De golfistas, golpistas, y reformistas

"Me dicen que Barreto quiere sembrar plantas Caracas en La Lagunita. Así que La Lagunita se va a ver toda roja",
Hugo Chávez Frías, 7-9-2006


El 22 de Agosto, en el acto de instalación del Consejo Metropolitano, el alcalde Juan Barreto pronuncia un discurso torpe y contradictorio, en el que arremete en contra de los alcaldes de Chacao y Baruta. Previsiblemente, errores como el de hablar de una "clase media putrefacta" fueron aprovechados con saña por los medios de comunicación opositores.
En el marco de este discurso, Barreto anunció la expropiación de los campos de golf de La Lagunita y Valle Arriba.


La opinión golpista

Al día siguiente, en rueda de prensa, Leopoldo López se queja de que Barreto le robó la idea de la expropiación de los campos de golf. Como reseña Alberto Aranguibel, el alcalde "incluso se permite mostrar unos planos de proyectos de construcción en los manidos campos de golf, y hasta a hablar de democratización de los espacios públicos. Así nada más; como cualquier comunista de rancia estirpe, pues."


La opinión golfista

Loly Álvarez, periodista de El Nacional, afirma el 31 de Agosto, que las canchas de golf del Country Club y Valle Arriba "son reconocidas como dos de las más céntricas del planeta". Así, adquiere relieve el hecho de que estas canchas constituyen una rara excepción a nivel mundial: en pocos centros urbanos se pone de manera tan grosera el privilegio de unos pocos golfistas por encima del interés general.
Frente a esta situación, hay golfistas que demuestran un criterio equilibrado: "En realidad, si se cierran los clubes en Caracas, a la larga sería positivo si tuvieramos la posibilidad de montar en otras regiones un complejo de golf para la práctica y la enseñanza." (Henrique Lavié, comisionado del "Tour de las Américas").
Otros, caen en el humor involuntario. Según Rafael Pérez Hernández, presidente de la Federación Venezolana de Golf: "No es un deporte elitesco. Ese mote se le endilgó porque en el siglo XIV sólo los reyes podían practicarlo. Ahora todos lo pueden jugar".


La posición del gobierno nacional


El 30 de Agosto, un comunicado de la Vicepresidencia de la República anuncia que el gobierno "no comparte la decisión adoptada por el Alcalde del Distrito Metropolitano de Caracas", por considerar que se podría estar afectando "normas constitucionales y legales de la República Bolivariana de Venezuela". Aclara, sin embargo, que corresponderá a las instancias judiciales fijar un criterio en esta materia.

Agrega que el gobierno nacional tiene planes en materia de vivienda y hábitat que no contemplan recursos para la expropiación de los terrenos en cuestión, y que en todo caso se ha buscado en estas políticas estimular "la desconcentración poblacional de la ciudad de Caracas, tomando en cuenta el déficit en servicios y espacios públicos que la caracterizan, así como la necesaria protección de áreas verdes y de recreación de la ciudad. "
Concluye que "el contenido de los Decretos mencionados es de la exclusiva responsabilidad de la Alcaldía del Distrito Metropolitano de Caracas."

Resulta extraño que se invoque en argumentos legalistas la protección de la propiedad privada, luego de que el gobierno nacional ha realizado decenas de expropiaciones en todo el país. Claramente, estas expropiaciones no violentan el derecho a la propiedad, y en el caso de los campos de golf, tampoco. En palabras del abogado constitucionalista y diputado nacional, Carlos Escarrá, publicadas por aporrea.org el 29 de Agosto, "la expropiación es una institución de derecho público que garantiza y reconoce el derecho a la propiedad y lo que hace es sustituir un derecho real por un derecho de crédito que es el derecho a la indemnización".

Más extraño aún es hablar de proteger "áreas verdes y de recreación de la ciudad". Que éstas áreas sean de la ciudad, y no de un puñado de privilegiados, obliga a que se tome la medida de expropiación. La proporción de estas áreas verdes que deba mantenerse y acondicionarse para el esparcimiento público, y no sacrificarse a la construcción de viviendas, sí es algo perfectamente debatible, en función de lo planteado en el comunicado de la Vicepresidencia.

