Derecho Constitucional para quienes no quieren entender nada

Venezuela vive momentos estelares que pudieran llevarnos a escenarios que gran parte de la población no quisiera vivir, sin embargo, existen grupos políticos que manosean de manera flagrante, el posible enfrentamiento entre los ciudadanos de ambos bandos.

Hoy, me quiero referir a una cuestión estrictamente jurídica y, en concordancia por lo expresado por el Presidente Nicolás Maduro el día 1 de mayo en la Avenida Bolívar, cuando manifiesta ante el país, la necesidad de una Convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, prerrogativa que lo faculta según los artículos 347,348 y 349 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, aprobada por el pueblo venezolano en el año de 1999, derogando la vetusta Constitución del Pacto de Punto Fijo, hecha de acuerdo a los intereses de los partidos AD y Copei para gobernar nuestro país con un supuesto acuerdo de gobernabilidad, eso sí, dejando por fuera a los grupos de venezolanos que militaban en la izquierda, es decir, la tan cacareada "democracia", no fue sino una estructura bi-partidista que mancilló los valores y preceptos sociales de la soberanía y garantías constitucionales ante la mirada complaciente de la sociedad venezolana, amparada en manipulaciones de todo tipo, violaciones permanentes de su texto, además, sin que nadie estableciera la prioridad de cambios en su estructura para lograr un mejor país.

La Venezuela actual, tiene como protagonistas a los mismos actores, solo que, los valores están invertidos, ahora, son los adecos, copeyanos y sus derivados, que pujan por volver al poder a través de la fuerza, aduciendo un supuesto "golpe de Estado", el cual, según ellos, ha sido dado por el propio Presidente Maduro, lo que se traduce en una posición de "dictadura". De acuerdo a los comentarios y declaraciones públicas de la dirigencia de la oposición, en lo que va de año, se han producido varios golpes de Estado. El primero de ellos, está referido a las Sentencias del Tribunal Supremo de Justicia, cuando desaprueba la incorporación de los tres (3) diputados por el estado Amazonas y, declara en Desacato a la Asamblea Nacional cuando ésta rechaza la Sentencia de la Sala Constitucional. El segundo golpe de Estado, se refiere a la no comparecencia del ciudadano Presidente de la República en su acostumbrada alocución anual que se establece como norma de su Memoria y Cuenta ante la nación. El Presidente, facultado como lo está, acude ante el TSJ en su Sala Plena dando su alocución y presentación de la Memoria y Cuenta (en condiciones de normalidad legislativa sería ante la Asamblea Nacional, según lo establecido en el artículo 237), ésta vez, de manera extraordinaria, debido a lo expuesto anteriormente en cuanto a la persistencia de Desacato que mantiene la Asamblea Nacional. El tercer elemento que sistemáticamente sostiene la oposición como golpe de Estado, es el llamado a Constituyente, extremo jurídico que por iniciativa del Presidente ha generado una avalancha de críticas, desinformación y malintencionados comentarios dentro y fuera de Venezuela. Ese elemento de carácter Constitucional, desestima de raíz, el supuesto régimen dictatorial que nos quieren hacer ver, dejando de un lado el poder de análisis de los ciudadanos, el poder de entendimiento que pudiera tener cualquier venezolano, quien ha aprendido a interpretar y discutir los alcances que representa una Constituyente, que dicho sea de paso, ya existe una importante experticia ganada en años pretéritos. Como comentario complementario del comportamiento de la dirigencia opositora y, reacia a aceptar cualquier propuesta del gobierno, nos encontramos con un discurso tan burdo y carente de lógica ideológica, basado en viles entuertos mediáticos para confundir a los venezolanos haciéndoles ver que el único que puede convocar la Constituyente es el pueblo a través de ellos.

