Hay que dejar claro que el oposicionismo no abandonará la violencia callejera -terrorismo- ni la arremetida contra el presupuesto familiar -economía nacional- como tampoco parará de sabotear todo lo que pueda, desde el servicio eléctrico hasta el servicio de agua, pasando por la Internet, telefonía móvil o transporte público, por más que el presidente obrero: Nicolás Maduro, haya llamado a una Asamblea Nacional Constituyente. Las razones son muy fáciles de conocer, ya que los escuálidos no son nada sutiles, precavidos o discretos al momento de armar sus berrinches mediáticos; primero reciben un chorro de plata de organismos internacionales disfrazados como instituciones de caracteres democráticos o no gubernamentales y segundo, que es el punto que realmente me interesa analizar, han logrado enloquecer a sus afectos, al punto que algunos comenten acciones violentas sin necesidad que les peguen; lo ocurrido en Hidrosportuguesa, en Guanare; el Saime, Barquisimeto y el hospital materno Infantil Hugo Chávez, en El Valle, Caracas, por nombrar los más conocidos, son pruebas fehacientes de la enajenación de los guarimberos, partiendo del hecho que su inestabilidad sicológica les impide discernir entre la realidad y lo subjetivo.
Me gustaría saber qué pensaba el muchacho ese de apellido Pernalete, que fue asesinado por los sujetos con quien andaba, que tenían encendida la avenida ese fatídico día y que gracias a las cientos de cámaras fotográficas y videos celular arrojan pruebas que no fue ningún uniformado de la Guardia Nacional, ni la Policía que le quitó la vida. Hay que dejar claro también que ese recurso audiovisual -del que los incitadores al terrorismo echan guante sin entender su carácter vívido- es y ha sido el mejor instrumento para desmontar las matrices de opinión que contra la revolución bolivariana han intentado posicionar, como es el caso de Lilian Tintori y su máscara anti-gas, Mario Silva demolió magistralmente la intensión de la susodicha con uno de sus propios videos, que mostró al mundo -por cierto-cuando intentaba “auxiliar a un joven que se “ahogaba” con el humo de las bombas lacrimógenas con la película “Terminator”, Sara Connor se quedó pendeja con la pantomima de la Tintori.
Pero en ese orden, los padres de familia, especialmente aquellos que les pagan los estudios universitarios en una institución privada, a sus hijos saben que no se están siendo usados carne de cañón; los directores de esos centros de educación están consientes que las licencias que tienen -otorgadas por el gobierno- no son para fomentar el fanatismo o el terrorismo; incluso esos chamos que respaldan “la salida” están claros que lo que están poniendo en riesgo es su vida, no la de quienes los anima a quemar centros de salud, sede de partidos políticos u organismos públicos. Maduro llamó a una Asamblea Nacional Constituyente a la que se integrarán un poco más de 500 personas, esa la ocasión oportuna para ver el grado de compromiso de los dirigentes de la oposición con Venezuela, así como para determinar su liderazgo entre la clase trabajadora, en los barrios, con el venezolano de a pié; hay que quitarse la capucha, el pasamontaña y sentarse a escribir propuestas para que el Texto Constitucional aborde temas en los que hay vacíos legales, temas como el terrorismos doméstico, traición a la patria, constitucionalización de las misiones y grandes misiones, esta es la oportunidad de oro para los políticos concentrados en la Mesa de la Ultra Derecha, MUD, demuestren que ellos no son quienes han generado la campaña de odio, que ellos no son quienes atentan contra la economía nacional, incluso que ellos están ganados a la idea del diálogo.
