Paralizados, reflexivos o disgustados nos encuentra una crisis revolucionaria, una guerra económica que tiene una arista internacional y dimensiones locales, producto del sistema burgués dominante y sus mecanismos para apropiarse del capital (divisas) sin ningún esfuerzo, que a falta de mejor palabra, parasitismo estatal retrata patéticamente el cuadro. Pero muy aparte de estas tres posturas, de peligrosas consecuencias para una revolución es caer en la inacción, el desconcierto y la desesperanza que detiene toda posibilidad de avanzar.

Y es precisamente ésta una de las características de la guerra asimétrica o de cuarta generación, también llamada de baja intensidad. Matar la esperanza, acabar con la solidaridad y endosarle de manera apresurada y con poco rigor reflexivo toda responsabilidad al gobierno revolucionario. Con macabra minuciosidad los tanques pensantes del imperio, aquellos que en pequeños círculos del Departamento de Estado trazan sus estrategias siempre a favor de los intereses de las grandes transnacionales. ¿Quien con mediana comprensión podría dudar que el inquilino de la Casa Blanca, el magnate que tuvo chequera para pagar su elección, sirve a los intereses de las grandes Petroleras (Exon Mobil), bancos y empresas transnacionales?

¿Y Venezuela que encuadre tiene en este concierto internacional?. Primera reserva probada de petróleo para más de 100 años, además de otros minerales estratégicos entre ellos, cobre, litio, coltan, hierro, aluminio, torio, y quizá uranio. Sumado a ello, un país productor de gas, además de tener parte de la mayor biodiversidad que le quita el sueño de codicia a cualquier transnacional farmacéutica. Y por si fuera poco con enorme potencial de explotación de yacimientos de oro que si le sumamos la enorme reserva de agua dulce y lo económico que son los servicios eléctricos, mano de obra altamente calificada y barata, sumado a su potencial en la juventud y sus mujeres bellas, sobran las razones para estar preocupados.

Afortunadamente contamos con un líder que nos enseñó a valorar todo este potencial y a desnudar los mecanismos por los cuales se apropiaban en silencio de todo aquello, manteniendo a una población desnutrida, embobecida con los medios masivos de incomunicación, además de socavar su identidad y valía latinoamericana. Así es, fue El Comandante la vanguardia de todo este despertar, una historia repetida de otro Gran Líder mas que nos regalaría la patria tan igual como un Bolívar, Zamora, Miranda o quizá los más modestos como Fabricio Ojeda entre tantos.

Regresando al tema de las apetencias económicas y los intereses geopolíticos, está servida una teoría de Guerra total y permanente, recordando palabras de Julio Escalona, quien señala en sus artículos múltiples estrategias que van desde lo mediático, pasando por la destrucción del tejido social, hasta acabar con el Estado Nación. En esta Guerra económica de cuarta generación no hay improvisaciones, esta gente no está jugando carrito, tienen operadores políticos en la periferia, mandaderos visibles e invisible. Desde la Gusanera maimera como el repulsivo senador, pasando por Almagro y esta Colisión de países arrastrados de derechas, lamebotas de un imperio decadente.

Hay que tener bien claro que esta gente no se precipita ni hacen cálculos de un año, todo lo contrario sirven a un libreto de ablandamiento al mejor estilo de Gean Sharps y su manual de la Dictadura a la democracia, pasando en distintas fases como la de falsos positivos, decretos extraterritoriales del emperador del norte con sanciones económicas absurdas pero efectivas para ir arrinconándonos y perdiendo el timón que nos daba el Plan de la Patria. O hasta lo que habitualmente han aplicado en otras latitudes, operaciones de Bandera falsa, para luego utilizar o las propias fuerzas insurgentes (ponernos a pelear entre hermanos ) o ejércitos privado (mercenarios) como aplicaron en Libia e Irak (no olvidemos a los Blackwater)

Ahora, en lo que concierne al hombre de a pie, ¿quién está más cerca de esta maniobra? Obviamente los empresarios golpistas de siempre, los que se chulearon las divisas y trajeron chatarras, (en el mejor de los casos); aquellos que contaron con el apoyo del gobierno revolucionario con la falsa premisa de que reactivarían las fuerzas productivas y que además hicieron un negocio redondo con la sobrefacturación de importaciones, además de colocar esos dólares en el mercado negro para tener unas groseras ganancias. Muy cerca de ellos se encuentra una macoya de importadores y distribuidores que abultan los precios de los artículos sin ninguna premisa valida.

Pero la cosa no termina aquí, se consolidó en todo el país una práctica de patente Colombiana que tiene raíces antropológicas y culturales en la frontera, como lo es el bachaqueo y contrabando de extracción, prácticas legalizadas en la Hermana Colombia con su legislación que desde lo ético da pena ajena. Con estos mecanismos se suman millones de dólares en pérdidas que se van del país, además de artículos de todo tipo como combustibles, lubricantes y artículos alimenticios de primer orden. Pero la complejidad de la frontera comprometería varias páginas si abarcáramos el narcotráfico, la parapolítica y las casas de cambio con el empobrecimiento intencional de nuestra moneda, el Bolívar.

