Canciller: El 11 en Ginebra, el pago a pensionados en el exterior también es un Derecho Humano

Más de veinte (20) meses sin recibir la pensión en el exterior durante los cuales NINGUNA autoridad del Gobierno de Venezuela ha abierto la boca para informarnos a los pensionados en el exterior el por qué nos han suspendido las pensiones desde Enero de 2016 cuando el Ministro Pérez Abad manifestó que "los pensionados en el exterior no son prioridad para el Gobierno y se les irá enviando dependiendo del flujo de dólares"; ni cuándo volverán a pagarnos, o si moriremos antes de ver nuestras pensiones de nuevo,  es una violacion de un derecho humano fundamental que no debe olvidar exponer en el Consejo de DDHH en Ginebra el próximo 11 del presente mes y, tal vez, aprovechar tal magna oportunidad internacional para recordarse que existimos, aún cuando muchos ya han muerto de mengua, enfermedad e impotencia.

Convenios Internacionales y leyes han devenido letra muerta en este caso, cuando no solamente se viola un derecho humano fundamental, sino también un derecho a la propiedad. Mientras usted esté hablando del respeto a los Derechos Humanos en Venezuela, la legitimidad y defensa de la ANC como órgano supraconstitucional y omnipotente, pensionados en el exterior han sobrevivido gracias a bancos de alimentos, Caritas y Cruz Roja, en una edad que como usted, estoy segura, sabe, las capacidades físicas, biológicas y psicológicas merman de tal manera que sólo la incertidumbre sobre la inseguridad económica a la cual nos tiene expuesto su gobierno, se convierte en un precipicio a la muerte. Claro que estamos en edad cronológica de morir! pero nos está dando su gobierno un buen empujóncito y que al menos tengamos para pagar el entierro hasta ahora, pagado por los Ayuntamientos -al menos aquí en España-, por los sobrevivientes carecer de dinero.
 
Ilustro:  “…es difícil precisar qué son los derechos humanos porque su definición, su misma existencia, depende tanto de las emociones como de la razón. La pretensión de evidencia se basa en última instancia en una cualidad emocional: es convincente si toca la fibra sensible de toda persona. Además, casi siempre hay seguridad de que se trata de un derecho humano cuando se siente horror ante su violación”.

"Entonces ¿no debemos horrorizarnos cuando vemos en el informe de la Alta Comisionada que las personas mayores que reciben cuidados a largo plazo tienen poco o nada que decir sobre la forma en que quieren vivir y que no se respeta su autonomía? ¿y que la mayoría de las personas mayores consideró que la discriminación por edad, el maltrato y el estigma asociado a la vejez eran muy frecuentes ....... y que se les concebía más como una mercancía que como ciudadanos con derechos?
........
"Por lo mismo ¿no deberíamos horrorizarnos cuando el 80% de las personas mayores en el mundo no reciben ni jubilación ni pensión?, según datos de la UNFPA* (
nosotros, venezolanos ancianos pensionados en el e
xterior, entre ese horroroso porcentaje).

"Durante 2013 la oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas realizó una consulta sobre la situación de los derechos de las personas mayores donde se ponen de manifiesto las principales dificultades que presenta este grupo. Del análisis de 34 países, el 41% identificó como uno de los problemas principales el cuidado de las personas mayores, el 35% la falta de toma de conciencia sobre su realidad y sus derechos, el 32% la salud, el 26% las pensiones, el 21% la discriminación y el maltrato y el 17% el trabajo."
 
Lo anterior formó parte del Discurso de la Dra. Mónica Roqué, Presidenta del Foro Social sobre Derechos Humanos de las Personas Mayores celebrado el 1 de Abril de 2014 en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Ginebra; Foro que usted pisará este 11 de Septiembre.
 
Así como "El General no tiene quien le escriba", nosotros no tenemos quien nos de una respuesta; aunque hemos escrito hasta a la Corte Celestial parece ser que nuestro abandono es un tema tabú por lo antinatural, supongo. Qué desgracia hacernos sentir que perdemos el sentido de pertenencia a nuestra Patria por el olvido, negligencia, reprochable silencio y desprecio del Gobierno, en edades cuando más protegidos debemos estar. 
 
Uno no quiere a su Patria por ser la más bonita o la más rica: queremos a la Patria porque es la nuestra que, como la familia, nos da sentido de pertenencia y lo que sentimos ahora con este olvido, silencio, bloqueo y abandono, es que nos están arrancando ese sentido de pertenencia por la cobardía o conveniencia política -no se-, de aclarar nuestra situación y tirarnos al cesto de la basura. 
 
Para finalizar, deseo públicamente agradecer a Aporrea, medio que me ha dado cabida al reclamo de este derecho desde el pasado año cuando nos pusieron la soga al cuello.  No soy fastidiosa. Solo cuestiono la indiferencia ante situaciones violatorias de derechos e injusticia; y cobarde silencio vejatorio de la dignidad.
 
* Fondo de Población de las Naciones Unidas
 


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