Vivir sin dinero (Proyecto Venus) ( III )

Estamos ahora en un momento en el que deben tomarse decisiones si queremos evolucionar de nuestra actual cultura de escasez, despilfarro y destrucción medioambiental a una sociedad sostenible de interés ecológico y abundancia. Una nación sin una visión de cómo podría ser el futuro, está destinada a repetir errores pasados, una y otra vez. Jacque Fresco

Como hemos visto, el PROYECTO VENUS se fundamenta en una Economía Basada en Recursos, lo cual significa que el concepto de propiedad privada, tan importante en un sistema económico de base monetaria, no tiene ningún sentido ni razón de ser en este nuevo Proyecto, pues lo verdaderamente importante es el acceso a los bienes y servicios para toda la población y no la propiedad privada de los mismos.

El concepto de propiedad, en sus variadas formas, (privada, familiar, comunal, corporativa, nacional, intelectual, etc.), que dependen de corrientes filosóficas y sociales (capitalismo, socialismo, comunismo, etc.), desde un principio ha consistido en la usurpación violenta a los más débiles. Posteriormente se legalizó a favor de los grandes usurpadores y se consideró como un derecho natural necesario para la prosperidad de la sociedad y con el advenimiento del mercado se asoció con el concepto del dinero.

Ha contribuido a formar todas las fronteras que separan a las personas, comunidades, sectores, pueblos, países, etc., generando a su vez las clases sociales y sectores privilegiados o élites, que han venido dividiendo cada vez más la población del planeta.

Las guerras, el saqueo, la usurpación, la corrupción, la escasez, la especulación, el acaparamiento, el contrabando, son también consecuencias que intensifican su perversidad y han terminado consolidando el estado burgués.

La última crisis económica y financiera ha demostrado que este modelo, basado en la propiedad privada y el dinero está obsoleto, no satisface nuestra realidad, y además está arriesgando nuestra supervivencia al destruir el medioambiente, provocar enormes y continuas guerras, delincuencia, corrupción, pobreza, accidentes, abandono en la investigación científica, etc.

Ha logrado aumentar la desigualdad, la pobreza, las guerras y el hambre entre los seres humanos, generando cada día más daño por la degradación del medioambiente debido entre otras cosas a la contaminación producida en todo el planeta y la destrucción exagerada de los recursos naturales.

Hace más difícil el acceso equitativo a los bienes y servicios de la mayoría de la población, genera más despilfarro en la producción y en consecuencia mayor contaminación.

El modelo económico basado en la propiedad privada y el dinero tiene sus días contados, pues carece de la capacidad para resolver los problemas actuales y futuros de la sociedad emergente. A medida que aumenta la automatización, con el uso de la robótica, los drones, las nuevas tecnologías, los nuevos materiales que se están produciendo, aumentará el desempleo, al tiempo que disminuirán los costos de los productos y servicios así como de la energía para la producción y el transporte, siendo la necesidad del dinero cada vez menos relevante, hasta terminar en su abolición como mecanismo para la obtención de bienes y servicios. Dicho fenómeno se incrementará cuando todas las tecnologías y los recursos naturales del planeta sean reclamados por la población mundial y dejen de ser propiedad de un pequeñísimo grupo de privilegiados que se han apoderado de estos bienes que pertenecen a toda la humanidad. Cada vez se acerca más el día en que la humanidad entera reclame su condición de propietaria indiscutible de estos bienes, pues no existe justificación alguna para que un minúsculo grupo de personas o empresas posea todos los recursos y tecnologías del planeta.

Es por esto que lo primero que tiene que hacer la población mundial es "declarar todos los recursos de la Tierra como patrimonio común de todos los pueblos del mundo".

Eso sería lo primero. Cuando ello se logre, podremos terminar con todas las fronteras artificiales que separan a las personas, para que podamos construir la nueva Economía Basada en Recursos.

Debemos convencernos, tener clara consciencia que lo más importante es el acceso a los bienes y servicios y no el título de propiedad de los mismos.

Afortunadamente, con el uso apropiado de las redes sociales, actualmente podemos hacer un REFERENDUM PLANETARIO, legitimar la idea y lograr el consenso para hacer tal declaración en el menor tiempo posible.

Para tener mayor información y conocer más sobre el PROYECTO VENUS, recomiendo visitar el canal Youtube.

¿Cómo podemos usar nuestra tecnología sabiamente para tener suficientes recursos para todos?

No hay duda de que lo primero que se tiene que hacer es divulgar ampliamente el PROYECTO VENUS alrededor de todo el planeta, hasta crear una consciencia general y universal acerca de las bondades de su aplicación.

Para lograr este objetivo tendremos que comenzar por informarnos nosotros mismos y convertirnos en difusores y promotores de este hermoso proyecto verdaderamente revolucionario, lo cual requiere paciencia, dedicación, optimismo y deseos de cambiar hacia una sociedad más justa y más humana. Hacia un mundo más civilizado.

Después que se explique suficientemente, se propongan las ideas, las razones y las ventajas para todas las naciones, y exista un acuerdo universal, entonces se podría llevar a cabo un estudio de factibilidad del Proyecto, lo cual implicaría inicialmente un Inventario Global de los recursos disponibles.

Pero si intentáramos hoy en día solicitar un estudio de recursos en todas las naciones, surgirían suspicacias, dudas y recelos que harían imposible lograr dicho objetivo. Es por eso que es necesario crear una consciencia general y universal acerca de las bondades del desarrollo y aplicación del PROYECT O VENUS.

