planificadas algunas, de diversas nacionalidades, en particular europeas y suramericanas, y como muestra contundente de ello se tiene que hoy los mismos alcanzan aproximadamente el 30% del total de la población que reside en este país, caso absolutamente inusual y muy probablemente único en el mundo. En la historia reciente, los pocos casos que se habían presentado durante la presidencia de Hugo Chávez estaban caracterizados básicamente por razones político-ideológicas, no obstante, el extraordinario incremento experimentado en los últimos 4 años no tiene comparación en nuestra historia republicana, y el mismo se puede describir como una mixtura de los casos 2 y 3 presentados en el párrafo anterior.

Hoy no se cuentan con números oficiales que dimensionen el fenómeno, a pesar de ser una tarea relativamente sencilla para el Estado ya que la cantidad y complejidad de trámites que se requieren para poder ingresar legalmente a otras naciones, permite tener datas interinstitucionales que con un mínimo margen de error facilitarían saber cuál es el número y perfil socio-profesional de las y los venezolanos que están buscando otros horizontes. La interpretación de este silencio oficial quedará a criterio de cada lector, sin embargo, lo que sí es importante es que desde el alto gobierno se esté monitoreando y evaluando esta información a fines de planificar y ejecutar las acciones estratégicas que permitan revertir tan neurálgico fenómeno.

Mas allá de la dimensión anecdótica y emotiva, las cuales en este caso también son importantes, la emigración que desde hace cuatro años viene recrudeciendo mes a mes, representa uno de los problemas más importantes para el proyecto político que desde 1999 está en marcha, ya que cuando cuantificamos y cualificamos a los protagonistas del mismo, identificamos etariamente a una población joven que se puede agrupar entre los 20 y 40 años de edad, y más grave aún, cualitativamente es una población mayoritariamente profesional, una generación que se formó académicamente gracias a este proyecto político y que hoy lamentablemente está sirviendo profesionalmente a países con gobiernos políticamente antagonistas. Es decir, sin ánimos discriminatorio, la migración que ha recibido Venezuela ha sido fundamentalmente poseedora de un nivel académico mínimo, mientras que la que hoy se va "Legalmente" es en su mayoritaria graduada en nuestro sistema de educación superior, médicos, ingenieros, abogados, contadores, economistas, físicos, docentes, sociólogos, odontólogos, farmaceutas, arquitectos, entre otros.

El drama que hoy viven algunas áreas y especialidades, como el campo de la salud el déficit crítico de anestesiólogos, traumatólogos, cardiólogos o en el área de la docencia, en todos sus niveles, debe representar una urgencia para el Estado. Tomamos estas dos áreas por su sensibilidad social, ya que en ella tenemos a los profesionales responsables de formar a las próximas generaciones y a los que atienden la salud de nuestra población, pero como ellas se puede tomar cualquier otra y seguramente encontraremos el mismo drama y con mucha más agudeza. Todo el enorme esfuerzo que realizó el presidente Hugo Chávez por garantizar la formación de una generación que asumiera las riendas profesionales del país, por garantizar este insumo imprescindible para la construcción de una nación, hoy con la mayor tristeza y preocupación la vemos partir hacia otras naciones, que en el mejor de los casos la sumarán a la construcción de otros proyectos nacionales.

Sería un fatal error y miopía política para el proyecto bolivariano no magnificar en su real dimensión este terrible fenómeno, creer que se trata de un grupo de opositores apátridas que buscan el sueño americano y no entender las causas que subyacen al fenómeno, no tener claridad de las gigantescas consecuencias estructurales que se están produciendo y cuya posibilidad de revertir sería en termino generacionales. Se está y continuará yendo la masa crítica, cualquier esfuerzo que haga el gobierno nacional por formar un grupo de relevo en áreas neurálgicas, seguramente tendrá la misma suerte, no debe haber duda de que una gran mayoría de esos que hoy están por terminar sus estudios de pregrado ya están proyectados en cualquier país del mundo, será ingenuo no entender que si no se cambian las actuales condiciones materiales y espirituales de vida, simplemente seremos una fábrica de profesionales que disfrutarán otras naciones a cero costo.

