Vacilar es perdernos, propicia palabra de Bolívar para en momento coyuntural dar el gran salto y liberarnos del anacronismo colonial significado en la alcaldía. Insiste su mentira, la no transferencia de poderes ni facultades legislativas ni parlamentarias, la Comuna ahuesa, estructura edil de intereses desestiman su ascenso, justifican no ser el momento histórico, atemorizan pronosticando el fracaso que ha sido su depreciada gestión de más de 500 años de pos colonial.
No ha habido ninguna independencia ni liberación; la corona tiene asiento en la provincia mental–cultural de descendientes de rimbombantes apellidos y de unos cuantos pendejos que se suponen de su linaje, de esos que han emigrado a lo que ellos consideran "La Madre Patria", dizque en busca de mejor vida y de plena democracia, allá, por los lares donde perdura la monarquía franquista fascista y donde se juzga la pobreza y se enaltece al noble de cuna, cultura de arraigo del cual no adolece la oligarquía-burgués venezolana intrínseca del súbdito a la memoria del no castizaje, de la pureza y realeza y de toda alcurnia.
Residuales históricos atropellan; alcaldía y gobernaciones no tienen cortes de Comuna, son antípodas, conservadoras y retrógradas, no concilian la idea de un pueblo empoderado, optan por la demagogia del ofrecimiento infructuoso, retardatorio, mezquino y poco leal y de continuación a ocultas, se conserva la dinastía del poder, la asamblea es reducida, no se amplía de pueblo ni de su decisión, claustra, administras bienes con tilde impositivo y de impertinencia constitucional, omite su calidad democrática por la cual ha de transitar hacia su Estado-Comuna, lejos del rumbo, equívoca ideológico sumido al desorden.
Se acorta el momento preciso, la oportunidad aleja posibilidades; negativa del poder de costumbre asecha al cambio para que éste no objete como único fin. La Comuna está en pico e zamuro, pestilencia política hiede mucho al pasado.-
