¡El capitalismo mata! ( I )

"He visto como la humanidad ha preparado el escenario para su propia extinción, he visto como los limitados y valiosos recursos son desperdiciados y destruidos constantemente en nombre de la ganancia y de los mercados libres, he visto los valores sociales reducirse a una base materialista artificial y a un consumo sin sentido, he visto como los poderes monetarios controlan la estructura política de sociedades supuestamente libres. Con casi cien años de vida temo, que mi disposición es la misma desde cuando tenía 19…..

ESTA MIERDA SE TIENE QUE ACABAR" Jacque Fresco

El Capitalismo y el Socialismo son dos modelos incompatibles. Uno se orienta por la ganancia particular, la acumulación y el interés privado; el otro por la ganancia social, la solidaridad y el interés público. Individualismo mezquino, el primero, versus hermosa solidaridad, el segundo.

Es por esto que resulta fácil hablar de las diferentes consecuencias que cada uno de ellos produce en la sociedad y que nos permite ver con claridad y comprender la situación del mundo actual. El hecho de que el sistema capitalista se haya extendido por toda la superficie del planeta, ha dado como resultado un mundo con unas características indeseadas, pero a la vez, podemos asegurar que se acentuarán aún más en un futuro, por la propia lógica perversa del sistema.

El objetivo principal de las siguientes reflexiones, es considerar las consecuencias negativas, o secuelas, del modelo capitalista que se originan por la naturaleza individualista y egoísta que lo caracterizan y que no existirían o se encontrarían reducidas a su mínima expresión si este modelo no estuviese tan extendido a nivel global y no hubiese permeado todas las culturas. Algunas de esas consecuencias se remontan a épocas en que todavía no se habían definido las teorías económicas correspondientes, pero no hay duda que nacieron producto de la codicia, el egoísmo, el individualismo, la avaricia, la envidia, etc. y que posteriormente se potenciaron y dieron surgimiento a nuevos anti valores como una suerte de características especiales que nacieron con los nuevos estilos de vida de los pueblos.
La búsqueda del lucro y la acumulación como objetivo principal del capitalismo es la causa de una gran cantidad de males que hoy sufre la humanidad entera y que nos están llevando hacia un abismo espantoso y aterrador que cada vez se hace más peligroso para la supervivencia de la humanidad, puesto que prácticamente nos estamos acostumbrando a considerarlos como males necesarios o inevitables debido a que desde que tenemos uso de razón los hemos aceptado como algo natural, en gran parte porque las instituciones como la familia, la iglesia, la escuela, el estado burgués, tradicionalmente nos lo han inculcado así. Veamos algunas de dichas secuelas y fácilmente podremos concluir que la única forma de eliminarlas es eliminando totalmente el modelo capitalista, y que si no lo hacemos, dicho modelo acabará con la humanidad. Existe un enorme número de razones que nos muestran el fracaso del modelo capitalista, entre las cuales podemos citar las siguientes:

La absurda entrega de los recursos naturales, que gobernantes irresponsables, cobardes y traidores, realizan a grupos muy pequeños de personas, compañías o gobiernos, a cambio de ilusa protección, o promesa de respaldo a su gestión. Esta realidad ha permitido que actualmente, los recursos naturales del planeta pertenezcan a un selecto grupo todopoderoso que humilla y somete al mundo entero. Los recursos naturales son limitados y pertenecen a toda la humanidad. Deben ser utilizados de tal manera que beneficien a las generaciones presentes y futuras. No deben ser propiedad privada de un pequeño grupo que los administra y despilfarra despiadadamente, atendiendo solo su beneficio particular y sin tener en cuenta su utilidad, uso adecuado y las necesidades fundamentales del resto de la población mundial. Para evitar el colapso de la humanidad, es necesario e imprescindible declarar la universalidad de la propiedad de todos los recursos naturales del planeta, y en consecuencia su administración debe ser de carácter global.

La enorme contaminación del planeta, por la explotación exagerada y el mal uso de los recursos naturales, el despilfarro y el desperdicio despiadado de gran parte de ellos, debido al interés de unos pocos por obtener, ante todo, un beneficio económico inmediato, sin importar las consecuencias futuras de esta actividad y sin tener en cuenta para nada el daño ecológico causado.

El agotamiento de los recursos naturales, debido a la insensata voracidad, en busca del lucro, para un reducido número de personas, como objetivo primordial. Por este motivo, se extraen sin mesura y sin piedad, los minerales, el petróleo, el gas, etc., dejando a las generaciones futuras con un saldo deficiente de los beneficios que nos ha deparado la naturaleza.
La desastrosa deforestación, practicada para adaptar la tierra con el objeto de desarrollar grandes extensiones de monocultivos, o ganadería extensiva, o explotación minera, que solo benefician a un reducido grupo de personas, generando grandes riquezas, a expensas de toda la humanidad, que carece de una alimentación adecuada y suficiente, contaminando adicionalmente las aguas subterráneas del planeta por el uso exagerado de agro tóxicos pero que además está aumentando la aceleración de un amenazante cambio climático.