Por otro lado, seriamos unos irresponsables si no incluiríamos en este análisis situacional la corrupción de algunos funcionarios del alto gobierno en puestos claves como el seniat, organismos de fiscalización e instituciones que manejan recursos, así como también las instancias que entregan las divisas. El ejemplo entra por casa y esta práctica ha hecho mucho daño en la creación de esa conciencia bachaqueril y de rebusque que se ha instalado en nuestro pueblo, en esa selva diaria de salir a ver como se come, enfrentado con esa enorme maquinaria hiperinflacionaria de avaricia, codicia, especulación y usura que van desde el buhonera hasta el empresario de cuello blanco o rojo.

La falta de contundencia en la aplicación de medidas económicas, la ciega apuesta que hace el gobiernos a estos empresarios que solo les interesan los billetes verdes, y sobre todo la ineficacia en la frecuencia del suministro en las cajas del Claps, están llevando al país a un peligroso estado de confusión donde no faltaran quienes quieran pescar en ríos revueltos.

Las fórmulas mágicas y fáciles no existen y hasta serian dudosas si aparecieran. Lo cierto es que Chávez nos habló claro diciéndonos que el camino no sería fácil, por ello si priorizáramos los temas claves para ir saliendo de la coyuntura, mas allá de lo electorero (que es importante indudablemente ganar) diríamos que:

• Necesitamos rescatar la cohesión social y popular, en torno a ideas claras y revolucionarias. Esto pasa por rescatar la esperanza, entender y reflexionar sobre los procesos y educar al pueblo en la compresión integral de la crisis, desde lo local hasta lo internacional.
• Aplicar con urgencia las tres R en lo referido a los Claps, los mecanismos de importación directa del gobierno central, y la restricción además de los controles en la entrega de divisas a una burguesía parasita que no produce.
• Implementar mecanismos de importación directa, venta y distribución de lo 100 artículos básicos (alimentos, productos de higiene personal y medicina); solo por el Estado aplicando medidas severas para el incumplimiento del precio acordado.
• Reforma o derogación de la ley de precios acordados por su ineficiencia en la aplicación, sustituyéndola por una ley que fije los precios de los 100 artículos por lo menos por 180 días que estabilicen la economía.
• Potencia urgentemente los comedores comunales para suplir la necesidades nutricionales de la población así como también mejorar el suministro de los insumos dentro del programa de alimentación escolar-
• Firmar con urgencia acuerdos y tratados internacionales con países que nos suministren alimentos y medicinas, además de materia prima que dinamice el aparato productivo nacional.
• Establecer nuevos acuerdos comerciales en la frontera colombo venezolana, con cuerpos colegiados que garanticen la supervisión y control en la frontera asiendo usos en la misma de drones y satélites artificiales que optimicen las vigilancia y eviten el contrabando de gasolina y productos de primera necesidad.
• Retomar y repotencias los Mercales y abastos comunales que dispensen los artículos de la cesta básica a costos accesibles para el pueblo.
• Crear mayores impuestos para el que tenga ostentosas y groseras ganancias con la venta de alimentos y medicinas al cierre del año fiscal.
• Desplegar a lo largo y ancho del país a los diputados de la Asamblea Nacional Constituyente a fin de fiscalizar y hacer cumplir las leyes referidas a la fijación de precios, acaparamiento, especulación y usura.
• Derogar los acuerdos de convertibilidad del bolívar con respecto al peso, ya que eso atenta contra las reservas internacionales, Venezuela ya no puede seguir aceptando el Bolívar que nos envía el Banco Central de Colombia sin pasar por una moneda de libre convertibilidad, eso sin duda acabaría de plano con el conocido DÓLAR TODAY y frenaría este proceso hiperinflacionario.
• Decretar el monopsonio Estatal para que las empresas vendan toda su producción al estado Venezolano sin tener que pasar por las redes mafiosas de distribución que engordan los precios.
• Cierre definitivo de la frontera Colombo-Venezolana para evitar el contrabando de gasolina que genera pérdidas millonarias para el país además de detener la fuga de los productos alimenticios subsidiados por el estado.
• Decretar una verdadera Ley de Emergencia económica donde se castigue sin piedad a especuladores y revendedores y además donde el Estado tome el control absoluto de la venta y distribución de alimentos, medicinas y productos de higiene personal.

Tres RRR desde lo ético, lo moral, Golpe de Timón con acciones revolucionarias y no pusilánimes, hablarle al pueblo con la verdad y creer en los poderes creadores del pueblo podrían desde lo espiritual encauzar esta revolución por los caminos de la honestidad, la justicia y el amor.

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