La Protesta no le pertenece a la MUD

No es novedad la crisis que vive el país, el enfrentamiento a qué se exponen los ciudadanos a diario, así como el descontento que ya se ha hecho evidente a lo largo de los últimos años. Muchos sectores políticos tendrán un balance distinto y podrían sacar conclusiones completamente diferentes de lo sucedido, lo que sí es evidente es que se ha convertido en el tema de discusión permanente en las comunidades, así como el recordatorio de una acumulacion de contradicciones de cada política que se haya expuesto en el país. Debido a lo anterior, es imposible no hablar de la protesta, un debate extenso, donde cada sector de influencia en el país ha estado obligado a involucrarse, por lo que su entendimiento es altamente complejo y relacionado con la crisis política que vivimos en el país.

Antes de entrar en el debate de las cúpulas, es necesario reconocer o tratar de entender que el descontento es general, y que hoy sectores que se sintieron reivindicados en el pasado, con el gobierno del presidente Chávez, ahora están decepcionados de como se ha desenvuelto. Estos forman parte de un grupo mayor que resultaría ser la "oposición" al gobierno. Ser capaz de distinguir la diferencia de oponerse al gobierno, con el ser parte de la oposición tradicional, es el mayor reto que se ha enfrentado este "nuevo" chavismo crítico. El papel de la protesta se vuelve el punto principal de discusión cuando pareciera no encontrarse una mediación alguna con el gobierno presente. Tras el fenómeno expuesto, sería irresponsable solo atribuir la culpa al gobierno, como tampoco caer en el juego de los que representan actualmente la MUD, que más allá de las diferencias que se pudieran decir dentro de la parcialidad, sus políticas, así como maneras de actuar han tenido un nivel considerado de repudio en la población.

Analizando las piezas en este nuevo panorama, dentro de las bases de la polarización, existe un papel importante de un sector que se ha venido manifestando, quienes a pesar de no estar a simple vista, ha intentado cada vez más desligarse del bipartidismo habitual. Este ya conoce los principales actores y ha sentido decepción tras años de cualquier intento de cambio en el país. Este ha dejado de creer en los representantes de las cúpulas y al salir no consigue un espacio genuino para ejercer la protesta sin caer dentro de la polarización. Aunque es muy pronto querer caracterizar a un sector que es obviamente heterogéneo, lo que sí se puede asegurar es que es un sector que cada dia crece y que se manifiesta de maneras que las propias cúpulas jamás habían previsto. Traigo este punto a la reflexión, por el debate de quién capitaliza y a quién le pertenece el derecho a protestar, detrás de esto se refleja la actitud antidemocrática de la MUD al hacer creer que todo quien está en desacuerdo con el gobierno, deberá estar con ellos. Así como el gobierno, quien quiere categorizar a cualquier movilización como la simple oposición tradicional.

Las protestas de la Oposición Tradicional

La Oposición Tradicional se acostumbro a utilizar un derecho que es libre de aplicar, mientras sus objetivos sean mantenidos en ello. Ya casi después de dos décadas de ser el único sector que mediáticamente convocaba a su ejercicio, este se volvió responsable del repudio desde los inicios, su incapacidad de desligarse de la intolerancia, promover argumentos que resultaron ser falsos a través de los años, desconocer conquistas democráticas, así como imponerse a la mayoria del pais, son una de muchas razones por lo cual suele ser mal vista cualquier tipo de protesta convocada por la MUD (no exclusivamente por sectores del chavismo). La intención de antagonizar a todo quien se les atraviese en el país, tomándolo como enemigo, así sean familiares o vecinos, sólo han sido métodos incorrectos desde sus inicios y es una de las prácticas que todavía predominan, a pesar de entender que hay una mayoría quienes se dirigen a ellas de forma pacífica, como también reconocer que no han sido los únicos violentos en el país. La MUD no ha podido desligarse de los extremismos y por lo tanto su credibilidad sigue puesta en duda, a pesar de tener o no puntos válidos, así como que existieran o no indicios de represión por parte de los cuerpos del estado. Su desenlace se vuelve complicado al comprender las grandes diferencias que podrían moverse dentro de sus bases y que indiferentemente de su intención, estos podrían volverse cómplices de interés ajenos a su convocación.

