¡Los políticos honestos no existen. Ni son necesarios! ( I )

"Los líderes políticos y religiosos tienen opiniones sobre todo lo que existe, y todo lo prometen solucionar, pero no tienen conocimientos para resolver nada en particular, ni intenciones de mejorar las condiciones del pueblo en ninguna parte del mundo."

 

¡Lo que necesitamos es, ejercer un control estricto sobre ellos!

Durante miles de años, los pueblos del mundo, hemos sido dirigidos, manipulados, dominados y sometidos a toda clase de atropellos y abusos, por líderes religiosos y políticos, farsantes y embaucadores, que actúan bajo criterios ambiguos y poco claros, con cartas bajo la manga. Ellos son los mayores responsables de la desigualdad actual, de las injusticias y las desgracias de los pueblos del mundo. Engañan, la mayoría de las veces, en el nombre de Dios, de la libertad, de la patria, la democracia, la paz, la fraternidad, y todo aquello que parezca conmovedor, noble y digno, pero en el fondo, el objetivo principal de su conducta ha sido y es el de proteger los privilegios de la clase dominante y los suyos, que de alguna manera han obtenido debido a la suerte, a la viveza y hasta la traición a su propia clase. Hoy, en pleno siglo XXI, nuestra ingenuidad sigue siendo la primera de nuestras debilidades y continuamos siendo víctimas de esos embusteros. La clase dominante los utiliza, junto con su enorme poder mediático para convencernos de que la nueva generación de dirigentes que ellos promueven, vienen preñados de buenas intenciones. Y volvemos a caer en la trampa, al creer que ahora sí serán verdaderos Servidores Públicos, defensores de la justicia, la libertad y la paz. Que estarán de lado de los pequeños emprendedores, del pueblo más débil.

Cometemos siempre el mismo error de creer en sus promesas, sin asegurarnos de hacerlas cumplir. Pero evidentemente esa es nuestra principal obligación y no podemos desatenderla. Sentarnos cómodamente a esperar que cumplan lo que nos prometieron los candidatos en campaña electoral es nuestra mayor irresponsabilidad.

Nos prometen luchar desinteresadamente por resolver nuestros problemas. Que apenas sean electos dedicarán todos sus esfuerzos para estudiar nuestra situación y todo su tiempo para mejorarla, pues ellos nacieron con vocación de servicio al pueblo. Eso dicen. Que su vocación es la de ser Servidores Públicos. Pues son revolucionarios y socialistas, o son capitalistas populares buenos. Pero lo cierto es que ellos van por lo suyo y lo suyo no es lo nuestro. Sea quien sea el que acceda al poder, muy pronto olvidan esas promesas, usurpan el Poder Popular, impiden o subestiman la participación ciudadana, crean instituciones o corporaciones paralelas a las alcaldías y gobernaciones opositoras, establecen alianzas con grandes capitalistas y empresas transnacionales concediendo grandes privilegios a cambio de apoyo político, manipulan al pueblo con información, asignando viviendas, cargos, vehículos, alimentos, etc., someten Poderes Públicos, aplazan elecciones, impiden referendos, y hasta deciden cambiar la CRBV sin consultar al pueblo. En síntesis, se aferran al poder.

Si no luchamos por lo que nos corresponde, no podremos esperar que ellos lo hagan por nosotros. Si no controlamos colectivamente a nuestros gobernantes, ellos gobernarán sin preocuparse por nosotros. Usarán el poder que les dimos para someternos. Usarán los medios públicos de comunicación para manipularnos. Mientras celebramos su triunfo, olvidamos que justo ahí debe comenzar nuestra labor de control, cronograma en mano. Debemos comenzar a exigirles el cumplimiento de sus promesas, sin aceptar disculpas ni plazos de ningún tipo. Esa debe ser nuestra participación en el gobierno. En eso consiste la Democracia Participativa y Protagónica, hacerlos cumplir lo que prometieron. Que no nos vengan con disculpas. El pueblo organizado exige.

Si más de 99% de la población mundial está siendo dominada por menos de 1%, es precisamente porque no controlamos a nuestros gobernantes, porque les hemos permitido que "luchen por nosotros", mientras nosotros nos despreocupamos, "abusando de sus buenas intensiones". Y así seguirán haciéndolo mientras nosotros lo sigamos permitiendo.

Si no participamos en la construcción del país, tampoco podemos esperar que ellos lo hagan por nosotros sin vigilarlos.

