¿Cuál es el papel de los latinoamericanos que residen en Venezuela frente al llamado constituyente del 2017?

 

[…] Gracias al valeroso Pueblo de Venezuela que defiende sus ideales más elevados con dignidad y gallardía, para que se fundamente ese dialogo tan necesario como obligatorio en la construcción del futuro de la generación de jóvenes que serán el relevo inexorable de esta bella Patria […]

Emigrar, hacia Venezuela buscando una alternativa económica y social con la firme intención de construir un plan de vida. Atendiendo a estas consideraciones, millones de latinoamericanos arribamos a este país. Llegamos cargando nuestras ilusiones. De igual manera significó dejar atrás, padres, hermanos, familia, amigos y entorno social. Así como, las costumbres culturales y saberes adquiridos en los respectivos países. Pero es necesario, entender que, no hemos llegado para quitarles el trabajo a los venezolanos. Volviendo la mirada hace 40 años. Sé por experiencia, que muchos aprendieron los saberes que trajimos a la Nación. En calidad, de indocumentados o inmigrantes legales.

Infaliblemente, con el gobierno de la quinta república esa pesadilla termino. Atañe, por muchas razones que los inmigrantes recientes conozcan de la historia. Con el objeto, de no caer en los mismos errores. Para lograr este debate, es oportuno un pronunciamiento de la comunidad latinoamericana. Recordar, de qué modo surgieron las relaciones e integración a este proceso. Sin duda, generaciones más antiguas de latinoamericanos de los años setenta que vio en Venezuela una alternativa entenderán a qué me refiero. Indagar, en el camino recorrido. Comunicar, las huellas de la memoria, volver a los inicios laborales, sociales y económicos. Para decir que, al país que nosotros llegamos no es el mismo que hoy pueden disfrutar libremente los no nacidos en la tierra de Bolívar: en aquel tiempo, los gobiernos adecos y copeyanos nos persiguieron. Y el resultado fue que, se nos negó el derecho a participar, y a tener un actor en la democracia representativa.

Sustituir esa realidad, era nuestro deseo (por lo menos el mío) expresar algún punto de vista acerca de políticas sociales que tanto requeríamos como cualesquiera sobreviviendo en una sociedad desconocida. Visto así, no fue nada fácil resistir en ese lamentable escenario. Eran unas circunstancias de abandono total. Sin embargo, con el arribo de Chávez (1998) a Miraflores, el reto de su campaña fue integrar a la comunidad latinoamericana. Descomponer, el sistema excluyente de antaño. Era hora, de que derechos fundamentales como la legalización, educación, vivienda, salud de los migrantes fuera asegurada. Igualmente, dio la oportunidad de participar en consejos comunales y, por ende, en las comunas. Otra tarea prioritaria, fue incluir a los inmigrantes, que vivían hace cierto tiempo en el país, en la participación del proceso electoral venezolano. El derecho universal al voto: decidir sobre el destino del país en la elección de los dirigentes políticos, municipales, regionales y nacionales.

─ Soy colombiano ─ Pero ante todo latinoamericano. Y Venezuela me da las herramientas para sentirme así en relación a: argentinos, ecuatorianos, bolivianos, brasileños, chilenos, centroamericanos, caribeños peruanos, paraguayos, uruguayos. Como se puede inferir, hay un avance positivo en educación, salud, vivienda, pensiones, entre otras cosas. La Revolución Bolivariana, en referencia a los demás países de América Latina ha adoptado leyes que benefician a los inmigrantes. Así lo afirma, nuestro presidente Nicolás Maduro Moros. Sólo por hablar de Colombia, la cifra de inmigrantes llega casi a los 6.000.000. Quisiera decir que, no comparto discursos donde se menciona a los colombianos como una carga para el Estado venezolano, pues he trabajado a conciencia para ser una solución y no una traba.

Narrar esta experiencia, tiene una razón primordial. Dar un poco de memoria a esos inmigrantes que no se inmutan por la situación de crisis en todos los sentidos sobre todo psicológico. Por citar un poco: es verdad que el pueblo de Venezuela nos recibió con las manos abiertas, pero también es verdad que los gobiernos de la época nos persiguieron despiadadamente, tal es el punto que llegaban a las empresas entraban y sacaban a los indocumentados. Dicha segregación, también era aplicada a los venezolanos que no tenían consigo la cedula de identidad […] los montaban en camiones de carga para ganado y todos eran transportados a la frontera con Colombia. Sin número de, madres, esposas y familiares de venezolanos debían ir hasta la frontera para llevarles el documento de identidad […].Al detectar, esta paradoja la gran masa de inmigrantes se fue estableciendo por su propia cuenta, trabajando duro y con tesón. Aún en eso periodos políticos, los latinoamericanos existieron como mano de obra calificada en todos los sectores productivos.

