Capitula Maduro y se salva el chavismo

Capitular es mejor opción que la destrucción segura, exposición de tus filas de lucha a mayores sufrimientos y la destrucción de toda posibilidad de reiniciar el proyecto perdido; así lo asumió Chávez el 4 de febrero de 1992 y el 11 de abril de 2011. "Ya es tiempo de evitar más derramamiento de sangre. Ya es tiempo de reflexionar y vendrán nuevas situaciones" dijo cuando encabezó una rebelión violenta que reivindicó siempre bajo la premisa de haber representado el derecho legítimo de levantarse ante la corrupción política, el hambre, desempleo y sufrimiento del pueblo. Sebastián Francisco de Miranda, el criollo más universal, después de deserciones y desorden en las tropas, traiciones e insurrecciones sociales, una anarquía devoradora y la objetiva posibilidad de ser barridos por los realistas, con toda su inteligencia y experiencia militar acumulada en décadas, en aras de la paz y con la aspiración de evitar una guerra civil firma la capitulación de San Mateo el 25 de julio de 1812, que significó la caída de la primera República y fue motivo de imputación de cobardía por el propio Simón Bolívar, escribió que el armisticio en San Mateo era necesario porque otras ciudades, especialmente Puerto Cabello, que era responsabilidad del Libertador, "Fueron ocupadas por el enemigo, menos por las armas que por el influjo de las perfidias, del fanatismo y de la falacia, que en lugar de disminuirse se aumentan y ofrecen nuevas ventajas al enemigo". La Capitulación de San Mateo fue propuesta por Miranda sobre la base de peticiones que no fueron aceptadas o en todo caso desconocidas por Monteverde, pero del texto de las propuestas de armisticio se deduce su clara preocupación e interés por proteger el movimiento y sus seguidores; así, se lee entre sus planteamientos para el acuerdo:

"…Tercera. No podrán ser aprehendidos, juzgados ni sentenciados a ninguna pena corporal ni pecuniaria, las personas que se crea o juzgue que han promovido y seguido la causa de Caracas en estas provincias, de cualquier clase, estado o condición que sean; estas personas quedarán en libertad para permanecer o salir del país y disponer de sus bienes en el término de tres meses."

"Cuarta. Serán puestos inmediatamente en libertad los prisioneros hechos por una y otra parte, y ninguno de los comprendidos en este y en el anterior artículo podrá ser perseguido molestado por sus opiniones políticas."

"Quinta. Los extranjeros residentes en este país serán comprendidos en los artículos anteriores."

Desde las cartas previas suscritas por el Generalísimo la Capitulación se denuncian las terribles circunstancias que obligaron a Miranda a dimitir; y las exigencias presentadas por él a Monteverde son la prueba de su magnanimidad y espíritu superior.

Al rendirse y entregarse el 11 de abril de 2011 Chávez, cuando ya en el Palacio de Miraflores el propio Giordanni decía "el juego se terminó", se escucha a alguien decirle en su salida a Fuerte Tiuna "volveremos Presidente" y él ripostó "es que no nos hemos ido".

Miranda y Chávez, más por sus principios que por su innegable olfato político entendieron responsablemente que hay escenarios insuperables en los que es mejor entregarse y no inmolarse, ahorrar padecimientos y ensayar una salida menos traumática que deje abierta otras posibilidades, asumiendo el riesgo de no ser respetado por sus enemigos, no ser entendidos por sus aliados e incluso ser apresado o desaparecido. La causa es lo importante, y de nada vale forzar su logro si las condiciones actuales no lo permiten.

Capitular no es sucumbir, no implica renunciar a las ideas que sostienes y defiendes, aunque hayas sido incapaz de hacerlas realidad. Hay que reivindicar el satanizado PACTO para dar cabida a un nuevo orden que propicie la reconciliación del pueblo y una transición sin venganzas. Hay que negociar, ceder, transar y acordar bases mínimas para el día después de mañana; sin trampas, odios, vivezas ni desquites, porque todos han cometido errores. El Gobierno debe entender que no hay más excusas, se le acabó el tiempo, no son tolerables sus maniobras, es irreversible su caída y debe evitar un desenlace más aciago para Venezuela, procurando sí la protección y supervivencia de su base popular y movimiento para escenarios futuros, que seguro, conociendo la actitud y condición del liderazgo opositor, serán propicios para asumir, luego de la profunda rectificación necesaria, la tarea de reconquistar corazones y confianzas para retomar espacios políticos en el porvenir cercano, con un compromiso serio en la doctrina que se destruyó desde una gestión nefasta que degeneró en autoritarismo burocrático plagado de vicios: incapacidad, ineficiencia, ineptitud y corrupción.

Los principios de democracia, participación popular, soberanía y defensa de los derechos humanos no pueden ser pisoteados para lograr a ultranza el sostenimiento terco y dañino en el poder. La revolución debe abrir causes y permitir que la soberanía popular sea la que decida su permanencia, y ante la inevitable salida y posibles desafueros y persecuciones, tiene que esforzarse por detener el atropello a la razón, pactar con garantías internacionales serias, intermediadores genuinos y humildad política, su supervivencia y respeto al derecho a existir el día después de mañana. Es necesario condenar los actos de fascismo pero no se puede continuar enfrascado en mantenerse a toda cuesta un país que ha caído en barrena, y donde todos los indicadores económicos, sociales, culturales, educativos y demás retrogradaron a los peores de todas las épocas, por culpa de unos dirigentes, que no lograron, con todo el Poder en sus manos, continuar la propuesta histórica alternativa y revolucionaria dibujada por Chávez. Es tiempo de aceptar transitar caminos hacia una transición pacífica, con el reconocimiento real de las equivocaciones y la aceptación de las hoy disminuidas fuerzas. Es momento de que Maduro capitule y el Chavismo sobreviva!!!.

rangelsalomonleonardoenrique@gmail.com



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