Retos y perspectivas de la revolución después del 15-O

Los resultados electorales de las elecciones regionales del este domingo 15 de octubre vuelven a sorprender a propios y extraños. El sufrimiento causado al pueblo mediante las acciones vandálicas de la derecha, los ataques a nuestra economía, la guerra mediática global y los serios errores del gobierno bolivariano no han sido suficientes para sumir en la desesperanza a los electores venezolanos. Con una participación del 61%; cifra nada despreciable para este tipo de eventos electorales, los candidatos del Polo Patriótico han alcanzado 17 de 23 gobernaciones, pudiendo llegar a 18 si se concreta la victoria en la importante gobernación del Estado Bolívar, que se dirimirá en las próximas horas.

No hay dudas del carácter democrático del sistema político venezolano. Nuestra gente prefiere la participación cívica a la violencia desatada. La oposición tiene hoy que administrar la pesada carga de la derrota, pero también tiene una gran oportunidad de reflexionar y rectificar sus derroteros. Estos resultados son consecuencia directa de sus actos erráticos y desacertados. Hace apenas 2 años conquistaron una importante victoria en la Asamblea Nacional, y sus permanentes luchas intestinas, su falta de talante democrático y su inusitada entrega a intereses foráneos los ha hecho extraviarse en la ciénaga del desafuero, y la pérdida del poder, a pesar de que el gobierno bolivariano no ha podido controlar las variables fundamentales de la economía y ha seguido insistiendo en la improvisación y el sandungueo a la hora de dar pasos efectivos hacia la consolidación de un cambio estructural en la sociedad venezolana.

Es tan importante para el chavismo haber ganado estas elecciones, como dar una interpretación adecuada de los resultados. Es hora de dar respuesta efectiva a todos los venezolanos que depositamos los votos a favor de los candidatos a la Asamblea Nacional Constituyente y a las Gobernaciones. El primer elemento a corregir y a profundizar está en el ámbito ético. Es hora de acabar definitivamente con la impunidad de los corruptos. Ojalá que el Fiscal General tenga la fuerza y la constancia suficiente para continuar y triunfar en la lucha inquebrantable contra el latrocinio y otros vicios presentes no solo en PDVSA, sino también en otras empresas e instancias del estado, en las que notamos súbitas riquezas que se ostentan ante la necesidad de las mayorías.

Es deseable que el chavismo tenga la humildad necesaria para entender que esta ratificación de la confianza popular no es un cheque en blanco. Es una responsabilidad enorme trabajar con orden, en coordinación y con transparencia para lograr objetivos estratégicos de transformación estructural, que nos apuntalen a nuevo modelo económico productivo y socialista. Los gobernadores y el gobierno nacional tiene que unirse en un todo de emergencia nacional para atacar los problemas que tanto golpean la estabilidad de la vida social nacional. Problemas a los que la población, hasta ahora, no le encuentra respuesta en la propuesta política, cada vez más confusa e invisible, de la oposición.

La planificación y el control de la gestión gubernamental son los requerimientos básicos para recuperar la confianza en los actores aliados y lograr modificaciones sustanciales a favor del bienestar general de la nación, haciendo uso óptimo de los recursos y equilibrando las cargas que hasta ahora, a pesar de los esfuerzos del gobierno por evitarlo, se sustentan cada vez mas sobre los hombros de los más pobres.

Por tanto, hoy celebramos la victoria, mañana debemos leer con cautela y responsabilidad estos resultados, para dar al país una respuesta acorde con el compromiso y la constancia que ha mostrado nuestro pueblo al rechazar la violencia y seguir expresándose cívica y pacíficamente, a través del voto y del dialogo político con el adversario.

cantonio_dg@yahoo.com


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