La MUD como "propietario" de la protesta

La situación coyuntural ha sido aprovechada por la MUD, ha intentado hacer creer que son la única alternativa en cuanto al país se refiere. Se logran promover con la táctica del "indiferente", donde la técnica rinde frutos convenciendo a quien busca solución a la crisis con "el gobierno no sirve, soy lo único que te queda", donde el discurso cambia a "aquel que no participe conmigo es cómplice o peor que los causantes del gobierno" (irónicamente no reconociendo su responsabilidad ante la crisis). Usan como chantaje la actuación antidemocrática del gobierno, para intentar polarizar, argumentando que el país se acaba si no estás con ellos. Tras meses de protestas, la propuesta de "Unidad Nacional" se volvió la "Constituyente de la Oposición", donde intentan imponer el país a su manera, exigir apoyo incondicional, sin tener que debatir detalles a fondo, donde cualquier política diferente es peligroso, porque "este podría dar ventaja al otro, que obviamente no lo quieres", muy a lo estilo de lo que se criticará del gobierno actual. Mi intención no es criminalizar a quienes están convencidos de los expuesto anteriormente, lo que sí es incorrecto es hacer creer que no hay ninguna posibilidad alternativa. La protesta es un derecho de los ciudadanos y cualquiera que quiera imponerlo o aún peor creerse dueño, es, en mi opinión, el insulto más grande a la democracia en este país.

La existencia de los despolarizados en el país

No hay que ser ingenuo para entender que hay sectores que van a las protestas y que no necesariamente están ligados con la MUD, tampoco quiere criminalizar a todo aquel que consigue lo que desee en sus movilizaciones (pacíficamente), la discusión radica en que inicialmente se estaría disputando. A pesar, que no estoy de acuerdo en participar en ellas, reconozco que hay un desespero en querer cambiar en el país. Mi aporte a la discusión se fundamenta en entender que cambiar el país "al que quiero", no es igual a cambiar el administrador de "lo que no deseo". A mi parecer, sino se apuesta por un cambio verdadero en la forma vieja de hacer política, estaríamos dando vueltas en el mismo círculo.

Un ejemplo que evidencia la importancia de este sector despolarizado, estuvo con la presión que tuvo la MUD ante el pronunciamiento de la Fiscal Luisa Ortega, que a mi parecer, fue el suceso más importante, en más de 100 días de protesta, este actor surgió ante la falta de liderazgo, credibilidad y de propuestas concretas de la oposición, que los obligó a reconocer un movimiento ajeno no controlado, y que fue apoyado por cualquier sector crítico en el país. Evitando tener que estudiar los motivos y el porqué de ese evento, lo que sí se puede reflexionar, es la consecuencia de la actuación de alguien "chavista" y "ajeno" a la dirección de la MUD que logró crear homogeneidad en una decisión que no fue mandada por ellos mismos.

El chavismo crítico y los despolarizados en los espacios que merecemos

Apostar por la creación de nuevos espacios no son la implicación de los altos costos que quieren hacer creer, de hecho, hacer lo contrario es precisamente eso. Estas discusiones son propias de los que quieren mantener la polarización, cuando las cúpulas juegan a "disputarse" mientras utilizan los mismos argumentos y se pelean por quién será el administrador del país. No puedo evitar traer a discusión la importancia que tiene el chavismo aún en el país, donde los espacios que fueron defendidos y reivindicados parecieran no tener importancia cuando la polarización está de por medio, querer confundir apostar por la diversidad por el bien de país, no implica en caer en la imposición de quienes también no han dejado de estar equivocados, más allá del sectarismo, el error está en ser incapaz de reconocer que el descontento incluye ambas partes. La gran mayoría está decepcionada de los políticos, pero reivindican los espacios cívicos y conquistas obtenidas como pueblo, estos no pueden ser opacadas en el juego sucio de la MUD y el PSUV.

El fin del mundo, este 30 de julio

Ante el llamado inminente al fin del mundo, cada cúpula ofreció su solución y sin entrar en el pesimismo, la probabilidad diría que habría más de lo mismo, tras cuatro años de constantes manipulaciones creo que hemos tenido suficiente para entender qué es lo que nos vendría. Las disputas continuaran y tendremos la responsabilidad de seguir viviendo. La necesidad de creaciones propias fuera de la polarización son y se volverán más importantes, el pueblo que seguirá viendo los días pasar como feriados conflictivos, donde el impulso por salir, se satisface sólo en lo personal, sin esperar que hagan algo distinto por ellos, donde internalizar que la Constituyente y la Consulta Popular solo fueron evidencias de lo que verdad causan el problema. En ese momento, podremos entender a quien le pertenece las protestas.



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Daniel Querales

Estudiante de Ingeniería Eléctrica. Militante de Marea Socialista

 @sebasdaniel

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