Binóculo Nº 295

Pdvsa y Luisa Ortega Díaz

El cuento de Pdvsa es una copia al calco del caso Luis Ortega Díaz. Respetando las distancias, por supuesto.

No recuerdo si fue en el 2005 cuando la denuncié por el despido masivo de fiscales camaradas que no respondían a los intereses de ella y su esposo, quien, por cierto, siempre estuvo en las altas esferas del poder y fue un diputado sempiterno del Psuv. No me hagan creer que nadie sabía de sus operaciones, por favor. Sería bueno saber a cuántos les dio dinero o contratos para que mantuvieran el silencio. Cuando hice la denuncia, algunos importantes jefes del chavismo salieron en defensa de LOD. "Que bolas tiene Olmos, decir eso de una camarada, comprobadamente revolucionaria", dijeron algunos conspicuos jefes del chavismo en Carabobo, haciendo ver que cómo a un pobre diablo como yo, se le ocurría decir semejante barbaridad en contra de una revolucionaria de esa trayectoria. Por supuesto, se olvidaron del Che, quien decía que un militante debe demostrar todos los días que lo es, de lo contrario, deja de ser un revolucionario.

Carlos Andrés Pérez será recordado en la historia como el jefe del genocidio que se cometió en el país el 27 y 28 de febrero de 1989. Pero yo también lo recordaré por dos frases que siempre me parecieron geniales y que deberían quedar para la posteridad. Una fue en plena crisis política, cuando hasta su partido le había echado la burra pa´l monte que dijo: "llueve y escampa". La otra frase me pareció digna de Rómulo Betancourt, no solo por su folclorismo, sino por su precisión: "Hay dos cosas que no se pueden esconder, la tos y los reales".

Y ahora pregunto: si usted ve a una persona que le asignan un cargo importante en cualquier entidad del Estado, y de la noche a la mañana aparece con lujosos carros, comprando yates, mansiones lujosas, cuentas en dólares en bancos extranjeros, viajes al exterior. Ni siquiera hace falta que en principio sea investigado. Es definitivamente un ladrón, pero sin ninguna duda, además. Ese funcionario, de inmediato tiene que ir preso y estará preso mientras se realizan las investigaciones, no al revés porque siempre se escapan. Si un policía aparece con un carro Toyota, o se lo robó, o es producto del matraqueo, o tienes vinculaciones con el hampa, o es un narcotraficante. Ergo, la policía es delincuente por definición. No porque ese policía no tenga el derecho de tener un Toyota, sino porque simplemente sus ingresos no dan para eso. Es lo mismo, en escala diferente, pero es lo mismo. De dónde saca un comisario para tener una Toyota Tundra, por ejemplo.

Y ahora me van a echar el cuento de nadie sabía lo que estaba pasando en Pdvsa. Nadie sabía lo que ocurría en la principal empresa del país y una de las más importantes del mundo.

Hace como 30 años, una prima que trabajaba allí, se reunió conmigo en dos oportunidades para tratar temas personales de familia. Fue suficiente para que la llamaran de seguridad y le preguntaran que si tenía problemas con su esposo porque se había reunido dos veces conmigo y no sabían quién era yo. Así funcionaba la seguridad en esa empresa. Y ahora resulta que uno de los principales jefes de PCP, que en términos ramplones es la seguridad de la empresa, está preso por choro, un excomisario PTJ, Díaz Paruta, que de paso era el jefe de seguridad de Diego Salazar hijo, quien, a decir de Douglas Bravo, es tremenda joya. Es decir, cómo en una empresa que es estratégica, sensible a todo tipo de espionaje industrial, no es monitoreada no solo por el Sebin, sino por la DIM. Que yo sepa, todos esos sistemas de seguridad, tienen contraseguridad o asuntos internos, o vainas que impidan se escape alguna información de importancia.

Pero ahora resulta que había incluso cinco ejecutivos nacionalizados estadounidenses y nadie lo sabía. Es decir, ellos, con esos niveles de responsabilidad en la empresa, no informaron a su país que se había nacionalizado, y el país no lo sabía porque sencillamente sus sistemas de espionaje tampoco sirvieron para un coño.

