Días atrás me tocó caminar unas largas cuadras, mientras andaba, pensaba en las dos alternativas que tenía, escoger entre irme por el barrio o tomar las calles de un urbanismo, la primera opción me gustaba, ir por el barrio saludando y sintiéndome cómoda entre la familiaridad que ofrecen estos sectores, la segunda alternativa era ir entre el urbanismo, que de seguro me conseguiría a conocidos, jardines bonitos y los edificios arregladitos, sin embargo, me entró una preocupación muy grande, me dije y si lanzan botellas congeladas? Al momento, sentí que estaría en riesgo y preferí tomar las calles del barrio por camino.
Después de pensar sobre mi inseguridad por el urbanismo, rápidamente pasé a comprender que, ha sido la clase media la más golpeada por la situación económica, es esta clase la que siente frustración y molestia, pero además, la más atormentada. Los medios, las redes de información: wasap, twitter, facebok y otros, han direccionado toda su artillería mediática para neurotizar a la clase media y tristemente los mensajes de odio, sectarismo, han calado. Es posible, que la opinión que estoy emitiendo sea a punta de especulación, sin embargo, a las pruebas me remito, los nuestros, los iguales a nosotras y nosotros, son en una minúscula parte, los que van como zombis, cumpliendo las ordenes del General Guaya, del opositor Tulio Hernández, el primero vía twitter dio instrucciones, como colocar guayas en las vías publicas, comunicado que generó la muerte de un joven, cómo murio? Degollado, el segundo, me refiero a Tulio Hernández militante de la oposición venezolana, envió mensaje para eliminar guardias nacionales con materos desde los edificios, este infame twitter cobró la vida de una humilde señora que salió hacer algunas compras y recibió un golpe con un envase congelado, lanzado desde un edificio.
Reseñar los recientes hechos, nos invade de tristeza, porque nos están azuzando a pelear, como si fuésemos unos animales, que sin raciocinio se prestan para actuar sanguinariamente. No puedo dejar de indicar, las últimas ordenes para las y los seguidores opositores, Miguel Henrrique Otero pidió que el poputow se hicieran en las embajadas del mundo y en residencias de embajadores, acto que se ejecutó, ya el último fue el intelectualoide Cesar Miguel Rondón, que pidió repudio y asedio en los aviones a simpatizantes del chavismo, pues bien, vimos como agredieron a un empresario en un centro comercial. Que lamentable es, ser testigos de tanta expresión de odio, nos han inoculado la esquizofrenia colectiva y neurotismo, con estrategias psicológicas bien pensadas para mal. Nos han jurungado la psiquis, estimulando actos inhumanos y de malhechores.
Unos años atrás, en un mensaje que escribí por las redes de información, afirme que no eramos Ucrania, refiriéndome a que nuestro pueblo era noble, paciente y con cultura de paz. Hoy, nos damos cuenta que a través de las redes sociales nos explicitan ordenes criminales y un sector las ejecuta, muchos con paga de por medio, cual sicariato, pero online, horror por las redes sociales! esto es terrible! Intentan masificar la barbarie y la persecución.
A la gestión de gobierno, tomen acciones preventivas, militaricen el país, con guardias del pueblo, esos que tienen identidad de clase, que son pocos, pero, son esos los guardias de honor que deben estar en la calle resguardandonos, porque sirios y troyanos necesitamos que regrese la gobernabilidad. Al Ministerio público, Señora fiscal en otro momento de el debate politico, pero ahora, cumpla con su envestidura, en los procesos judiciales, basta de impunidad. Al pueblo, que ahí me cuento, calma y cordura, con la ley de oro que es protegerse, con la conviccion cristiana, amar al projimo, debatir en calma como militantes de paz y generar espacios para la reflexión e incidir en todos los lugares del país la sana convivencia.
Nos duele todas las muertes, todas y todos los agredidos, todas y todos los asediados y discriminados fuera y dentro del país. Pido, añoro y deseo, que seamos capaces de vernos y que la consciencia redarguya nuestro mal proceder. No permitamos que los males lleguen a rumbos irreversibles, hermanas y hermanos que regrese la paz. Venceremos!