Ante los vientos y tendencias, hechos y discursos, de un conflicto nacional polarizado, contrario al bien común, con dos actores egoístas (nucleados en la MUD y el PSUV) que ponen por arriba del bien nacional sus intereses partidistas, aparecen actores mucho más desprendidos que ofrecen posiciones y propuestas que van en línea con el bien nacional. Ante los desmanes y la acción destructiva de grupos armados que apoyan a los bandos en pugna, se hace urgente y necesario aprovechar y fortalecer las oportunidades que se han ido presentando, como el grupo promotor del Primer Encuentro por la Paz y el Diálogo Nacional Integrador, la posición asumida por el Padre Arturo Sosa, la Fiscal General del Ministerio Público venezolano, el periodista Vladimir Villegas, y el portal informativo Aporrea.
Todos los actores preocupados por el bien nacional tienen ahora la oportunidad de ponerse al lado de estas oportunidades, por lo que deben organizarse para crear frentes de apoyo a diversos niveles, localidades, y sectores, de la sociedad venezolana. Ojalá aparecieran otros actores dentro y fuera del estado con la misma actitud.
Existen ya actitudes concretas realizadas por dichos actores, que contribuyen claramente con la creación de caminos de encuentro, de construcción en común, que nos llevan a salir del actual enfrentamiento estéril sin salida. Esos caminos deben ser explorados, defendidos y promovidos, por todos los que deseamos el bien nacional. Por ejemplo, dichos actores han hecho clara su oposición ante la propuesta de una Asamblea Nacional Constituyente (ANC), argumentando que la misma trae más incertidumbre a la nación, en vez de ayudar a resolver los problemas que nos agobian. En particular, se han quejado de la forma en la que se ha hecho la convocatoria, lo que genera fuertes dudas en relación a su constitucionalidad.
Además, dado que el CNE, "extrañamente" sin cuestionamiento alguno, ha activado los mecanismos para realizar las elecciones de representantes a la ANC, se hace perentorio recurrir a la consulta popular de la misma, a fin de dar al menos una oportunidad al pueblo para que pare este proceso. Acá también, todos esos actores han contribuido positivamente, al dejar claro que la soberanía reside en el pueblo, y que ella no puede transferirse, por ejemplo, al gobierno nacional para convocar y/o aprobar una ANC.
También, dichos actores han manifestado claramente, la necesidad de parar la violencia. Cualquier forma de violencia, venga de donde venga, es intolerable. Las manifestaciones de odio, de ira y rencor que estamos viviendo en la cotidianidad el venezolano, manifestadas a través de formas sociales, económicas y políticas, han venido siendo repudiados por dichos actores.
Todas ellas son muestras de actuación de dichos actores, que ofrecen posiciones a favor del entendimiento y de la paz nacional. Tales posiciones representan una señal muy importante, y una oportunidad para los grupos de actores que buscan el bien de Venezuela, por lo que éstos deben ponerse al lado de los mismos, a fin de promover la no aprobación por el pueblo de una ANC impuesta, generadora de conflicto y división nacional; y de detener el estado de sitio impuesto por la guarimba, de la oposición extremista nacional.
Un frente de apoyo a dichos actores contribuirá a disminuir el conflicto nacional. Sin embargo, no es suficiente para eliminarlo. Se hace necesario ir más allá, construir puentes con los actores creíbles y honestos de los bandos en pugna en la polarización, y la convocatoria al diálogo integrador que vienen impulsando los actores despolarizados, son algunas de las acciones urgentes a acometer. Estos actores están mostrando posiciones honorables, todos en defensa del bienestar nacional, contrarios a quienes no buscan el bien nacional, como el bipartidismo, las guarimbas, la acción violenta de los colectivos o de ciertos grupos e individuos de entes policiales del Estado (como la GN y la PN), los que están manipulando a la sociedad venezolana a través de los medios de comunicación social (TV, redes sociales, etc.), entre otros. Este diálogo debe darse en el marco del respeto a la Constitución Nacional, y de la búsqueda del bienestar colectivo.
De esta manera pues, estos actores nos ofrecen no solo una luz ante los desmanes y apetitos egoístas de los protagonistas de la polarización nacional, con sus posiciones esclarecedoras y honestas, sino que también, nos atrevemos a decir, representan actores de elevada moral y honestidad, para guiar a la nación a niveles de entendimiento y comprensión, que nos permitan salir del actual oscurantismo político.