Entremos a analizar los artículos de la Constitución Nacional que pudieran clarificar el panorama y, darnos luces que conlleven a encontrar el camino para la paz y convivencia general. Es prudente resaltar que lo expuesto por el Presidente Maduro es una posición de valentía ante un escenario de guerra económica, desabastecimiento, malestar generalizado, campaña mediática nacional y mundial sin precedentes en la historia de cualquier país, además, con el cristo de espalda de organizaciones que supuestamente están diseñadas para agrupar y coadyuvar en la armonía de los países de la región, como es el caso de la OEA; organización que ha servido de plataforma para la injerencia extranjera en los asuntos internos de nuestro país. Así mismo, un número importante de Diputados venezolanos, han levantado sus voces para mal poner a la administración gubernamental en busca de pre vendas de países que verticalmente han fijado posiciones contra la patria de Simón Bolívar. Muchos de estos países sin moral alguna, para calificarnos o cuestionarnos por violación de Derechos humanos, expresar preocupación por la forma como se han manejado las manifestaciones violentas de los grupos de desadaptados de la oposición por parte de la Guardia Nacional y Policía Nacional, quienes han utilizado la fuerza de armas permitidas para controlar los desórdenes públicos y desmanes de los militantes armados y tarifados (según lo contado por ellos mismos ante sus detenciones).

Países como: Argentina, Guatemala, Honduras, México, Colombia, Paraguay, Chile, EEUU y Brasil, quienes de manera vulgar y abusiva se han unido para agredirnos, violando de manera torpe el Derecho Internacional Público, dejando en claro su respaldo a la oposición venezolana en su interés supremo de acabar con el gobierno chavista, el cual, representa una piedra en el zapato de los grandes intereses de los Estados Unidos en la región. El solo hecho de crear una sinergia entre países que tienen como filosofía política ser de Derecha, hace de este conflicto interno de Venezuela, un caldo de cultivo apetitoso para una intervención o bloqueo económico, tal como se ha aplicado en otras regiones del mundo con la complicidad interna de políticos inescrupulosos, situación que es evidente en nuestra patria. Al mi modo de ver las cosas, ningún político venezolano de oposición, se ha paseado por la idea de analizar lo que pudiera ocurrir en una eventual confrontación entre ciudadanos venezolanos o, una guerra con fuerzas extranjeras. La cosa no es tan sencilla. Sí triunfan en su afán por acabar con el chavismo, tendrían una tarea difícil de sostener los logros de la Revolución, si eso no ocurre su derrota a corto plazo sería inminente, teniendo como agravante un derramamiento de sangre insospechado. Si caen derrotados por la fuerza del pueblo chavista, quedando en minusvalía política para futuras contiendas electorales produciendo un gran apalancamiento de las fuerzas chavistas en todas los estamentos de la vida nacional y regional. Al parecer, creen que solo una fuerza del extranjero sería suficiente para dejarles el camino libre a sus apetencias de gobernar, es decir, no les importa el otro tolete de la población que tiene clara sus misiones en la sociedad. Ejemplos hay muchos, miremos lo que ha venido ocurriendo en Irak, Afganistan, Siria y Libia. Pueblos devastados por la guerra, desolación y hambruna. Países que estructuralmente no podrán superarse en largos y tortuosos años. Familias enteras sin viviendas, niños y niñas abandonados a la suerte, jóvenes y adultos viviendo en refugios insalubres, hospitales insuficientes para atender las necesidades médicas, servicios públicos sin capacidad para cumplir su rol, seguramente nos llenaremos de mercenarios que tendrán luz verde para matar y violar sin condena alguna, nos llenaremos de bases militares de los EEUU a cambio de una supuesta protección de los grandes y sesudos políticos, volverán los grandes inversionistas, aparecerá la receta del FMI y el Banco Mundial, llegará la Harina Pan, el Papel Toilette y los jabones y desodorantes de marca mundial, eso sin contar las grandes cadenas de comida rápida, la drogadicción y prostitución, el maltrato a los pensionados, a las amas de casa, y a todo aquel que se le ocurra protestar. En ese caso, los policías y Guardias Nacionales si estarían autorizados a utilizar perdigones, bombas lacrimógenas y balas si fuese necesario para sostener al Estado. No seríamos condenados por ningún país, ninguna ONG opinaría de violación de Derechos Humanos y ganaríamos seguramente algún premio internacional como país emprendedor y solidario con los Estados Unidos por venderle el petróleo barato.