Le damos una enorme importancia a los procesos electorales, convencidos de que eligiendo a los más honestos y más capaces, nos podremos despreocupar de nuestros problemas; pero la realidad es que ellos, cuando ya son elegidos y ocupan sus cargos, se percatan de las grandes posibilidades que ahora tienen de "progresar materialmente", de vincular a sus allegados, familiares, amigos, copartidarios y postergan sus promesas y la solución de nuestros problemas y necesidades para más tarde; para cuando se pueda. Mientras tanto nosotros terminamos pensando que tal vez no se ha podido, pues tienen muchas cosas importantes por hacer y resolver. Y eso es verdad, lo de nosotros no es tan importante, ahora existen para ellos otras prioridades. Así va pasando el tiempo y nosotros seguimos esperando. Claro, en realidad, lo nuestro ha perdido importancia porque no tenemos manera de obligarlos a cumplir sus promesas electorales. Les hemos dado un cheque en blanco. Otro gallo cantaría si pudiéramos hacer valer el Poder Popular, si después de elegirlos y llevarlos a ocupar los cargos en el gobierno tuviésemos la capacidad de controlarlos y obligarlos a cumplir las promesas que nos hicieron en su campaña electoral.

¡Pero por supuesto que sí podemos hacer valer el Poder Popular!

¡Todo depende de nosotros!

¡Desde las alturas del poder ellos nos perciben de otra manera. Ya no somos el "Soberano", ahora somos "súbditos"!

Y es que nosotros hemos olvidado que somos el Poder Popular, que somos, el "Poder Originario", que

¡Lo que necesitamos es, ejercer un control estricto sobre ellos!

¡Que nos deben obediencia!

¡Que lo prometido es deuda!

¡Que deben cumplir fielmente sus compromisos con el pueblo, o que no prometan nada!

¡Que sus promesas de campaña, en tiempo y espacio, deben ser implacablemente evaluadas y castigadas si no son cumplidas!

¡Lo importante es que existan controles efectivos y automáticos aplicados a tiempo: contralorías, auditorías, etc., realizadas perentoriamente. Cero Impunidad y estricto cumplimiento de la CRBV, verdadera separación de Poderes Públicos!

¡Es la única forma de que el pueblo sea respetado!

Estamos viviendo una era de altísimo adelanto tecnológico a nivel mundial, pero sin embargo, nuestro país se encuentra enormemente rezagado, estancado, sumergido en una enorme pobreza y miseria, sin capacidad de producción de los bienes básicos más fundamentales como es el jabón de tocador o la harina para las arepas, a pesar de contar con valiosos recursos humanos, abundantes recursos naturales enormes reservas de agua dulce, petróleo, hierro, aluminio, bronce, estaño, coltan, maderas, etc., y haber disfrutado recientemente de inmensos ingresos económicos por el orden de más de dos billones de dólares ($2MM), que hubiesen sido suficientes para haber construido una Venezuela totalmente nueva, con más de 15.000 Km de modernos ferrocarriles, un excelente sistema de transporte urbano e interurbano absolutamente gratuito, cientos de autopistas, puentes, hospitales, un moderno y completo sistema educativo en todos los niveles y sectores, complejos industriales en todos los municipios, más de diez millones de viviendas, etc., (para dar una idea de esa inmensa cantidad de dinero, podemos afirmar que se hubiesen podido construir más de 100 millones de viviendas de 20.000 dólares c/u). Pero lo único que observamos por todas partes es pobreza franciscana, desabastecimiento total, escasez general, desnutrición infantil, monumental deuda externa e interna, industrias totalmente paralizadas, el sector agrario completamente improductivo, salarios miserables de un dólar diario para la gran mayoría de la población, hospitales sin insumos básicos, corrupción generalizada, odioso nepotismo, funcionarios públicos y sus parientes groseramente enriquecidos, misiones sociales completamente abandonadas, un enorme desfalco nacional de más de quinientos mil millones de dólares, etc., todo lo cual hace que la situación no solo sea solo dolorosa, sino vergonzosamente vergonzosa. A estas alturas, resulta verdaderamente incomprensible cómo ha podido ocurrir que un país con tanto recurso natural y humano, con tanta calidad, nobleza y talento de su pueblo se encuentre hoy sumido en una situación tan precaria y triste.

No existe ninguna duda de que todos los dirigentes políticos y religiosos de este país son los responsables directos, o son cómplices de la lamentable situación por la cual está pasando Venezuela actualmente, pero también lo es el pueblo venezolano, por no haber asumido el Poder Popular, (Artículo 347 de la CRBV: "El pueblo de Venezuela es el depositario del poder constituyente originario. En ejercicio de dicho poder, puede convocar una Asamblea Nacional Constituyente con el objeto de transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución"), o invocando el Artículo 350, por ejemplo, para evitar que le cambien arbitrariamente la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, como pretende hacerlo un pequeño grupo que se sostiene únicamente por la promesa de unidad que el pueblo le hizo a Chávez.

De manera similar, desde los años treinta hasta finales del siglo pasado, Venezuela obtuvo también enormes ingresos económicos, los cuales igualmente fueron despilfarrados, y en parte regalados al imperio capitalista por un reducido grupo de privilegiados que gobernaron y detentaron el poder político y económico de nuestro país. No hay ninguna diferencia con lo que ocurre actualmente, como no sean algunos nombres y apellidos. La historia se repite.