Todo lo anterior ha repercutido negativamente, pero vamos a pasar a considerar algunos males que pudieran parecer aislados, pero que nos permiten considerar al capitalismo como el enemigo número uno de la humanidad, por lo cual estamos obligados a eliminarlo, o él terminará eliminándonos a todos.

La Pobreza.- La absurda e injusta distribución de la riqueza en todo el planeta, es una consecuencia inmediata del deseo y la capacidad de unos pocos, de adueñarse de todo cuanto les rodea. Recursos naturales y bienes de todo tipo, son tomados por una élite sin ninguna consideración y sin importarles para nada la falta que pueda hacerles a los demás.

En el mundo actual, con la tecnología que tenemos y al ser los recursos naturales propiedad de toda la humanidad, el problema de la pobreza no existiría.

Según estudios realizados alrededor del mundo, se ha determinado que más del 99% de la población mundial somos pobres, mientras menos de un escaso 1% está viviendo en la opulencia. De de los 72 millones de personas que constituyen el 1%, 36 millones son +millonarios (0.5%), (que tienen más de un millón de dólares). Esto significa que otros 36 millones de ese reducido grupo de personas, no alcanzan a tener un millón de dólares, sin contar aquellos que aún están pagando su vivienda. En pocas palabras, el 99.5% de la población mundial está fuera del privilegiado grupo de los ricos, (si se puede llamar rico a una persona que no ha terminado de pagar su vivienda). La inmensa mayoría de la humanidad (99.5%), víctima de la hegemonía del capitalismo, es pobre y no tiene ninguna esperanza de salir de la pobreza que cada día aumenta más. Y como alguien dijo: "pobreza siempre hubo, pero en nuestro tiempo no se la toma como algo natural, sino como un insoportable agravio a la dignidad del hombre".

El Hambre.- El ser humano, por su misma condición, no puede permitir que existan otros seres que padezcan hambre en ninguna parte del mundo. Por permitirlo, estamos faltando a nuestra propia naturaleza y a nuestra razón de ser. Pero nuestra indiferencia ante tal situación nace del egoísmo propio del modelo capitalista que nos impide ser solidarios, habiendo tanta abundancia y tecnología en el mundo actual. No se justifica desde ningún punto de vista que existan personas que no tienen el suficiente alimento para su subsistencia. Es indigno de todos nosotros y una vergüenza mundial.

Las Guerras.- Las agresiones, guerras, invasiones, saqueos, etc. a que son sometidos los pueblos más débiles, que son poseedores de alguna riqueza material, por parte de países extranjeros o empresas transnacionales con enorme poder económico, mediático y militar, son causa y consecuencia del modelo capitalista.

Nunca como ahora se ha podido apreciar que el principal objetivo de las guerras es económico. Por una parte, para despojar a los países débiles de sus recursos naturales y riquezas, pero además, los destruyen para poder posteriormente cobrarles la reparación de los daños causados, con contratos fabulosos que son otorgados a empresas pertenecientes a los invasores como ha sido el caso de Irak cuyos costos por reconstrucción sobrepasan los cien mil millones de dólares, además del saqueo de sus tesoros históricos. Lo mismo se puede decir de Afganistán, Libia, Siria, Ucrania y todos los países atacados que posteriormente se convierten en despojos además de los miles y hasta millones de víctimas humanas, niños, mujeres, que con el nombre eufemístico de "daños colaterales" pretenden ocultar al mundo. Son incontables los países que han sido literalmente mutilados y que tal vez no hubiesen tenido ese final en un mundo donde reinara un socialismo solidario. El modelo capitalista tiene las manos manchadas con la sangre derramada por lo menos durante todas las guerras e invasiones del siglo XX y lo que va del siglo XXI, para no mencionar el tiempo en que se produjeron guerras cuando no se hablaba de capitalismo como un modelo económico, pero que no existe duda de que eran debido a la rapiña, codicia y abuso de los pueblos más fuertes sobre los más débiles. En la actualidad, incluso con la ayuda de los medios de comunicación que también controlan a su antojo, nos quieren hacer sentir que estamos presenciando un espectáculo pirotécnico o un virtual juego de video animado. Sería absurdo considerar estas consecuencias como una bondad del capitalismo. Son más bien las mayores desgracias que se pueden atribuir a un modelo económico, que tenemos todos la obligación de repudiar, si en verdad somos seres humanos. De nada habrá servido toda la evolución que la humanidad ha logrado a través de los siglos, si terminamos extinguiéndonos entre nosotros mismos.