Las recientes reacciones de emisarios gubernamentales de los países antes nombrados, solo persiguen una condena a nuestro país, ponernos de rodillas y favorecer a los grupos anárquicos de Voluntad Popular y Primero Justicia que a "trocha y Mocha" se quieren hacer del poder político, sin tener la suficiente preferencia del electorado, según las encuestas que se han publicado. Todo apunta a una clara intervención como lo ocurrido en Irak, cuando pudimos observar a una fuerza extranjera realizar una invasión y colocar a un títere que cuidara los intereses de los socios de la OTAN y sus aliados. Esa receta no las quieren aplicar en Venezuela, aunque con una pequeña diferencia, el pueblo venezolano está, políticamente mejor preparado y, consciente de su papel que debe jugar, a pesar de la "guerra económica" a la cual ha sido sometido durante los últimos cuatro (4) años. No es fácil poder enfrentar un poder económico mundial en las circunstancias actuales. Los grupos internos opuestos al gobierno reciben grandes cantidades de dinero para financiar su campaña devastadora, tienen asesores comunicacionales para fracturar la conciencia del ciudadano común, se confabulan para acabar con la tranquilidad, creando caos en puntos focales, alimentan a grupos de mercenarios con armas y estrategias de guerrilla urbana para hacer ver ante el mundo que en Venezuela se están matando unos con otros y propiciar la condena internacional que degenere en una acción militar como la que ocurrió en Panamá, Granada y Haití. El resultado de toda esa historia es altamente conocida por todos nosotros.

Lo que se está jugando en nuestro territorio, no es una guerra convencional, es una nueva guerra que involucra una vasta proporción de intereses regionales y mundiales, los cuales, tienen como propósito esencial quebrar la unificación de los países progresistas, echarle mano a los grandes recursos existentes en Venezuela, controlar el flujo del petróleo, así mismo, enviar un mensaje claro al mundo entero, "hemos podido contener al gobierno que avivó las ideas bolivarianas por toda América, dejando de un lado su onda ideológica expansiva del socialismo del siglo XXI, el cual, es contrario a la globalización neoliberal".

Visto el panorama actual, veamos como visualizo el contenido de la convocatoria hecha por el Presidente Maduro. El Primer aspecto que observo es el siguiente: Los juristas y, líderes opositores, se basan para distorsionar el llamado a una Asamblea Constituyente en fundamentos legales de manera subjetivo y con un gran sesgo politiquero que en nada ayuda a resolver la crisis en la que nos han metido sin ninguna necesidad. No es menos cierto que el Poder intransferiblemente radica en el pueblo, sin embargo, ese poder tiene y debe tener normas que lo rijan, es por ello que, el Constituyentista estableció de manera directa el formalismo de como activarlo y, es a través del artículo 347 que se establece como el depositario originario con una convocatoria, pero, el complemento perfecto lo establece el artículo 348, quien delinea esa convocatoria y deja la claridad de la iniciativa al Presidente o Presidenta de la República en Consejo de Ministros (etapa cumplida por el Presidente Maduro), la Asamblea Nacional, mediante acuerdo de las dos terceras partes de sus integrantes (recordemos que se encuentran en Desacato); los Consejos Municipales en cabildos, mediante el voto de las dos terceras partes de los mismos; o el quince por cierto de los electores inscritos y electoras inscritas en el Registro Civil y Electoral.

El manejo mediático con la mala intención de hacernos ver que la Iniciativa a una Convocatoria por parte del Presidente Maduro no es constitucional, es lo que pudiera llamarse "intenciones mal fundadas de actores con intereses". La misma Constitución Nacional lo deja bien estipulado: Art. 347 es Convocatoria, y el Art. 348 es Iniciativa a la Convocatoria. Ahora bien, se ha querido decir que el Presidente no puede Convocarla, que solo el pueblo es el facultado para Convocar una Asamblea Constituyente, entonces que ocurre con esa porción de electores que validarán el proceso, es acaso nulo el proceso?. A mi entender, cuando se habla de que el Poder Radica en el Pueblo, es porque mediante el voto universal y secreto es que se confirma ese ejercicio democrático de elección popular. Es muy distinto que, un gobernante se abrogue el derecho de: Convocar e iniciar un proceso constituyente con la sola participación de sus militantes, en esta oportunidad se está convocando a toda la nación a participar, incluso se corre el riesgo de que la votación no favorezca al mandatario convocante, de igual forma, la perfección de la Constitución, pudiera verse afectada por corrientes ideológicas distintas. Es allí donde el recurso universal del voto garantiza la transparencia del acto comicial y popular. Indistintamente como piense el venezolano, sea de izquierda o de derecha, independiente o no, el solo hecho de acudir a las urnas y, el haber participado como elector le otorga el gran derecho de considerarse Poder Popular, allí se le hace honor a la base constitucional del Art. 5 de la carta Magna: "La Soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público".