El actual gobierno miente, engaña, es irresponsable, ampara la corrupción, se autodenomina socialista, usa la imagen y el discurso de Chávez, pero no tiene moral ni ética, falsifica el Plan de la Patria, viola la CRBV, entrega las riquezas del país a empresas transnacionales, usa máscaras y se las hace usar a la policía, persigue la crítica y a los críticos, etc.

Por otra parte, la Asamblea Nacional controlada actualmente por la "dizque oposición", que a su vez es controlada y dominada por la mud, insulta a los dirigentes del gobierno, amenaza con derrocar al presidente, pero no presenta ni una sola propuesta racional para ayudar a resolver los problemas del país, ya que sus integrantes son cómplices de este desastre que vive el pueblo venezolano.

El Poder Electoral, el Poder Moral y el Poder Judicial, así como el Poder Ejecutivo, en todos sus niveles, están contaminados y plagados de ineficiencia, corrupción, carencia de ética y moral, por estar conformados por dirigentes políticos ineptos, inmorales y corruptos que se burlan del pueblo.

No es de extrañar que el resto de la población carezca de principios éticos y morales y la corrupción sea una epidemia esparcida por doquier.

Desgraciadamente hemos sido gobernados durante mucho tiempo por esos nefastos personajes embaucadores e irresponsables.

El saqueo que hemos sufrido en estos últimos diez y ocho años, lo hemos venido padeciendo desde que se descubrió el petróleo en nuestro país.
Ahora, para colmo de males, dirigentes de uno y otro bando, incitan a la guerra y a la destrucción a un pueblo fanatizado. Unos hablan de patriotismo y socialismo y otros de democracia y libertad, pero lo único que les importa es disputarse y administrar las riquezas de Venezuela a su antojo.

Durante más de cinco siglos hemos sido gobernados por dirigentes políticos y religiosos y específicamente durante los últimos doscientos años, por caudillos que han administrado el país como su hacienda particular, pero en los últimos cien años el saqueo ha sido histórico, y la entrega de nuestras riquezas al capital internacional ha aumentado como nunca antes.
Y ahora nos vienen con el cuento de que nos tienen montada una guerra económica.

Hoy resulta que, repentinamente, después de diez y ocho años diciéndonos que teníamos "la mejor constitución del mundo", ahora, los mismos que la han irrespetado, quienes la han violado constantemente, nos quieren convencer de que ya no sirve, que hay que cambiarla. Para lo cual convocan una ANC anticonstitucional. No puede considerarse constitucional puesto que sus bases comiciales no se han sometido antes a una votación popular y directa. ¿Qué sentido tiene, además, apoyar una Asamblea Constituyente si el Pueblo Soberano no cuenta con medios de comunicación para manifestar lo que quiere o no quiere cambiar?

¡A los que hay que cambiar es a ellos!

¿Cuándo nos iremos a convencer de que si no nos organizamos y ejercemos el Poder Popular no podremos llevar a cabo ninguna revolución?

¿Cuándo comprenderemos que el Poder Popular es el más grande de todos los poderes?

¿Cuándo decidiremos poner en práctica y fortalecer realmente el Poder Popular?

¿Cuándo nos convenceremos de que si no participamos activamente en las decisiones de nuestra comunidad, no lograremos que nuestros "elegidos" defiendan nuestras inquietudes e intereses?

¿Cuándo entenderemos que "Sólo el pueblo salva al pueblo!" ?

¿Que quien manda, o debe mandar, es el pueblo?

Ese hombre, esa mujer de a pie, simple, llano, sencillo, que trabaja en las fábricas, que siembra, que recoge los frutos, que trabaja con su moto, con la buseta que se come una arepita durante su faena diaria, aunque sea con pellejo de cochino, que al llegar en la noche a su humilde vivienda come cualquier cosa, recupera fuerzas y al otro día muy temprano se levanta, toma su cafecito y reinicia la jornada similar al día anterior. Pero también es pueblo ese ser humano que trabaja en la oficina, en el banco, en planteles educativos, hospitales, clínicas, universidades, en el comercio, en la policía, en dependencias del gobierno, en los medios de comunicación, etc. Que en ocasiones no se siente "tan pueblo", que a veces se siente más cercano a la burguesía; pues ansía sus comodidades y riquezas y no descarta la posibilidad de formar parte de ella algún día; aunque la cruel realidad le demostrará que ese grupo es cada vez más reducido, porque esa es la lógica del capital. Pero insiste, pues piensa que dar el salto a la burguesía es progresar, es tener éxito, es salir del montón.

¡Y en eso se le va la vida!.

¡Pero no pierde las esperanzas!.

Atentamente

30 /05 /2017

 


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Gilberto Hernández Ortíz

Graduado en la universidad Nacional de Colombia en Licenciado en Ciencias de la educación especializado en el área de Física y Matemáticas Postgrado en Educational Media en la Universidad de North Carolina A&T State University año 1984 - Greensboro, N.C Prof. Jubilado de la Univ. de Oriente (Núcleo Anzoátegui)

 gilnandez@hotmail.com

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