Venta de Armas.- Con todo el dinero que se ha gastado en guerras, armas, invasiones, muerte, mutilaciones, desgracias, dolor, etc. habríamos podido acabar con el hambre, las enfermedades, la pobreza, en todo el planeta para poder vivir en un mundo más feliz. Si toda la capacidad técnica, industrial y humana que se ha empleado para la destrucción y la muerte se hubiese empleado para hacer más agradable, placentera y sana la vida en nuestro planeta, ya habríamos acabado con el hambre y las enfermedades en el mundo. Igualmente, hubiéramos podido canalizar buena parte de los ríos y hacer millones de reservorios de agua para evitar que estos se desborden y se precipiten al mar y así poder gozar de un clima mucho más estable y un planeta más seguro.

Estados Unidos y Rusia, heredera de la URSS, siguen contando con una gran industria militar y son, en la actualidad, los principales exportadores de armamento pesado del mundo.

Los cinco países con mayor volumen de exportación de armamentos entre 2010 y 2014 fueron Estados Unidos, Rusia, China, Alemania y Francia.
Por otra parte, los mayores importadores en ese mismo periodo fueron: India, Arabia Saudita, China, Emiratos Árabes Unidos y Pakistán. En realidad, casi todos los países del mundo son presionados de diferentes maneras, para que compren armas, por parte de los países productores. Estos últimos son expertos en promover conflictos, ya que de esta forma, venden sus armas y debilitan aun más a los países pequeños, poseedores generalmente de valiosos recursos naturales. Un "negocio redondo" que es una de esas consecuencias negativas del capitalismo. Desgraciadamente, el poderío, el perfeccionamiento, la sofisticación y el aumento de la capacidad bélica en el sistema capitalista están en relación directa con la evolución de la humanidad.

La Corrupción.- Es una de las más grandes calamidades de nuestro tiempo, pues cada vez se manifiestan nuevas modalidades e invade nuevos espacios.
La corrupción es hija de la ambición materialista. Es el desprecio a los demás. Es una forma de desarraigo, es ausencia de valores morales. Los estímulos que el capitalismo fija como convención generalizada, son los premios en metálico. Ya poca satisfacción sienten quienes son recompensados con un reconocimiento intangible, el aplauso, la condecoración, el afecto social tras una buena acción emprendida. Bien sea en los deportes, la cultura o la ciencia, se ha ido imponiendo el reconocimiento en dinero y esto ha fomentado la corrupción. Ya no solamente se espera la recompensa por una buena acción emprendida sino también por un servicio público prestado, o por una autorización concedida. La corrupción es un fruto del sistema capitalista, que todo lo justifica si hay ganancia de por medio, ha calado hasta el tuétano de los huesos tanto en el sector privado como el público de nuestra sociedad. Es algo espantoso que representa el mayor enemigo interno de la democracia. Significa la progresiva desintegración de una sociedad. Pobres robando a pobres. Un proceso inexorable que lo corroe todo. Una depravación de las costumbres por la cual el individuo desprecia todos los valores sociales para sustituirlos por los "valores" de la ambición y el oportunismo, en función de su codicia. La mala plaga que cae sobre personas que pierden por completo la noción del deber a cambio del dinero. El sistema capitalista corrompe cada día a todos, comenzando por los niños: ser feliz es tener éxito; tener éxito es tener dinero; tener dinero es lo más importante ....y… ¿cómo se llega al dios dinero que todo lo resuelve?... eso es lo de menos. Ese es el mensaje diario de los medios de difusión y la publicidad.
La corrupción es un fenómeno inherente al capitalismo. Para acabar con ella es preciso superar este último.

El Contrabando.- Junto con el Acaparamiento y la Especulación pudiéramos agruparlos en una familia, nada decente y muy perjudicial, perteneciente al "sector comercial", caracterizada por la extraordinaria y rápida ganancia, o multiplicación de la inversión, con el empleo de mecanismos non santos, empleados anteriormente por aventureros y malandrines, pero que en la actualidad ha permeado familias "muy respetables". Son, como podemos apreciar, efectos negativos del capitalismo, que posiblemente no serían tan comunes si la hegemonía fuera causada por un modelo socialista solidario.
El Narcotráfico.- De manera similar, podemos agrupar, junto a este último, el Paramilitarismo, el Sicariato, el Secuestro, la Prostitución y el Crimen Organizado, ya que si bien todos se caracterizan por el "afán de lucro", "la ganancia fácil", el peligro de perder la vida está siempre presente en todos ellos. Pero, a pesar de todo, la ilusión de tener mucho dinero y muy rápido, puede más que todos los riesgos que se tengan que correr. Lo cual los constituye en "valores fundamentales del capitalismo".

Nos falta espacio y tiempo para enumerar y más para describir, la enorme cantidad de consecuencias negativas del capitalismo. Solamente, por ahora, vamos a dejar una pregunta:

¿Por qué tiene el capitalismo tántos defensores ?



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Gilberto Hernández Ortíz

Graduado en la universidad Nacional de Colombia en Licenciado en Ciencias de la educación especializado en el área de Física y Matemáticas Postgrado en Educational Media en la Universidad de North Carolina A&T State University año 1984 - Greensboro, N.C Prof. Jubilado de la Univ. de Oriente (Núcleo Anzoátegui)

 gilnandez@hotmail.com

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