El Presidente Maduro, está ejerciendo de manera valiente el llamado a resolver un conflicto que atenta contra la paz de la nación. Muchos abogados que han sido entrevistados en programas de radio y televisión, sostienen que el llamado a una Asamblea Constituyente no es potestad del Presidente, sino que, es solo el pueblo el que lo puede hacer…me pregunto: ¿Por qué los líderes opositores no tomaron esa iniciativa si tanto les interesa el país? ¿No será que ese escenario no es provechoso para ellos? ¿Es que acaso prefieren una acción militar extranjera que les otorgue el poder político?

Otro elemento importante que desmonta la manipulación mediática, es la referida a la intención de los opositores a buscar fuera del país las soluciones a nuestros problemas, cada quien opina, dejan ver sus costuras de su injerencia, no aportan nada que ayude a resolver una crisis que ellos mismos la han generado para sacar provecho político. El hecho más abominable es el papel del Secretario de la OEA, quien de manera abierta se involucra en problemas propios de Venezuela sin tener la autoridad moral e institucional para hacerlo, claro está, aupado y alimentado por las corrientes de la dirigencia de la MUD.

Más allá de la estricta consideración jurídica, en la Venezuela actual, tanto catedráticos como comunicadores de la ciencia jurídica, su aporte no es buscar la paz y la convivencia entre los venezolanos, es más bien, allanar o minar el país en consideraciones de descrédito del adversario, pretender eliminar de una vez por todas a los chavistas, no creer en nada que digan los encargados del gobierno, es decir, la descalificación por encima de cualquier cosa. Interpretan de manera sesgada la Constitución para sacar a relucir sus inclinaciones partidistas, incluso escuché decir a un profesor universitario, ligado a la MUD, "que es fraudulenta la convocatoria por parte del Presidente de la República a la Asamblea Constituyente porque no tiene facultad para hacerlo". Opiniones como esa son la comidilla diaria. Si lo dijera una señora que no conoce nada de leyes, es comprensible, pero, que lo diga un abogado constitucionalista, eso es imperdonable. Para ese jurista, solo existe el art. 347, los demás no cuentan, siendo el lenguaje que usan para ocultar los aspectos complementarios del alcance de la legislación nacional.

Por último, es importante que las mejores opiniones sean las que marquen la pauta de la resolución del conflicto político. Ya basta de tanto inconsistencia mental de esos dirigentes que no presentan alternativas válidas a la sociedad, no sabemos de sus ideologías, no estamos claros de sus intenciones, no tenemos presente resultados de sus gestiones al frente de gobernaciones y alcaldías, por lo tanto, su conducta deja mucho que desear como servidores públicos. Lo que hoy critico o cuestiono del gobierno nacional, no es la forma como se gobierna, lo que quiero es desaparecer a través del odio y la violencia inusitada a una fuerza política para instaurar un régimen de opresión y destrucción del adversario.

En los actuales momentos nadie conoce la ideología de esos factores de la oposición venezolana, ni Primero Justicia, ni Voluntad Popular, han dejado ver sus programas de gobierno, es por ello, que siento gran angustia por saber el desenlace de sus acciones terroristas. Cuando un conflicto político cae en manos de las armas, el final es muerte y destrucción en nombre de la paz y la supuesta democracia.

Como abogado, estoy absolutamente convencido que alguien está mintiendo de manera descarada en este juicio, a las pruebas me remito. Una vez más se alimenta a sectores a destruir bienes de la nación, a maltratar física y verbalmente a funcionarios públicos, a resolver problemas estructurales con la violencia, o es que en Miranda, Zulia, Lara y Amazonas no hay problemas de: ornato, vialidad, de inseguridad y de corrupción, sin contar el abandono de los servicios esenciales como la basura y cuido de la educación. Un gobernador o alcalde tiene claramente delimitadas sus funciones, además, son parte del Estado Nacional, no pueden eludir sus responsabilidades establecidas en la Constitución y las leyes. Recientemente se han visto a gobernadores y alcaldes al lado de quienes atentan contra el Estado, contra empresas que generan impuestos para esos municipios, por qué la Fiscalía no inicia una investigación para determinar delitos que pudieran estarse presentando.

El único objetivo que se persigue es desconocer al contrario, en este caso la oposición se ha trazado la idea de borrar al chavismo de la faz del territorio nacional, y ha involucrado en la lucha política, a elementos de la delincuencia criminal para que generen caos y saqueos.

juliogonzalezseguros@gmail.com



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