Vivir sin dinero (Proyecto Venus) (IV)

"La sociedad entera, estructurada por el dinero y orientada al materialismo es una sociedad falsa. Nuestra sociedad pasará a la historia como la de más bajo desarrollo del hombre. Tenemos las mentes, el conocimiento, la tecnología y la viabilidad para construir una civilización completamente nueva." Jacque Fresc

A propósito de lo expresado en la última parte del artículo anterior, encontramos la reciente noticia que refuerza nuestro optimismo:

"22 de abril de 2017.- Científicos de todo el mundo se preparan para recorrer las calles de más de 500 ciudades del mundo en la "Marcha por la Ciencia", una iniciativa que nació en Estados Unidos en respuesta a los recortes a la investigación científica propuestos por el presidente, Donald Trump.
Las primeras convocatorias para marchar por la Ciencia comenzaron en enero en las redes sociales y, ahora, solo tres meses después, el movimiento ha alcanzado una magnitud global y ha captado el apoyo de 220 grupos científicos, como la importante Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, que promueve la cooperación científica."

Basándonos en el estado actual del conocimiento científico junto con nuestra meta de máxima sostenibilidad para la población humana, surge una pregunta:

¿Qué necesitamos para sobrevivir?

Y la respuesta obviamente es:

Recursos Planetarios.

EL PRIMER PASO que debemos dar es realizar un Inventario Global de Recursos.

Ya sea el agua que bebemos, la energía que usamos, o las materias primas que utilizamos para producir comida, herramientas y refugio, sabemos que el Planeta alberga los recursos, muchos de los cuales se requieren para nuestra supervivencia. Así que dada esa realidad, es imprescindible realizar un Inventario Global de Recursos, o sea, averiguar, lo que tenemos y donde está. Tenemos que localizar e identificar cada uno de los recursos físicos del planeta, junto con la cantidad disponible en cada lugar. Desde los manantiales naturales de agua potable, depósitos de los diferentes minerales, vegetales, animales, etc., los mejores terrenos agrícolas, corrientes de agua, hasta las más variadas fuentes de energía disponibles y el grado de convertibilidad a otro tipo de energía, la evaluación de la cantidad de peces en el océano, etc.

Pero debido a que vamos a consumir estos recursos a lo largo del tiempo entonces, no solo necesitamos localizarlos e identificarlos, también necesitamos monitorizarlos. Necesitamos asegurarnos de que no se nos acabe nada de esto. Y eso significa conocer no solo nuestras tasas de utilización sino también las tasas de regeneración, como por ejemplo cuánto tarda un árbol en crecer o un manantial en volverse a llenar. Esto se llama Equilibrio Dinámico. Si acabamos con los arboles más rápidamente de lo que tardan en crecer, o con los manantiales más rápidamente que lo que tardan en recuperarse, entonces, la vida en el planeta no será sostenible y tendremos un grave problema.

Tenemos grandes yacimientos minerales en África y América Latina, concentraciones energéticas en el Medio Oriente, inmenso potencial de energía mareomotriz en Norte América, vasto suministro de agua fresca en Suramérica, etc. Para eso debemos usar la Teoría de Sistemas, pues todo lo que existe en el universo, desde el microorganismo más pequeño, a la atracción gravitacional universal constituyen un solo, enorme y único sistema completamente interconectado e interdependiente. En consecuencia debemos crear un Sistema Global de Administración de Recursos y tenemos que administrarlo en conjunto. No tenemos alternativa lógica si nuestro objetivo como especie es la supervivencia. Y eso no lo pueden hacer los líderes políticos o religiosos. Ellos solamente saben prometer.

EL SEGUNDO PASO consistirá en Administrar la Producción.

¿Cuál será el proceso de producción?

¿Qué necesitamos considerar para asegurarnos que sea lo más optimizada posible para maximizar nuestra sostenibilidad?

