Hoy 20 de Octubre, fecha significativa en cuanto al mensaje del Cmte., Supremo Hugo Chávez cuando ordenó un "GOLPE DE TIMÓN" en base a debilidades existentes en el desarrollo de la REVOLUCIÓN BOLIVARIANA; a propósito de la integración del equipo de gobierno del recién electo gobernador Rafael Lacava, con el respeto a sus integrantes por el legítimo derecho que les asiste a ser nominados a cargos a la administración pública; con el mayor sentido constructivo de toda crítica revolucionaria, observo en la decisión del camarada Rafael Lacava que ni siquiera vio el video "Golpe de Timón"; por el contrario, predominó en su acción criterios guiados por espíritu y conducta de libre pensador o acción independiente, ignorando su compromiso con el GPP, es decir son de los que dicen: "…el pueblo me eligió, ahora mando yo y mi equipo lo integro a mi manera y con mi gente…"; sin importarle que su éxito no es personal, se debe, entre otras cosas, a la disciplina, organización, esfuerzo y perseverancia de los activistas de vanguardia de una alianza llamada GRAN POLO PATRIÓTICO; y en especial el aporte invalorable de la militancia revolucionaria organizada en el PSUV. Tal comportamiento individualista y personal tuve la oportunidad de vivirlo y combatirlo de cerca en mi condición de diputado regional en el Consejo Legislativo de Carabobo cuando en una sesión del organismo un diputado del MVR (MOVIMIENTO QUINTA REPUBLICA) brincó la talanquera y utilizó un argumento similar al testimonio expuesto anteriormente.
No se si peco de subjetivo en la apreciación del equipo en cuestión, pero la única cara conocida por mi es quien les juramentó, Rafael Lacava. Por otra parte en el acto no aparece ni por cortesía nadie del gobierno anterior y mucho menos algún representante partidista del GPP, del PODER POPULAR o alguien del entorno social cívico-militar revolucionario.
Pero pensando desprejuiciado y autocríticamente, apegado a la lógica dialéctica y a la praxis revolucionaria, hagamos abstracción a la acción personal de LACAVA y vamos a lo que quiero plantear: ¿cómo integrar un equipo de gobierno?, según las premisas de la "RELACIÓN PARTIDO-GOBIERNO-PUEBLO". Trataré de concretar dichas premisas de forma tal que recojan el sentimiento solidario que podría emanar, 1) de un presunto olvido a conciencia del funcionario, por ejemplo, en éste su primer acto como gobernador, 2) de una NO INJERENCIA PARTIDISTA DEL GPP y dejan en libertad al funcionario que lo haga personalmente; y 3) como una acción concertada políticamente.
- De darse esta primera conjetura, estaríamos en presencia de un político libre pensador independiente; lo cual, según propia confesión de LACAVA es militante del PSUV.
- Si el PSUV deja en libertad a LACAVA para que decida su equipo y el PSUV se abstiene de injerencia, el PSUV está subestimando a su activismo militante y desestimando también la alianza del GPP.
- En tercer lugar, de haber ocurrido alguna concertación que dio como resultado el equipo juramentado; es la aplicación correcta del CENTRALISMO DEMOCRÁTICO QUE DEBE GUIAR TODA ACCIÓN DE SELECCIÓN O ASIGNACIÓN DE RESPONSABILIDADES A UN MILITANTE DE LA ORGANIZACIÓN.
Finalmente señalaré algunos elementos que me indujeron aclarar conceptos de democracia interna que están planteados en los actuales momentos en la toma de decisiones de los amigos del liderazgo partidista y del gobierno:
- La militancia de las organizaciones políticas revolucionarias no son relleno propagandístico, son potencialmente una fuerza de acción revolucionaria capaz de asumir responsabilidades de cualquier nivel tanto en la lucha como en una gestión gubernamental cualquiera de la revolución.
- Cuando se habla de partido se involucra al colectivo militante y no se refiere solo a VOCEROS DE DIRECCIÓN.
- Las instancias gubernamentales: Presidencia, Gobernaciones, Diputados, Alcaldes, Militares, etc, deben planificar, mandar y gobernar respetando disciplinadamente la DEMOCRACIA INTERNA para trazar directrices, planes y orientaciones que deben ser concertadas democráticamente a lo interno del partido, desechando las decisiones unilaterales, autoritarias y personales de los funcionarios. Por supuesto que el partido, previamente, debe haber consultado y/o debatido la materia a plantear a los entes gubernamentales.
- En síntesis, el partido ordena y manda los entes gubernamentales y no al contrario, como en la práctica sucede.