Principales causas del fenómeno migratorio venezolano

En primer lugar se debe aclarar que un hecho de esta naturaleza tiene una variedad de causas, en algunos casos muy contrastante, no obstante, el formato del presente artículo, obliga a concentrarnos en las principales causas y a abordar las mismas con la mayor concreción posible, lo cual no debe confundirse con simplismo o reduccionismo analítico tendencioso, todo lo contrario, cada uno de las líneas argumentativas que se esgriman representan un tema que seguramente requiera de un dilatado tratamiento como tema de estudio.

Después de esta aclaratoria, iniciaremos con un atrevimiento analítico afirmando que la causa fundamental se resume en la reducción más elemental que han alcanzado las condiciones objetivas de la existencia humana para la mayoría del pueblo venezolano. Es decir, hoy la existencia, y por tanto razón de ser, de un venezolano promedio se ha reducido a lograr la ingesta mínima necesaria de alimentos que le permita mantenerse en pie, situación que cualquier disertación filosófica no dudaría en calificar de "existencia primitiva" o no humana. Hoy la lógica más elemental que se pueda utilizar para explicar el desarrollo de una sociedad, encuentra en Venezuela un fenómeno digno para las tesis doctorales más destacadas de las últimas décadas en política y sociología, todo el infinito potencial que tiene la condición humana de alcanzar niveles de desarrollo en todas las áreas está absolutamente condenado para la mayor parte del pueblo venezolano, hoy parece no tener sentido el valor de la formación, del trabajo productivo, de la honestidad, de los valores y principios más básicos de la humanidad, ya que el ejercicio de los mismos, como medio para alcanzar las condiciones materiales y espirituales mínimas necesarias que den base a los saltos cuánticos de la especie humana, se ha visto totalmente pulverizados.

Las expectativas básicas de todo joven, como lo es formar una familia, tener garantizado un sistema de salud y educación digno y accesible, poder tener una vivienda, cuyo acceso solo se vea limitado por su poder adquisitivo y preferencia, una ingesta proteica no racionada, poder tener acceso a un sistema de transporte digno, artículos de consumo que no sean suntuarios pero tampoco de primera necesidad, poder recrearse en un día de playa o visitar el cine, y otras tantas cosas elementales, se han convertido en un sueño irrealizable. La imposibilidad económica de cumplir con expectativas como estas, es el mejor síntoma de la dramática pérdida del poder adquisitivo del pueblo venezolano y de su reducción cuasi miserable a la alimentación básica.

El tema "expectativas" es fundamental para poder entender este fenómeno, y en él no se puede ser egoísta y desconocer los importantes avances que el bolivarianismo logró particularmente en materia educativa, todo lo contrario, es gracias al acceso masivo al sistema educativo, en todos sus niveles, que se formaron unas nuevas expectativas de mayor nivel de desarrollo humano en una generación que lamentablemente ya observa que ese mismo proyecto político no puede satisfacer, es decir, formamos médicos con expectativas de médicos que se pretende vivan como "no médicos", expectativas doctorales que se pretende vivan con 10$ mensuales, cohibidas de toda la complejidad de necesidades propias de un nivel de formación tan elevado, en resumen, es como formar a ingenieros automotrices y de facto condenarles cualquier posibilidad de poder adquirir el corolario de su conocimiento.

Hoy el Estado y el partido de gobierno son más omnipresente que nunca, y su acción determina prácticamente toda posibilidad de satisfacer las expectativas antes citadas, en nombre de un socialismo que ningún socialista entiende y mucho menos comparte, el poder del Estado ha permeado casi todos los niveles y espacios de la vida social. La apocalíptica brecha que se ha abierto entre los ingresos económicos de los trabajadores y el costo de todos los aspectos de la cotidianidad, ha llevado a que la "única" opción sea el Estado, para adquirir una vivienda, alimentos, medicinas, electrodomésticos, vehículo, y que no extrañe hasta preservativos.