Lo primero que sale a relucir es que necesitamos conservar los recursos. Los recursos del planeta son esencialmente finitos. Entonces es importante que seamos estratégicos. La clave es la conservación estratégica. Lo segundo que reconocemos es que algunos recursos no son tan buenos como otros en cuanto a su rendimiento. En realidad algunos recursos, cuando son usados, tienen un efecto terrible en el medio ambiente, lo cual invariablemente afecta nuestra salud. Por ejemplo el petróleo y los combustibles fósiles liberan agentes bastante destructivos en el medio ambiente, por lo tanto es crítico que hagamos lo posible por usar tales cosas cuando fuere absolutamente necesario. Afortunadamente vemos muchas posibilidades de sustituirlos con energía solar, eólica, mareomotriz, geotérmica, etc., por lo que podemos idear estrategias objetivas sobre lo que usamos y dónde lo usamos para evitar lo que pudiéramos llamar las retroacciones negativas. En esto consiste la seguridad estratégica, asociada a nuestra conservación estratégica. Pero vamos a necesitar una estrategia de eficiencia para la propia mecánica de la producción: Primero, cada bien que producimos debe ser diseñado para durar tanto como sea posible. Cuantas más cosas se estropeen más recursos necesitamos para remplazarlas y mas desperdicio será producido. Segundo, cuando las cosas se estropeen o dejen de ser útiles es crítico que reciclemos tanto como podamos. Tercero, las tecnologías de evolución rápida como la electrónica deben ser diseñadas para prever y acomodar actualizaciones físicas. Hay que diseñar los equipos para que no sea necesario reemplazarlos en su totalidad, sino parcialmente.

EL TERCER PASO es la Distribución.

Cuanto más corta es la distancia de transporte, mayor será la eficiencia. Producir bienes en un continente y enviarlos a otro solo tiene sentido si los bienes en cuestión simplemente no pueden ser producidos en el área deseada. Debemos producir localmente para que la distribución sea simple rápida y que requiera la menor cantidad de energía posible. Esto se llama Estrategia de Proximidad: reducir al máximo el transporte de bienes. Por supuesto que esto depende de la demanda en cada sitio. Debemos crear un Sistema Estratégico Global de monitorización producción-distribución- demanda, pues no todo tiene igual demanda en diferentes lugares. Alimentos, medicinas, artículos deportivos, carros, lanchas, corta gramas, bicicletas, juguetes, cámaras, equipos científicos, etc. se utilizan durante periodos de tiempo muy diferentes y en diferentes lugares.

Es importante saber qué bienes transportamos, porque esto cae en la categoría de la demanda y la demanda es simplemente lo que las personas necesitan para estar saludables y tener alta calidad de vida. El espectro de las necesidades materiales humanas va desde las necesidades vitales como comida agua potable y refugio hasta bienes sociales y recreativos que permiten relajación y disfrute personal y social, todos importantes factores en el conjunto de la salud humana y social.

No es lógico ni sostenible que cada persona tenga una de cada cosa que se produce sin importar su uso. Eso sería derrochador e ineficiente. Si una persona tiene necesidad de un bien pero esa necesidad dura por ejemplo 45 min al día, sería mucho más eficiente que ese bien estuviese disponible para él y para todo el que lo necesite. Muchos olvidan que no es la propiedad lo importante, sino el acceso a ese bien. Cuando entendemos que el bien en si mismo solo es importante por su utilidad, vemos que la restricción externa, o lo que pudiéramos llamar la propiedad, es un derroche y es medioambientalmente ilógico.