La mayoría de los problemas de la población del planeta no son religiosos ni políticos, son técnicos y científicos. Pero lo que sucede es que tanto los líderes políticos como los religiosos siempre han prometido resolverlos, y nosotros les hemos creído. Evidentemente, ellos no saben nada de tecnología y por esta razón no tienen ninguna capacidad para resolverlos. Está en manos de la ciencia y la tecnología la solución de dichos problemas.

Por otra parte, hasta ahora, la educación ha sido orientada por nuestros dirigentes hacia el estudio del pasado, hacia la historia, con el argumento de que su conocimiento arroja luces sobre el presente; que quien no conoce el pasado está expuesto a repetir los errores en el presente. Si bien esto es verdad, no es menos cierto que no hemos tenido un estudio coherente de lo que pudiera ser el mundo en el futuro, lo cual también ayudaría a iluminar el camino que estamos recorriendo y esto seguramente ha influido en la población para tolerar y aceptar el viejo modelo económico basado en la propiedad, el abuso y el dinero y a oponerse en cambio cualquier otro modelo económico alternativo, como es el planteado en el Proyecto Venus, a pesar de las enormes, nefastas y fatales consecuencias que estamos sufriendo a causa del anticuado e injusto modelo monetario. Aceptamos como normal y lógico que existan esas enormes desigualdades, que una persona, empresa o país se haya apropiado por la fuerza de las armas o del dinero y la complicidad de los políticos y gobernantes, de aquello que le pertenece a toda la humanidad.

Como hemos dicho, la mayoría de nuestros problemas y sus soluciones son técnicos y científicos: la contaminación ambiental, el cambio climático, la mega minería a cielo abierto que destroza el planeta, el uso exagerado y la absurda explotación de energías fósiles, la irracionalidad en el transporte, la depredación y devastación del planeta, el uso inadecuado de los ríos y de las tierras agrícolas, el desordenado crecimiento de las ciudades, etc., todo lo cual es debido al modelo económico basado en el dinero. Estos problemas se pueden resolver cuando la tecnología y los métodos científicos sean empleados para servir a todo el mundo y no solo a un selecto y privilegiado grupo. Pero nunca les hemos pedido o planteado a nuestros científicos que nos resuelvan el problema de cómo diseñar una sociedad que elimine el aburrimiento y el trabajo monótono, que elimine los accidentes de transporte, que le permita a toda la gente tener un alto nivel de vida, que elimine los tóxicos de nuestra comida, que nos proporcione otras fuentes de energía que sean limpias y eficientes. Es decir que podamos tener un gobierno más científico.

Pero podemos y debemos hacerlo.

Un gobierno científico no significa que los científicos gobiernan para tenernos dominados o controlar a las personas, sino que tienen los mejores medios y los conocimientos suficientes para construir sistemas eficientes de transporte, vivienda, producción de alimentos y los mejores métodos para limpiar a la atmosfera o para restaurar los océanos.

Nos deberíamos preguntar:

¿Qué es lo que queremos?

Queremos vivir en un mundo donde no tengamos que temer que nuestros hijos vayan a otra guerra, o donde no exista esclavitud ni enfermedades, donde tengamos una alta calidad de vida, donde no haya pobreza.

¿Sabemos cómo construir un mundo así?

No, no lo sabemos.

Entonces,

¿cómo pretendemos construirlo?

Tenemos que convocar a las diferentes áreas de la ciencia y presentarles los problemas que nos gustaría resolver.

Lo primero que tenemos que hacer es fijarnos una meta y esa meta es SOBREVIVIR, y no solamente sobrevivir, sino hacerlo de una manera óptima, saludable y próspera. La mayoría de la gente desearía vivir y preferiría hacerlo sin tener que sufrir. Por lo tanto, la base de esta civilización debe ser de apoyo, solidaria y por consiguiente Sostenible para todos. Debemos tomar en cuenta las necesidades materiales de todas las personas del mundo y a la vez evitar cualquier comportamiento que pudiera causarnos daño a largo plazo. Con esa meta de sostenibilidad máxima, el siguiente paso sería definir el método o enfoque empleado.

Hemos observado que el enfoque basado en el sistema monetario (doctrinas políticas, capitalismo, socialismo, comunismo, fascismo, credos religiosos, dogmas etc.) no ha funcionado y está a punto de colapsar, precisamente porque se basa en el sistema monetario y además, hemos permitido que sean dirigidos por políticos y líderes religiosos.

Por consiguiente lo más razonable y sensato para diseñar una nueva sociedad es intentarlo con el método científico.

La ciencia merece especial consideración para diseñar una nueva sociedad, porque sus métodos exigen que las ideas propuestas no solo sean probadas y repetidas sino que todo lo que la ciencia propone es también inherentemente verificable. En otras palabras, a diferencia de la religión y la política la ciencia no tiene ego y todo lo que sugiere acepta la posibilidad de resultar erróneo finalmente. No se ata a nada, no es fanática ni apasionada, experimenta y evoluciona constantemente.

Continuaremos con nuestro análisis en el próximo artículo.

 20 /04 / 2017



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Gilberto Hernández Ortíz

Graduado en la universidad Nacional de Colombia en Licenciado en Ciencias de la educación especializado en el área de Física y Matemáticas Postgrado en Educational Media en la Universidad de North Carolina A&T State University año 1984 - Greensboro, N.C Prof. Jubilado de la Univ. de Oriente (Núcleo Anzoátegui)

 gilnandez@hotmail.com

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