La satisfacción de unas expectativas elementales, que en capitalismo o en socialismo, con sus diferencias sustantivas, se debe alcanzar a través de la formación y el trabajo, en nuestro caso solo a través de uno de los programas del Estado se puede acceder a estos bienes o servicios, ¿Es esto intencional? queda a criterio de cada lector, lo que sí es cierto es que en el plano social, el Estado solo debe garantizar los derechos y el acceso a estos bienes y servicios de calidad a la población más vulnerable y en el plano económico crear las condiciones para que la mayoría de la población pueda acceder a los mismos a través de un trabajo honrado y productivo, apuntando siempre al horizonte de la erradicación total de ese segmento de población vulnerable con su plena incorporación a procesos productivo, por ello lo que hoy está haciendo el gobierno "Socialista" es la antítesis del socialismo, y es lo más parecido al "Gran Hermano".

En cuarto lugar, se debe precisar la desesperanza, como resultado de la ausencia absoluta de alternativa. Concretamente, la gran mayoría de esos migrantes no ve solución en corto, mediano o largo plazo, no ve la existencia de una oposición responsable, coherente, unida, con proyecto de país, respetuosa de la democracia, con un mínimo de formación y transparencia ideológica, incluso no sería descabellado afirmar que el mejor aliado del gobierno es la oposición, o para ser más exactos el mejor aliado de la dirigencia chavista es la dirigencia opositora. Un razonamiento lógico elemental puede explicar que "Sí Juana no cree en B ni en C como alternativas en la construcción de un proyecto país, y piensa que ambos tienen la misma significancia o decadencia moral", tiene dos opciones, trabaja para construir una tercera alternativa o emigra.

Tratadas estas cuatro líneas argumentativas, la siguiente pregunta sería ¿Y los responsables de estas causas?. En este punto encontramos dos núcleos de responsabilidades, por un lado, la acción injerencista que desde los EE.UU. y su órbita de aliados han emprendido desde el mismo momento de la victoria electoral del presidente Hugo Chávez, lo cual no ha sido más de lo que se podía esperar desde la lógica del imperialismo, es decir, todo aquel que se atreva a retar la subordinación tendrá que enfrentar las consecuencias, por ello los EE.UU. han asumido una política tan hostil contra quienes se han atrevido a insubordinar a uno de sus objetivos estratégicos; y en segundo lugar, tenemos la errada planificación y toma de decisiones que desde la presidencia de Nicolás Maduro se han convertido en la norma, y es en este segundo punto donde centraremos la atención, ya que de parte de los EE.UU. no hemos recibido nada que no se previera.

En primer término, hay que resaltar que desde el mismo momento en que el liderazgo del proyecto político es asumido como consecuencia de una orden del fallecido líder, se abre un nuevo ciclo de una presidencia colegiada, un liderazgo dividido en dos grandes grupos de poder, que al final ha quedado nítidamente comprobado que ha sido el grupo militar el que hoy gobiernan Venezuela, usando, no sabemos si vilmente o con complicidad, la figura civil y obrera de Nicolás Maduro como fachada para detentar de facto el poder. Con este inicio, y ante la manifiesta incapacidad de imposición del grupo "Madurista", no podemos esperar otra realidad que la de hoy, ya que se trata de una élite militar a la cual lo nefasto de gobiernos adecos y copeyanos les hicieron creer, y hasta cierto punto convencer, de que su rol en la sociedad era mesiánico, como dirigentes políticos y gerentes de la burocracia pública, hecho que rompe con la razón de ser de toda fuerza armada en el andamiaje social, ¿Que en Venezuela los militares siempre han tenido un papel decisorio en la política nacional? Si, no obstante, la recurrencia histórica de una anomalía no la valida racional ni moralmente.

Salvo honrosas excepciones, los jefes de la "Caja de los machetes" han demostrado que nunca estuvieron preparados para asumir roles directorios en funciones de Estado, y por el contrario han visto en este un botín desde el cual resolver sus extraordinarias expectativas económicas, haciendo uso del privilegio de detentar el monopolio del uso de las armas, han alcanzado el control absoluto de las principales carteras del Estado, la última colina que faltaba era PDVSA y ya lo lograron, sus condiciones de vida son groseramente contrastante con la realidad de la mayoría del pueblo. El sector alimento es el mayor ejemplo, últimamente se les ha escogido como reserva moral y sinónimo de disciplina y eficiencia para resolver la crisis que en este sector se ha recrudecido, sin embargo, la primera pregunta que asalta es ¿En 19 años quiénes han controlado este sector?, la respuesta es muestra patente de descaro.