Así que necesitamos concebir una estrategia llamada acceso estratégico. Esta sería la base para nuestro Sistema Global de monitorización de: producción- distribución-demanda, el cual garantiza que podemos satisfacer la demanda de las necesidades de la población para acceder a lo que desean o necesiten, cuando lo necesiten. En lo que respecta a adquirir los bienes físicamente, los centros de acceso locales y regionales tienen mucha sentido ya que la mayor parte estarían ubicados muy cerca de la población y una persona simplemente llegaría, tomaría el artículo, lo usaría y cuando haya terminado y no lo necesite, lo devolvería, de manera similar a como funciona una biblioteca actualmente. De hecho estos centros no solo existirían en la comunidad de la forma como son las tiendas de hoy, sino que existirían centros especializados de acceso, en áreas específicas, donde ciertos bienes son utilizados frecuentemente ahorrando energía con menos transporte repetido y una vez el sistema de monitoreo de demanda esté operativo, estará unido a nuestro sistema de gestión de producción y por supuesto a nuestro sistema de gestión de recursos creando así una máquina de gestión económica global unificada y de actualización dinámica que simplemente asegure que nos mantengamos sostenibles comenzando por proteger la integridad de nuestros limitados recursos trabajando para garantizar que sólo fabriquemos los mejores y más estratégicos artículos mientras todo es distribuido del modo más eficientemente posible que solo puede determinar la verdadera sostenibilidad humana del planeta y permitiría seguramente algo que nunca se había visto en la historia humana: Acceso a la Abundancia, no solo para un porcentaje de la población mundial, sino para toda la civilización.

Este modelo económico, este enfoque sistémico responsable hacia un manejo total de los recursos de la tierra y procesos diseñados para cuidar de la humanidad en su totalidad, de la manera más eficiente y sostenible, es lo que se denomina una Economía Basada en Recursos. Fue ideada en los años 70 por Jacque Fresco, quien estima que todo esto se puede hacer con lo que sabemos y tenemos actualmente y que podría tardar diez años el cambiar y reconstruir el mundo en un Segundo Jardín del Edén, o perecer si no lo hacemos.

Para lograr todo esto es imperativo, además, realizar una planificación basada en el número máximo de habitantes que el planeta puede albergar, o sea su capacidad de carga. Esto se requiere además del inventario de nuestras reservas físicas. Igualmente debemos tener los centros de producción y conocer las necesidades de toda la población, como es el estado de su salud, alimentación, educación, etc., lo cual nos permitirá determinar la cantidad de bienes y servicios requeridos, como por ejemplo, hospitales, tierras de cultivo, escuelas, etc.

Toda nuestra infraestructura debe ser rediseñada y operada como sistemas coherentes completos e integrados. Esto significa que debemos considerar toda nuestra comunidad global como una unidad que nos incluye a todos y planificar en consecuencia. Solo de esta forma podremos usar nuestra tecnología para superar la escasez, proporcionar abundancia universal y proteger el medio ambiente.

La clave para lograr pronto la abundancia y un alto nivel de vida para toda la población, es automatizar todo lo máximo posible y en el tiempo más corto posible.

Las computadoras pueden atender las necesidades de todos cuando en última instancia se integre la cibernetización (Estudio de sistemas auto-regulados), a todos los aspectos de esta cultura nueva y dinámica. Se puede pensar en esto como si fuera un sistema nervioso electrónico que se extiende por todas las áreas del complejo social. Su función sería la de coordinar un equilibrio entre la producción, la distribución y la demanda, para asegurar que no haya escasez ni exceso. En esta sociedad altamente técnica las decisiones se basan en la directa retroalimentación medioambiental, humana e industrial. Como sensores eléctricos a través de todo el entorno, desde ciudades, fábricas, almacenes centros de distribución y redes de transporte alrededor de todo el mundo. Recopilando información para llegar a las decisiones más apropiadas para satisfacer las necesidades de la sociedad, en lugar de intereses privados o corporativos.

No es que debamos ser cautelosos con la tecnología automatizada o las máquinas sino con el abuso y mal uso de la tecnología por interese egoístas. Es la gente la que decide a qué fines servirán las máquinas. Si la tecnología no libera a toda la gente hacia la búsqueda de las más altas aspiraciones del éxito humano, entonces todo su potencial tecnológico carecerá de sentido.



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Gilberto Hernández Ortíz

Graduado en la universidad Nacional de Colombia en Licenciado en Ciencias de la educación especializado en el área de Física y Matemáticas Postgrado en Educational Media en la Universidad de North Carolina A&T State University año 1984 - Greensboro, N.C Prof. Jubilado de la Univ. de Oriente (Núcleo Anzoátegui)

 gilnandez@hotmail.com

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