PEDRO DUNO
(Entrevista)
¿Cómo podemos enfrentarnos a los medios de comunicación de masas?
"Haciendo revolución social arrebatándole el poder político a la burguesía y al imperialismo, para luego ponerlo en manos del pueblo, los grandes medios de comunicación de masas. La denuncia, la agitación, la crítica, el desenmascaramiento, la siembra de ideas subversivas, he acá el papel que nos toca cumplir como intelectuales revolucionarios. Mientras tanto debemos participar activamente en la lucha contra la cultura, el pensamiento y el arte burgués. La burguesía venezolana no tiene nada propio, su alma es fiel y caricaturesco reflejo del alma de los sectores de la metrópolis, los burgueses de acá son simios de segunda".
"La tesis contraria dice que hay que comenzar a modificar la conciencia para que la conciencia contribuya a modificar la realidad material, luego la realidad material contribuirá a modificar la conciencia tratándose de un movimiento dialectico".
¿Se podrá hablar de una subversión cultural?
"La cultura proletaria aun no existe, esta por gestarse. La burguesía tardo siglos en ser culta y en crear una cultura... posiblemente el proletariado tardo también algunos siglos. Hay que moverse dentro de lo que tengamos (aun la cultura burguesa), y desde allí preparar ideológicamente el terreno, hacer avanzar las ideas revolucionarias, los hábitos revolucionarios, los sentimientos revolucionarios. Sí, la realiza el pueblo. Y los intelectuales debemos ayudar al pueblo a realizarla. Una editorial que publica literatura subversiva juega un papel muy positivo y debe ser estimulada y ayudada"
¿Es aplicable el concepto político del reformismo a la cultura?
"Es aplicable. Los intelectuales deben participar sin hacer concesiones diciendo lo que piensan; sirviendo al pueblo. Este problema no deben planteárselo los intelectuales revolucionarios, este problema es para que lo resuelvan los empresarios….¿cuánto tiempo puede estar un revolucionario diciendo lo que piensa y lo que sirve al pueblo? Esto lo decide la empresa, hay que estar allí- repito sin concesiones- hasta que la empresa le dice a uno basta es un problema de ellos.
Entre tanto Pedro Rincón Gutiérrez apuntaba: "Nada más significativo que en la ciudad más golpeada y estrujada por la explotación foránea de nuestro hasta ahora primario recurso- el que estamos sembrando desde hace mucho tiempo sin que se vea la simiente- se congreguen intelectuales y trabajadores, artistas y universitarios, educadores y escritores para denunciar los grandes padecimientos de los pueblos que no han podido romper las barreras del atraso para incorporarse al proceso civilizatorio contemporáneo. A la voz lacerada de hombres y mujeres de la Venezuela irredenta, se unirá la palabra fraternal de hombres venidos de pueblos amigos que sienten hondamente la tragedia de los pueblos marginados o el testimonio de pensadores de la América mestiza que sufre de nuestro mismos males".
Cuarenta y siete años después de este memorable acontecimiento de trascendencia cultural e intelectual, Cabimas está más viva que nunca, presente y consecuente con su pueblo, al parecer de 1970 para acá se comenzaron a pronunciar muchas voces, voces que nos pedían y (aun nos pide) a gritos romper barreras impuestas para así abrir caminos, y ser nosotros mismos, voces que fueron calladas en cárceles y tumbas, voces subterráneas que no dejaron de expresar nunca; ideas, pensamientos y maneras de ver desde otro punto de vista otra Venezuela, acorde con nuestra realidades y necesidades.
Y dentro de esas voces retumbo la de un militar que vino a darle respuesta a Cabimas, un militar que con pasión histórica, guerrera, nacionalista, socialista y bolivarianista, retomo aquel Congreso que plasmaba la realidad venezolana y de la teoría lo llevó a la práctica y de la práctica lo convirtió en teoría y hoy esa teoría se encuentra plasmada en un Plan de la Patria testamento y proyecto político que tiene mucho de aquel recordado Congreso de Cabimas teniendo como base el desarrollo de grandes objetivos históricos en lo político, económico, social, pedagógico, cultural, científico, tecnológico y ambiental dentro del marco latinoamericano-.caribeño, en la conformación de una zona de paz y fraternidad.
Hoy nuestro país se debate por las batallas de la ideas plasmadas en Cabimas, ratificadas por el comandante Chávez frente a un imperio neo colonial, que nos quiere imponer sus recetas neoliberales que dejan desigualdad, hambre, pobreza, desidia y división.
¡VIVA CABIMAS! ¡LA CONSTITUYENTE VA!