Binóculo Nº 296

El sujeto histórico

He dicho reiteradamente que la oposición no existe, sino un grupo de pandilleros apoyados por los sectores económicos del país que hicieron desastres durante dos guarimbas y que asesinaron a más de cien personas con métodos terriblemente brutales.

Los resultados electorales de este domingo, lo acaban de demostrar. La oposición no existe. Y ahora aclaro la cosa. No existe una estructura política con propuestas, planteamientos, conceptos y argumentaciones que indique la existencia de una fuerza política organizada que sea distinta a un gentilicio llamado chavismo. No existe. Y lo poco que existía, se fue desvaneciendo. Aunque existe, sin duda, el voto antichavista.

Y los resultados de este domingo, evidencian que enfrentarse a una fuerza telúrica como el chavismo, no es un juego. Sin duda el chavismo ganó por dos razones: por la gran capacidad de su maquinaria y el desarrollo de los mecanismos de control; y, simplemente, porque la oposición, o el venezolano antichavista, no fue a votar. Por eso me sorprende la alegría de ese chavismo militante en torno a la victoria. Si no hay contendor ni capacidad organizativa, es imposible ganar unos comicios. Sin contrincantes, era obvio que el chavismo ganara todo, incluyendo las juntas de condominio. En el caso de Carabobo, hasta me extrañó que no ganara Delhis Álvarez, quien por cierto hizo una campaña alejada de los símbolos del chavismo, como eliminar el color rojo e incorporar azules y morados. Supongo que fue una estrategia para atraer al elector sandiegano, aunque no funcionó.

Pero, además, es evidente que hay una precariedad angustiante de liderazgo en todo el país. Acaban de ser electos alcaldes, incluso algunos que eran opositores, guarimberos y asesinos pasados a las filas de chavismo, que no tienen idea de lo que dicen, no tienen idea de lo que es un municipio y no tienen idea de lo que es un país, como este superintendente de la criptomoneda nombrado por Nicolás, ex suplente de María Corina, que ni siquiera es economista. Misterios…

En la propuesta de reforma que se perdió por votación de los propios chavistas, y que fue el "1% de mierda" que calificó Chávez, ¿recuerdan? estaba contenido un modelo de Estado en donde paulatinamente morirían las alcaldías para dar paso una nueva estructura de gobierno que se conectara más directamente con el pueblo y que efectivamente fuera protagónica. Yo no vi a uno solo de los candidatos, en estos comicios, ni de un lado ni de otro, hablar sobre qué hacer con el municipio. Cómo se integraría a la gente a éstos, cómo serían las decisiones de gobierno, cómo se aprobarían los presupuestos, cuáles obras tendrían prioridad, cómo se encararían el problema de los servicios públicos. Nada de eso estuvo plasmado en algún plan de gobierno presentado a los medios de comunicación (incluso el discurso político fue desplazado por la actuación de artistas de poca monta que cantan imbecilidades) Sobretodo el más importante de todos: la participación de eso que Chávez llamó el poder popular, el constituyente, el sujeto histórico, el pueblo organizado que debería jugar un papel fundamental en este proceso político.

Era obvio que el chavismo iba a ganar todo. Con analizar un poquito, esa es la conclusión casi inmediata. Una oposición que no existe, y que de paso está a la desbandada, genera ese abandono y el desánimo de la gente opositora por acudir a los comicios.

Pero en política es obligatorio analizar, razonar, medir, usar variables, hacer preguntas, cuestionar. Y creo que la más importante es por qué disminuyó la participación del elector. Porque ya sabemos que históricamente la gente demuestra poco interés por las elecciones municipales, que debería ser al revés. Es decir, un 60% histórico que según recuerdo cambio un poco en el 2002, cuando Chávez se echó la campaña en el hombro. El triunfo de estas elecciones, más bien debería obligar a despertar las alarmas: Cómo enfrentar la grave crisis económica que vive el país y que el gobierno la está afrontando a fuerza de cajas clap y tickets de 50 mil bolívares, que no resuelven el problema, pero mitiga la angustia de la gente.

Pero es urgente y necesario por ejemplo, asumir el gravísimo problema del transporte que ya tiene visos de tragedia cuando la gente paga dos mil bolívares por montarse en un camión, o el problema del lubricante para carros cuando un litro llegó a la astronómica suma de 600 mil bolívares. Vale decir, echarle cuatro litros a un carro cuesta 2.4 millones de bolívares; o resolver el grave problema de los cauchos, las baterías, los repuestos y los precios de los alimentos que suben sin misericordia alguna. Eso es tarea del gobierno nacional, pero también del gobernador y de los alcaldes.

Sería un irrespeto decir que el triunfo de este domingo, es una alegría de tísico, porque sin duda es una victoria contundente, pero también sería una ilusión creer que estos resultados resolvieron el problema que día a día enfrentan los venezolanos. Y claro, el que no va a la calle, no oye de qué tamaño es la gravedad del problema. Y que, además, no se va a resolver tan fácil porque no hay duda de que existe un sabotaje económico. El simple hecho de que el gobierno tenga los dólares para comprar materia prima, pero la banca internacional no los reciba, ya es un acto de sabotaje. O que Polar produzca al ritmo que le de la gana y modifique los precios cuando le de la gana, ya es un sabotaje a la economía; o que en el mercado mayorista de Tocuyito el gran negocio sea la venta de dinero en efectivo por el que se ganan hasta el 20 por ciento, ya es un sabotaje a la economía.

Ah, entonces deberíamos decretar una economía de guerra, con un control estricto de la producción y de la distribución, pero que no esté en manos de los militares, que destruyen todo, sino en manos del poder popular que es capaz de organizarse para eso y para más; y que, además, sería el gran aliado del gobierno en momentos de crisis como estos.

De estos es lo que debemos hablar y estos es lo que deben asumir los nuevos alcaldes. Un problema que es terriblemente complejo y no tan fácil de resolver. Pero no hay forma de enfrentarlo sin la participación del sujeto histórico. Es el llamado a resolverlo.

 



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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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