Están desenmadejando una tela de araña que apenas se ve, pero es obvio que es mucho más profunda. Y a quién le van a meter ese cuento de que no sabían lo que estaba pasando en Pdvsa. Hasta lo sabía yo que soy un pobre ignorante. Y eso que no se han metido para sus empresas filiales, pero quién no sabe que Petrocasa es un antro de la delincuencia, o Pequiven es una vaina que sirvió para crear una dinastía que estaba por encima del bien y del mal. Le jugaron kikirigüiki a Chávez, con la fábrica de tanques de agua, con la de rotomoldeo, con la de pañales desechables y con un montón de fábricas y le decían que todo estaba perfecto. Y cuando el pendejo de Chávez finalmente aceptaba que lo habían jodido, agarraba tremendas arrecheras, pero no hacía un coño. Como la Petrocasa de Barinas, su tierra natal, donde aplanaron el terreno, lo cercaron y lo anunciaron con bombos y platillos: "Aquí se construirá Petrocasa Barinas". Que bolas, vayan a ver el monte que se tragó hasta el aviso. Allí están quienes los llevaron a la tumba, toda esa manga de vándalos que eran intocables y que han hecho del proceso una comiquita.

Y por eso es que cuando sale el pana Tarek a decir que los tipos eran malos y tenían todos esos negocios, me arrecha mucho porque siento que me está orinando la cara y a la gente. Porque, además, hay un montón de pendejos que se creen todo ese montón de pendejadas. El combate a la corrupción. Hasta hora no hay un solo general, ni un solo coronel entre los presos y los solicitados allí en Pdvsa y sus empresas filiales; y por favor, todos sabemos que no existe una empresa donde hayan estado que no la hayan vuelto mierda. En oriente hay un patio donde hay cinco plantas gigantescas que se compraron a los chinos. Nadie sabe explicar, pero al parecer quienes las compraron solo lo hicieron para ganarse unos miles, o millones, de dólares, porque nadie sabe para qué sirven. Lo que sí se sabe es que están allí cogiendo agua, sol y sereno, totalmente nuevas.

Este es un país donde cada quien sabe dónde está cada quien. Recuerdan a Gonzalo Barrios, el dirigente adeco, fue quien dijo que la gente robaba porque no había razones para no robar. Ahora roban porque sencillamente no hay castigo. Y los jueces no castigan porque también son choros, confabulados con el sistema policial, el sistema judicial y el penitenciario.

Eso es exactamente lo mismo que ocurre en Carabobo, pero en otra escala. El carro de Drácula camina contra un abasto, un supermercado o una panadería, pero ni por el coño van a la Polar y le preguntan porque carajo aumenta cinco, seis y hasta siete veces los precios de los artículos en una semana. Y siempre queda como culpable el chino o el colombiano que tienen obligatoriamente que modificar los precios. Nadie ha visto ni verá el carro de Drácula en el mayorista de Tocuyito, gen de todos los males de la especulación en Carabobo, donde no solo se vende mercancía, sino también dinero, billete en efectivo. Por qué no va el carro de Drácula al mayorista, porque allí está el poder del gobierno verde, que es el verdadero gobierno.

Hasta que demuestren lo contrario, lo de Pdvsa, al igual que lo demás es un pote de humo de cara a las elecciones de este domingo. Después no va a pasar más nada porque los bomberos no se pisan la manguera. Es una película que ya hemos vivido, por cierto, con este Fiscal, pero cuando era Defensor del Pueblo, y antes gobernador. Nada nuevo bajo el sol.

Caminito de hormigas…

Hablando de corrupción, lo de las cajas Clap es para coger palco. Ese negocio con los perniles va viento en popa. Adivinen quiénes lo manejan… Conozco un tipo que maldice todos los días a Chávez y a Maduro, todos los días. Incluso cuando fue a sacarse el carnet de la patria, lo dijo, "estoy aquí porque me obligaron a sacarme este carnet de mierda, pero por mí si ya murió Chávez, que ahora se muera Maduro". Pues como les parece que le salió el bono de los 500 mil… Y tengo una amiga, madre soltera de dos chamos, trabajadora incansable, sin casa, a quien nunca le han dado un coño, ni siquiera una caja Clap.



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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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