Luego de una serie de reflexiones, pude ver que en la búsqueda de lo que podemos proponer en el llamado a la constituyente es un incierto. Primero, porque en mi calidad de colombiano estoy representado por la Asociación de colombianos y colombianas en Venezuela, presidida por el Sr. Juan Carlos Tanus a quien he visto en la televisión visitando la Presidencia de la República. Así como, en algunas reuniones fronterizas. Más en su discurso, no hay una proclama directa sobre lo que pensamos los colombianos frente a la coyuntura política, social y económica tan grave que se presenta desde hace algún tiempo. Si bien es cierto, que la constituyente está a la espera de que levantemos la voz y entablemos un dialogo sobre nuestro presente, sin olvidar el pasado. El trabajo de esta asociación es muy importante, pues se puede convertir en el canal metafísico de las posturas políticas de los latinoamericanos en Venezuela.

Entonces, ¿Por qué el sr. Juan Carlos Tanus no responde ante el llamado a considerar el futuro del país? Debería aprender de la Sra. Piedad Córdoba defensora de los derechos humanos en Colombia. Siempre está ahí cuando se llama a la solidaridad de intelectuales y amigos latinoamericanos. Esto deja mucho que pensar de la posición de esta asociación y en especial de su director. ¿Qué hacer? Se debe apoyar el debate nacional con la asistencia de todos los latinoamericanos que hacemos vida en este país, ya que, no somos ajenos a las buenas o malas decisiones que se han de tomar en los próximos días. Lo que suceda a la Madre Patria es una responsabilidad de todos ─ No a la indiferencia ─ vamos a dialogar para hallar la soluciones.

Debemos determinar, una asociación seria que incluya y proteja al latinoamericano de verdad. Está falencia, se puso en evidencia con el asesinato de un luchador social chileno en Caracas. Muchos que viven acá, piensan que lo que pase en Venezuela no les afecta. En verdad, están muy equivocados. Todos somos blanco del odio y del racismo propiciado por el terrorismo de las guarimbas. Acaso, ¿Usted ha podido dormir tranquilamente tras la violencia efectuada desde hace días? Y si eso es así, ¿por qué no permitir que un latinoamericano aporte sus conocimientos? Reclamamos, ser reconocidos por nuestra lealtad y contribuciones en la producción agrícola e industrial, así como, en la política y el trabajo social.

Como seguimiento a esta activad, le hago un llamado a las colonias latinoamericanas que hacemos vida en este hermoso país. Donde, a pesar de los problemas hemos de seguir adelante con el plan de vida. Nosotros los inmigrantes, somos la viva experiencia de la exclusión. Plantear, un interrogante sobre lo que están viviendo los venezolanos que han emigrado a otros países buscando mejores oportunidades. Sería un buen comienzo. ¿Qué sabemos? algunos contando con apoyos familiares lo han logrado. Pero, los inmigrantes somos testigos fieles de que la situación económica latinoamericana es delicada. Los que emigran llevan la fantasía de una mejor vida. Pero, sólo con el cambio de la moneda. Se evidencia grandes rasgos de xenofobia y discriminación que estamos avizorando para los venezolanos en las fronteras. Para los latinoamericanos ─ Venezuela no es una amenaza ─.

Por último, espero que el silencio guardado en el pasado, no nos haya vuelto cómplices de está sucia manera de sustituir un gobierno por otro a través de la violencia, desconociendo la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Somos una comunidad grande, solicitemos, al Sr. presidente Nicolás Maduro Moros, que nos tenga en cuenta como un gran frente de hombres y mujeres capacitados para plantear soluciones eficientes. De nuestros avances en la materia, depende el futuro de aquellos que desean vivir aquí. Esa participación, tendrá que llegar a la Asamblea Nacional Constituyente, pues también somos Pueblo. Lo dice nuestra semilla de hijos y nietos venezolanos, que aman su lugar de nacimiento. Como yo, sé que muchos anhelan poder vivir su vejez en esta patria llamada República Bolivariana de Venezuela. Y sólo el dialogo desde lo heterogéneo lo hará posible.

frentelatinoamericanoenvzla@gmail.com



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