Defenestrar con magnicidio es ultimátum imperial

Los imperios son lo que son; ni el crimen ni ninguna de sus otras opciones se desestiman, y aún más, cuando la desesperación incomoda a los emperadores y cuando sus intereses geopolíticos penden de un hilo. Esa situación tiene hoy actualidad; han surgido en la América del Sur recios liderazgos que carcomen el poder de lo que fuere aquel fin de la historia, se está demostrando que no es así, que a la mentira se le caen máscaras, que por centurias engañó, pero que todo sale a la luz y a los ojos de los pueblos.

Fidel se mantuvo hasta el último segundo de su vida y respiro fue la excepción no pudieron con él y de igual Mandela; pero surgió de Venezuela un líder fuera de lote, como dice Pepe y la historia geopolítica giró 360°, el imperio se encargó de que fuera corta su existencia, lograron forma de cómo asesinarle y que pareciere muerte natural, Néstor corrió también con esa mala suerte. Los cipayos del Sur anunciaron la derrota de la revolución bolivariana y del progresismo, en poca parte captaron algo, no democráticamente como es su costumbre: Honduras siendo América Central fue objeto de la barbarie, seguido Paraguay y Brasil, maniobras psico-publicitarias y se hacen de Argentina, pero al igual que la Cuba de Martí y de la Nicaragua de Sandino, la Venezuela bolivariana es muy dura de roer.

Nuevas organizaciones fuera del control de EEUU apalancan la lucha de liberación y de soberanía; crece, aumenta en lo descomunal la irritación gringa, mientras y aunque con grandes escollos, la revolución no se detiene, avanza, el hijo de Chávez salió de lo mejor y le causa dolorones de cabeza al imperio y a la oligarquía pro gringa.

El imperio se ha agotado en demasía ensayando todas sus argucias, hasta la del magnicidio, pero no le descarta y en estos cruciales momentos ha de estar maquinado cómo ejecutarle; duro golpe lo de la Cesta de Monedas le ha dado en la madre, su tigre de papel propenso a que le devore fuego democrático, está a punto de volverse cenizas económica, el mundo económico no va a desperdiciar tan magna oportunidad, el yugo división es parte del canibalismo neoliberal y el imperio cae en su propia trampa; y su sábado es inminente.-

 



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Omar Ignacio Pinto


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