En el desarrollo histórico de la humanidad, la historia de la lucha de clases, aparece la guerra para el dominio de un pueblo por parte de otro; el pueblo vencido, los sobrevivientes, se convertían en esclavos de los vencedores, comenzaba la historia de la explotación, donde los esclavos trabajaban para sus amos. Para someter a los pueblos, los ejércitos sitiaban las ciudades para rendir a los defensores por hambre.
Hubo algunos episodios en nuestra propia historia. La batalla de San Félix, en 1817, estuvo precedida por un sitio de meses por parte de las fuerzas patriotas a la ciudad de Angostura -hoy ciudad Bolívar -. Los habitantes sitiados, después de haber comido a todos los animales, mascotas incluso, llegaron a comer el cuero de sillas y sillones, murieron de hambre hombres, mujeres, niños y ancianos, muchos enfermaron, pero no se rindieron, las fuerzas patriotas no pudieron entrar a la ciudad. Merece nuestro reconocimiento el sacrificio de esa población, aun cuando estaban defendiendo a la Corona española.
A nivel internacional, es conocido el episodio del sitio de la ciudad rusa de Stalingrado por parte del ejército alemán de Adolf Hitler, condiciones de guerra, sumamente difíciles, con bombardeos por aire y tierra. Pero los rusos no se rindieron, y la derrota y la retirada del ejército nazi, el fracaso de la invasión a Rusia aportó a la derrota total del nazismo.
Hoy, venezolanos y venezolanas estamos sometidos a un cerco económico y financiero sin precedentes en nuestra historia, por parte de la mayor potencia del mundo, presidida por el Nerón actual, léase Donald Trump. Necesitamos medicinas, tenemos hambre, nos escondieron hasta el dinero en efectivo, cada día se pone más difícil, nuestros hijos se van del país, pero nosotros no podemos rendirnos, no podemos claudicar. Es cierto que creemos que el gobierno no hace todo lo que debería hacer, que muchos de nuestros dirigentes corruptos son verdaderos mariscales de la derrota, pero todavía no tenemos opción, hay que construirla.
Como José Félix Ribas hace 200 años, tenemos que decir: No podemos optar entre vencer o morir Necesario es vencer !
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