La Alcaldía Mayor respondió aclarando algunos aspectos relativos al comunicado de la Vicepresidencia. Sobre la legalidad de la medida, anuncia que ha solicitado un pronunciamiento al Tribunal Supremo de Justicia.
Sobre los recursos, aclara que "la adquisición forzosa de estos terrenos se llevaría a cabo con los recursos que adeudan ilegalmente algunas alcaldías menores del Área Metropolitana", monto que sumaría más de un billón de bolívares.

Sobre la cuestión política de fondo, el alcalde Juan Barreto escribe en el mismo comunicado: "Es la voluntad política la que gana la conciencia del pueblo y crea las condiciones para una Revolución Socialista y Democrática, no la conciliación sin principios. Esto lo compartimos plenamente con nuestro Presidente. Una política de reconciliación y de paz social debe colocarse al interior de la vida, es decir asumir las contradicciones que existen en la sociedad."

La opinión reformista


La columna de Mary Pili Hernández en El Nacional, lleva por título el 31 de Agosto "Más papistas que el papa". Allí se lee una posición que conviene considerar, pues toca la sustancia política del asunto, pero desde una perspectiva radicalmente distinta.


Escribe la entonces vicecanciller:
"... se encuentra uno por el camino con actores políticos que, seguramente con muy buena intención, pretenden forzar la barra de los cambios, sin tomar en cuenta las opiniones del colectivo. En otras palabras, hay quienes consideran que deben ser más revolucionarios que todo el mundo y que, en consecuencia, tienen la responsabilidad de precipitar los procesos y las acciones, aunque la mayoría no los acompañe en el intento."
"Dolorosamente, la historia latinoamericana del pasado siglo está plagada de ejemplos de dirigentes muy talentosos, que lideraron procesos importantes en función de lograr cambios sociales trascendentales y muy necesarios para esos pueblos, pero que en un determinado momento, por asumir posiciones radicales que no fueron comprendidas por la gente, contribuyeron a destruir lo que ellos mismos habían construido."
"Los radicalismos no son otra cosa que fascismo del más puro. Las actitudes radicales no favorecen los procesos de cambio, y menos aquellos que pretenden ser de carácter colectivista, puesto que el radical es aquel que no acepta, que es intolerante y que excluye a aquellos que piensan o se comportan diferente."
"... ¿nadie había hablado con el alcalde metropolitano anteriormente, en función de aclarar cuáles son las posiciones que el Ejecutivo nacional tiene en materia de propiedad privada, expropiaciones y planificación urbanística?... Todo parece indicar que esta discusión no se dió y que los trenes chocaron. Por un lado, los que tienen las posiciones radicales, y por el otro, los que están obligados a respetar los derechos de la gente, así sean acusados de antirrevolucionarios o reformistas."


Epílogo

Una lectura benevolente del comunicado de la Vicepresidencia dirá que está dirigido a las clases alta y media, en un contexto electoral. Lo interesante es que la alcaldía de Chacao y algunos voceros del golf venezolano se habían pronunciado sobre las expropiaciones en términos que revelan, en el primer caso, el respaldo popular que la medida tiene; y en el segundo, que la medida es aceptable incluso para algunos de los intereses directamente afectados por la medida.

Quien se apropió de manera exultante del comunicado de la Vicepresidencia fue el sector reformista del gobierno, que asumió la vocería "oficial" en este asunto. No se puede dejar de notar que todo esto ocurre durante la ausencia del presidente Chávez.

Mary Pili Hernández usa el mote de radical para designar extremismo, y posteriormente plantea que la expropiación de los campos de golf es una medida extrema, llevada adelante por quienes "tienen posiciones radicales" y "pretenden forzar la barra de los cambios". De esta manera revela su propio carácter extremista: se encuentra en el extremo derecho del chavismo.

Hernández acierta al plantear que el choque que se ha dado a raíz de la medida de la Alcaldía Metropolitana es esencialmente entre dos tendencias dentro del proceso bolivariano. Este caso es apenas un síntoma de una seria contradicción a lo interno de la revolución. Los rasgos del socialismo venezolano serán en gran medida expresión del devenir de esta confrontación.


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Simón Rodríguez Porras

Músico y militante del Partido Socialismo y Libertad.

 @guitarraylapiz

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