Masificación de derechos, un delito para las oligarquías

Las Misiones son la ventana a la democratización de los derechos, son el hurgar en lo recóndito del pueblo e ir satisfaciendo necesidades, e irle transformando en la mayor felicidad posible. A contraparte del sistema plutocrático, se busca la libertad del ser, que por ende libere a la humanidad; el derecho encierra en sí estabilidad económica-política-social, son esos proemios de garantía en una sociedad, su equidad armoniza al actuar del contradictorio y de distintas ideas.

La humanidad ha sido mal caracterizada; el credo/fascismo aunado al racismo se privilegió de supremacía, del hegemón, que desde su nacimiento generó la desigualdad entre mismos iguales; y fue y ha sido la "imagen", es de su cantera religiosa de donde proviene la piedra angular de descomposición social. Las oligarquías conservan o se aseguran bien de que el oscurantismo no sea letra muerta, de que "libros sagrados" dirijan el destino de la humanidad, se lee la palabra, y ésta perpetúe criterio obligante, no modifica ni evoluciona, deja al mundo en el oprobioso pasado, en un presente repetitivo y un futuro incierto.

Minorías poderosas se conforman en oligarquías, mangonean y reglamentan el derecho; es de su prioridad y de control absoluto tener en su poder medios de producción, son dueños generacionales de fábrica y de todos sus afluentes: distribución, comercialización y mercadeo, son amos del capital para masificar la explotación, dejan ver su misericordia al obrero, crean niveles competitivos con división de clase, no sólo es explotado el obrero, el "profesional" venido de su sistema educativo, es adecuado para ser perro guardián, el cual muerde la dignidad del semejante en aras de llegar a tabular para convertirse en socio patrón, ser directivo de mucha importancia que vele en pro de intereses de la "empresa" (C.A. Y/O S.A.).

La máscara de las ruines maniobras es llevada por Gerencia General en contubernio con "Recursos humanos" y Gerencia Jurídica. Esta trilogía se encarga de implantar inhumanas condiciones para que nunca escasee la necesidad del explotado, que éste sienta que esa limosna laboral es ayuda social, cuando en lo real no es más un parapeto que disimula ser Recurso Humano en manos de un emisario de la oligarquía que masifica la explotación.



 

 



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Omar Ignacio Pinto


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