Llama mucho la atención hoy en día el escuchar las repetitivas acusaciones despectivas por parte de dirigentes oficialistas de la política en Venezuela sobre traición y traidores, atribuyéndole estos términos a cualquier ciudadano que exprese algún punto vista que disienta sobre el ejecutivo nacional. Ahora bien, el asunto en cuestión, más allá de expresarlo, es identificar realmente cuales son los traidores que tenemos en nuestra patria y que están haciendo. Para poder identificarlos, debemos tener un referente que nos indique que está mal y que no, y para ello podemos colocar en la balanza al proyecto histórico emancipador que tuvo una nueva fase y fue plasmado en la constitución nacional de 1999, en donde nos indica como elemento transversal, el empoderamiento del pueblo venezolano, su autodeterminación, su supremacía por encima de cualquier poder constituido, lo que nos lleva a la construcción de un nuevo poder, y si tal vez podemos llamarlo Poder Popular, aunque se ha hablado mucho de él, pero que en realidad se ha discutido poco. Es entonces en ese elemento transversal en donde se tienen que enfilar todas las acciones que permitan ir construyendo las bases que garanticen la transformación de las estructuras actuales del estado tradicional que siempre hemos tenido y que responde a interés particulares.
"Por sus frutos los conoceréis", reza un versículo bíblico en Mateo 7: 15 – 20, y a pesar que hace referencia a lo espiritual, realmente tiene mucha connotación en nuestra actualidad política. Y es precisamente en ese orden de cosas que debemos ir transitando para la construcción de un nuevo estado, o un nuevo contrato social, en identificar cuáles son los frutos que se están dando a más de una década y media desde que se inició la nueva fase de la Revolución Bolivariana, y esa discusión debe darse en todos los espacios y organizaciones en Venezuela, y no sólo en los congresos fabricados con guiones escritos que no contribuyen en nada a mejorar la revolución.
Traición es pues, cuando no se permite que el pueblo se empodere realmente de sus asuntos internos de organización y planificación, el cual es limitada por una ley y una institución, eso de que no se renuevan las vocerías de los consejos comunales o las comunas, porque van a ganar los ciudadanos no afectos o críticos al chavismo, eso es traición y los traidores son los que dirigen esas acciones; porque cuando se plantea las nuevas instancias de participación no son sólo para el chavismo o para los que se hacen llamar revolucionarios, es para toda la ciudadanía en general sin distinción política e ideológica, o acaso no se hacía eso en la IV república de la exclusión y discriminación política? cuantas experiencias negativas han contado los del partido comunista o los que se fueron a la guerrilla de aquel entonces? Acaso se heredaron esas prácticas en la V república? Bueno allí es donde hay que revisar los de ayer y los de hoy, los que estuvieron y están en el gobierno infiltrados todavía. Traición es discriminar y excluir por diferencias políticas e ideológicas a los conciudadanos de las políticas sociales. Traición es fortalecer la economía de otro país y no la nuestra, cuando se prefiere invertir dólares en la compra de alimentos para medio paliar la escases, en vez de invertirlos en comprar insumos para la producción agrícola nacional, y más aún para desarrollar tecnología en producción de esos insumos en Venezuela, cuando no se hace eso, entonces eso si es traición a la patria. Cuando se le impone un candidato al pueblo en nombre de la revolución sin ser discutido realmente en las bases (y no la película que hicieron para cuando la asamblea nacional en 2015), eso traición. Cuando se violentan las leyes en nombre de la revolución para privilegiar a algunas personas afectas al partido de gobierno, eso es traición, y se pueden identificar claramente los traidores. Cuando se permite los actos de corrupción y burocratismo y no se condenan a los responsables, eso señores es traición. Y así se puede seguir enumerando un sinfín de elementos convincentes que se desarrollan actualmente desde algunos sectores del ejecutivo nacional, regional y municipal, así como del partido de gobierno PSUV, del cual se evidencian los traidores y las traiciones que cometen.
A demás, y no menos importante, es necesario identificar otros elementos de traición, y es precisamente desde nuestra individualidad, porque si tomamos lo que decía el cantor del pueblo Ali "la patria es el hombre", cuando no nos esforzamos por estudiar y seguir preparándonos, tanto en lo académico como en lo político – ideológico, eso es traición a nuestra conciencia y por tal a la patria. Cuando nos quedamos en casa a escuchar las noticias y no tratamos de involucrarnos en acciones que mejoren nuestras condiciones de vida, eso es traición a la patria. Cuando seguimos permitiendo que nos impongan las cosas desde el partido a nombre de la revolución y no decimos ni hacemos nada, eso señores es traición. Cuando no expresamos las injusticias que se están cometiendo desde cualquier espacio y medio, eso también es traición.
Es por ello que, debemos asumir nuestra responsabilidad y tomar acciones concretas que permitan ir desmontando y destruyendo a los enemigos de la patria y sus planes endógenos quinta columnas enquistadas en el proyecto como un virus de computadora, a su vez de ir construyendo la verdadera Revolución Bolivariana, que garantice el pleno desarrollo desde la individualidad del ciudadano como parte de un todo que es el pueblo. Para ello debemos seguir trabajando en lo formativo, establecer espacios de discusión y formación para la construcción de conciencia y la emancipación del pensamiento, debemos discutir y construir nuevos referentes teóricos sobre el poder popular, el socialismo, el estado comunal, la participación ciudadana, la economía sustentable y otros claro está, necesarios para comprender nuestro camino de lucha. Debemos incorporarnos activamente en los diferentes espacios de participación, consejos comunales, comunas, organizaciones sociales y otros, donde se dé la batalla con los elementos teóricos - formativos que aclaren cual es el papel real de dicho espacio de encuentro.
Y estar allí en esos espacios y momentos como militantes también de la revolución, porque esa condición no es exclusiva del PSUV, como si fuera una patente comprada, somos la otra izquierda, no la izquierda oficial, sino la izquierda irreverente, la de la corriente histórica libertaria, la que no tenemos "poder burocrático" que perder, pero si la que queremos construir un nuevo "poder", la izquierda que no tiene mucho que perder, pero si tiene mucho que ganar y aportar a nuestro país.