Leyes naturales Vs. leyes humanas

¡Podemos vivir sin dinero! ( IV)

"Los líderes políticos tienen opiniones sobre todo lo que existe, y todo lo prometen solucionar, pero no tienen conocimientos de nada en particular." Jacque Fresco

Todos los acontecimientos y fenómenos que se presentan en el universo ocurren regidos por leyes, que obedecen un orden y están en armonía con un propósito universal. El movimiento del universo no es anárquico, ni mucho menos improvisado. Hasta aquello que resulta caótico e injusto para nuestro limitado juicio, tiene una razón de ser y cumple una función dentro del orden universal. Las leyes del universo son inmutables, omniscientes y eternas. No pueden violarse, evadirse o corromperse.

El estudio de estas leyes nos permite comprender la manera como está organizada la creación en la que existimos y de la que somos parte, así como también acercarnos a la inteligencia suprema que está detrás de todo lo creado; desde el imperceptible átomo hasta la gigantesca galaxia.

Muy diferentes son las leyes humanas, que deben ser supervisadas, enmendadas, ampliadas o restringidas, para poder aplicarse o adaptarse a nuevas circunstancias con el paso del tiempo o cambio de lugar, e incluso abandonarse por su inutilidad o contradicciones.

Al desconocer las leyes de la naturaleza actuamos en contra del orden del universo y entonces sufrimos las consecuencias, pero tratamos de explicarlas por medio de la superstición, la suerte, o culpando a nuestros adversarios por los errores que hemos cometido. Movidos por el egoísmo, por la soberbia, por la ignorancia, por el capricho y por la autosuficiencia de la clase dominante a nivel global, hemos fabricado nuestros propios códigos y sistemas de organización que carecen de balance, de justicia, de amor y de sabiduría. Si vivimos un presente caótico, lleno de condiciones difíciles y complejas es porque hemos regido nuestra vida con normas de conducta, valores y códigos existenciales que se encuentran en contradicción con las constantes y leyes de la naturaleza.

La salud, el bienestar, las buenas relaciones, la paz, la armonía, la plenitud y la felicidad que tanto anhelamos no pueden venir de acciones que se contradicen con las leyes del universo.

A través de la historia quienes han gobernado han sido reyes, monarcas, caudillos, líderes religiosos, políticos, guerreros, militares, comerciantes, etc., muchas veces ineptos, delincuentes, criminales o depravados, quienes han generado leyes caprichosas, arbitrarias, absurdas, confusas y contradictorias, con el fin de preservar sus privilegios y dominar al resto de la humanidad. Han creado doctrinas, credos, teorías, etc. que han utilizado para imponerse a través de los tiempos. Es así como han surgido los héroes, los lideres, los caudillos, los grupos privilegiados, los gobernantes, la clase dominante, quienes han sometido a los pueblos a sus caprichos, a su vanidad, a su arrogancia, a sus desvaríos, a su locura, los han conducido a guerras disfrazadas de valerosas conquistas, de luchas por la libertad, la gloria, la paz, etc. Han usado el poder que ingenuamente y sin control los pueblos les han otorgado en los diferentes sistemas de gobierno, basados en la religión, doctrinas, dogmas, credos, creencias, supersticiones, etc., lo cual les ha permitido legitimar privilegios, apoderarse de tierras, recursos, riquezas, personas, etc.

Es de esta manera como han nacido los imperios, las monarquías, el capitalismo, el socialismo, el comunismo, el nacionalismo, el militarismo, el fascismo, el nazismo, etc. cuyas bases fundamentales han sido doctrinas religiosas o militares, apoyadas en la religión, las armas, el dinero, la escasez, las fantasías, las supersticiones, las creencias de la gente, y la ignorancia en general. "Por la ignorancia nos han sometido más que por la fuerza" nos recuerda Bolívar. Las instituciones como la familia, la iglesia, la escuela, el estado y los medios de comunicación e información han colaborado en ello. Todo cuanto existe a su disposición, ha servido a la clase dominante para afianzarse cada vez más en sus privilegios y como instrumentos de sometimiento de las mayorías.

Como podemos observar, es así como una pequeña élite ha usado y sigue usando, el poder de la religión, del dinero, las armas, la ciencia, la tecnología, etc., para someter al resto de la población.

Casi todos los gobiernos y gobernantes del mundo han sido sometidos voluntariamente o mediante presiones por esta élite y están subordinados a ella a cambio de recibir protección para su estabilidad.

A lo largo de la historia, han existido brillantes teóricos y pensadores, y aunque muchos de ellos, han sido honestos y bien intencionados, nunca han logrado construir una teoría correcta que pueda prescindir del mito del dinero como una necesidad de la sociedad.

Todo lo cual nos ha conducido a que, además, la ciencia y tecnología sirvan solo y exclusivamente para beneficiar a una clase social, siempre privilegiada. No hay neutralidad en las ciencias, en la economía o en la psicología, por ejemplo. Se han desarrollado tecnologías específicas para el control de personas y recursos para la dominación de una clase social sobre las otras. No podemos pretender democracia, justicia, o libertad en las leyes del mercado, y menos aun, dejar que el mercado y su ideología implícita gobiernen la conducta humana. Detrás de estas leyes está la ambición desmedida de unos pocos individuos. Detrás del comportamiento de la economía de mercado está la conciencia torcida de la dominación de unos pocos sobre el resto de las personas.

El universo todo obedece a leyes naturales, por tanto, nuestro planeta se debe administrar obedeciendo estas leyes, es decir se debe gobernar obedeciendo el método científico.

¡Necesitamos un gobierno científico!

Ya basta de que nuestro planeta sea gobernado por líderes políticos y religiosos, militares, comerciantes, ignorantes, deshonestos, desleales y tramposos, que viven engañando al pueblo con promesas hipócritas que saben que no van a cumplir.