No obstante, la corrupción no es monopolio de los militares, y ella se ha desparramado cual metástasis por todo el entramado social, particularmente en la administración pública hoy no hay trámite por el que no se tenga que pagar "Comisión", no hay alcabala en la que te salves de la matraca, no hay presidente de entes relacionados a financiamiento que ostenten modos de vida suntuarios, ya el argumento defensivo de "es culpa del imperio y la guerra económica", perdió credibilidad con casos grotescos como los de Rafael Ramírez, García Plaza, Rafael Isea y Manuel Barroso, entre otros tantos que aún no son públicos. Semejante volumen de riqueza nacional exteriorizó las más terribles apetencias de una dirigencia que con el mayor desparpajo se pasea frente al hambre de quienes dicen defender y representar, una dirigencia profundamente inmoral1 que echó por la borda una oportunidad histórica de construir el sueño de Bolívar.

Una dirigencia que habla del mejor sistema de salud pública, cuando la realidad es todo lo contrario, y el mejor ejemplo es que ninguno de ellos se ven o asisten a atender sus patologías en CDI, SRI, o cualquier otro centro de salud de Bario Adentro. Una dirigencia cuyos hijos estudian en los mejores colegios del país y en otros casos en instituciones educativas en el exterior, mientras alaban el sistema de educación público nacional, una dirigencia que gozando de un evidente sobrepeso, reconocen irónicamente que los venezolanos han bajado de talla porque están alimentándose mejor, que afirman tenemos uno de los mejores sistemas de seguridad, mientras ellos y sus familiares disfrutan de vehículos blindados y escoltas. El Che afirmó en algún momento que un revolucionario debe predicar con el ejemplo, y sin duda eso no está pasando en esta "Revolución".

EE.UU. tiene una importante cuota de responsabilidad en la situación que hoy atraviesa el país, pero la mayor responsabilidad es de la dirigencia del chavismo. En toda guerra existe un mínimo de dos contrincantes, en este caso EE.UU. es uno, la pregunta es ¿Qué hace el otro actor?, ¿Acaso no esperaba que el imperio reaccionara así?, o ¿Acaso el imperio es la excusa de su incompetencia?

Consecuencias de la migración

Este edulcorado panorama es una clara manifestación o síntoma de una terrible descomposición estructural que hoy vive la sociedad venezolana. No se trata de si continua o no la "Revolución", se trata de ¿Hasta dónde o cuándo podrá este país recuperarse de tan profundo daño?, ¿Se crearán las condiciones para que ese grupo de venezolanos pueda en algún momento retornar?.

La situación es simplemente dramática, está ocurriendo una implosión que no sabemos si premeditada o no, de nuestra base social, estamos perdiendo aceleradamente nuestro "Bono demográfico", de facto el proyecto político y su dirigencia están promoviendo la cultura del trabajo no honrado, del no estudio, de la trampa, del rebusque, de la "viveza", de la matraca, del dinero fácil y rápido, del contrabando.

En resumen, es la promoción de los antivalores como sinónimo de venezolano, y esas consecuencias, más que las económicas, son de muy dilatado efecto. Finalmente, nuestro apoyo absoluto a todas y todos aquellos que hasta ahora han tenido y tendrán que buscar otros horizontes, esperemos que temporalmente, y nuestro agradecimiento con aquellos pueblos y gobiernos que los han recibido sin discriminación alguna. Por ahora solo la Fe nos mueve a esperar un cambio en el corto plazo, sin embargo, la dirigencia "Bolivariana" sigue siendo la peor enemiga de Bolívar y su pueblo. Continuaremos esta necesaria caracterización en próximos artículos.

1 Sobre la inmoralidad de la dirigencia chavista dedicaremos un artículo especial.

socvzla2017@gmail.com



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