Y dale que dale a la sin hueso, el pueblo y Maduro reclamando se ejerzan los deberes de gobernadores y alcaldes; pueblo cansado de tanto atropello ha sido frenado, porque está a tirito de resolver la vaina a su manera, solo que su grado democrático intercede y su conciencia revolucionaria despliega cordura.
Cada día se acentúa más, que transfieran esos dos inoperantes espacios, aún son imagen y figura de la pre y pos concepción colonial, usurpan poderes que son propiedad constitucional de Consejos Comunales y Comunas, esas figuras son desperdicio político, lo viejo jaspeado que no fenece. Por eso es que su comportamiento es atípico de la idea, es traba involutiva de la revolución.
Su ética desdice, desluce del Plan de la Patria, es todo converso, porque es continuidad del pasado enquisto en el presente sin futuro, huérfano de pueblo y ávido de su faceta colonial.
Dentro de cotidianos acontecimientos políticos del día actúan sin una posición ideológica acorde, hay una fulana autonomía grupal troceada; y aunque hay excepciones, éstas son minoritarias, porque no han entendido que de lo que se trata es de constitucionalizar el nuevo Poder Integral Popular.
El pueblo ha padecido de todos los desmanes de una enfermiza oposición ante el reposo accionario de muchos gobernadores y alcaldes que se hicieron de la vista gorda, que no asumieron ni asumen la responsabilidad de salvaguardarle, conferida por el pueblo con su voto. Se signan y se aferran a lo viejo para no perder poder ni transferirle al originario; y que alguien diga, si esa actitud no es pre-pos colonialista que se respalda en esas dos figuras anacrónicas.
Aun la sangre no llega al río; pero de no cambiar, de no ir entregando el poder concerniente a Consejos Comunales y a Comunas, el agua del río tornará su tonalidad ideológica y no tardará la sangre en tintar de ideario al río. Hay una sola ventaja; y es que el pueblo no es el mismo, cambió, se bien dotó de mucha conciencia y aprendió política, aprendió como pescar en río revuelto de los peces gordos, es asambleísta Constituyentista, le da utilidad de colectivización. Es tiempo de cambios estructurales y radicales; manguarear puede costar el retroceder y dar cancha abierta al desorden, sería sacrificar millones de vidas.
Por el bien de la revolución sería bueno que gobernadores y alcaldes depongan de su desidia y de que se emprenda la osadía a montarse en el impostergable Gobierno Comunal; sería la mayor ofrenda a nuestros aborígenes, a nuestros libertadores, a nuestro inmortal Comandante Supremo, sería reivindicarse con el pueblo, sería impulsar la revolución hacia su propio destino, sin patas cojas, sin negociaciones indebidas que justifiquen el mantenerse en el poder; solo el pueblo da uso perfecto de él, porque solo el pueblo es inderrotable, lo demás son mentiras piadosas-políticas comprendidas de la demagogia. Más claridad y sinceridad con el pueblo para que se ostente de un verdadero socialismo….-