¿Qué hacen las universidades que tenemos que no se manifiestan colectivamente, ni plantean una alternativa seria?

Es necesario que las decisiones importantes sean tomadas en base a criterios bien claros y definidos y no a caprichos e intereses particulares o acuerdos y componendas entre pequeños grupos con oscuras intenciones, y luego nos aseguran por los medios de comunicación que todo marcha muy bien, que el pueblo puede estar tranquilo, hasta que finalmente nos enteramos del desastre al que nos han conducido, cuando ya es demasiado tarde.

Un gobierno científico no significa que los científicos nos gobiernan para tenernos dominados o controlar nuestras mentes, o para experimentar con nosotros. Nada más lejos de esta consideración.

Lo que significa es que, si se tienen los recursos, los conocimientos y las tecnologías suficientes para construir sistemas eficientes de control, transporte, vivienda, producción de alimentos y los mejores métodos para limpiar la atmósfera o para restaurar los océanos, etc., entonces, deben ser aprovechados.

Como es obvio, la principal obligación de la Humanidad es su supervivencia y para lograrla es necesario realizar a muy corto plazo una Verdadera Revolución Social y Económica, que es ya impostergable, si es que deseamos realmente sobrevivir. Existen unos componentes fundamentales e imprescindibles de esta revolución que debemos tener en cuenta inmediatamente, que son Internet y las Redes Sociales, pues constituyen la base sobre la cual estableceremos todo tipo de comunicación e información que requerimos para esa enorme empresa.

Afortunadamente con el nacimiento de Internet, las Redes Sociales, y todo el potencial comunicacional que existe actualmente, el genio se escapó de la botella.

Actualmente hay una gran Explosión Comunicacional en el mundo entero, gracias a Internet, que así como la gran mayoría de nuestras riquezas, no hemos sabido aprovecharla adecuadamente en beneficio común y más bien está contribuyendo al fortalecimiento de la élite dominante; por lo cual, lo único que se ampliará será la enorme brecha económica y social que ya de por sí es insoportable.

Ese enorme potencial comunicacional, que nunca antes había estado disponible, hoy está a disposición de la población mundial para su beneficio, pero si no lo usamos racionalmente por el bien de todos, muy pronto lo habremos perdido y terminará concentrado en muy pocas manos.

Gracias al uso cada vez más generalizado de Internet, de la multiplicación de las redes sociales, de las plataformas digitales, etc., una verdadera revolución comunicacional está naciendo junto con el Siglo XXI.

Pero ya han comenzado a poner censuras y restricciones. La Unión Internacional de Telecomunicaciones UIT, es una agencia que pertenece a la ONU, y quiere hacerse con los dominios de Internet, para que los gobiernos afiliados puedan controlar, entre otras cosas, el acceso de los usuarios en cada país mediante el cobro de un impuesto. Este cobro, aunque argumentan sus proponentes, que es pequeño y para beneficio de todos, no es más que una forma inicial de censura y no debemos permitirlo. Habrá que buscar los mecanismos necesarios para lograrlo, activando, por ejemplo, campañas por las redes sociales.

Todo tipo de limitaciones como las censuras y las restricciones que hemos comentado se podrán combatir cuando Internet sea declarado como un derecho humano fundamental. Hemos dejado pasar el tiempo sin preocuparnos por autoconvocarnos a un REFERENDO MUNDIAL para afianzar este derecho.

¡Todavía tenemos tiempo, pero no mucho!

Todo lo anterior nos pone de manifiesto además, que muchos conceptos como el de libertad, independencia, democracia, república, participación, revolución, igualdad, trabajo, jornada laboral, justicia, denuncia, etc., deben someterse a una revisión en aras de un entendimiento más completo entre todos los seres humanos. El mundo está dirigido por gobernantes incompetentes, pusilánimes o muchas veces, sencillamente impotentes, que tienen que obedecer a los intereses de las grandes transnacionales, o a poderosos grupos económicos y financieros y es indispensable que la opinión pública en cada país ejerza sobre ellos la presión y el respaldo suficiente que les permita enfrentarse con fortaleza a esos enormes poderes capitalistas. Cuando han surgido dirigentes valientes, comprometidos y decididos, de la talla de John Kennedy, Olof Palmer, o Hugo Chávez, prontamente han sido eliminados y apartados del camino. Es por esta razón que los pueblos del mundo deben participar activamente en colectivo y sincronizadamente, pues de otra manera, el enorme potencial comunicacional se convertirá en un arma que aumentará aun más nuestro involuntario sometimiento, convirtiéndose en el medio más represor del ser humano que jamás haya existido.

Recordemos lo que nos dice Noam Chomsky:

"La manipulación mediática puede hacer más daño que la bomba atómica, pues destruye los cerebros."

Una vez más, invito a todos los lectores para que nos sumemos desde este momento, desde nuestra posición y con los medios a nuestro alcance para aportar nuestro grano de arena y ayudar a cambiar el mundo que hemos vivido para dejar a las generaciones futuras, nuestros herederos, unas condiciones de vida mucho mejores a las que hemos tenido nosotros, lo cual es posible debido al enorme adelanto tecnológico que tenemos y por lo cual ellos nos recordarán sin duda, muy agradecidos.

20 /03/ 2018

Atentamente;



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Gilberto Hernández Ortíz

Graduado en la universidad Nacional de Colombia en Licenciado en Ciencias de la educación especializado en el área de Física y Matemáticas Postgrado en Educational Media en la Universidad de North Carolina A&T State University año 1984 - Greensboro, N.C Prof. Jubilado de la Univ. de Oriente (Núcleo Anzoátegui)

 gilnandez@hotmail.com

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