Es indiscutible que el fundamental problema que siente, acusa y ocupa al pueblo venezolano es su situación de abastecimiento. El poder llevar los acostumbrados productos de la llamada cesta básica, es el gran problema.
No sólo es su escasez, también el contrabando de extracción, se une s ese panorama el acaparamiento de muchos rublos alimenticios y de servicios. Y para completar el panorama se une el bachaqueo especulativo de productos.
Es por ello que las bolsas de comida fueron tan atacadas. Luego los clap recibieron una oposición fuerte y sostenida, sin embargo, mas allá de la mala propaganda, los clap han venido consolidandose y mejorando en varios aspectos en toda la geografía del país. No sólo eso. Los clap nos han salvado de una hambruna programada y planificada por nuestra oposición interna y los consorcios internacionales que aspiran a obtener de gratis nuestras riquezas. Aspiran pagar solamente el servicio, la mano de obra.
Además de pretender privatizar y robar nuestras riquezas, la oposición del gran capital internacional hacía Venezuela se debe al muy mal ejemplo de independencia, multipolaridad, democracia y empoderamiento que nuestro país, que nuestra patria está dando.
Es por eso que hoy sufrimos la más feroz y prolongada guerra que ingenuamente llama el gobierno económica, pero la verdad es que sólo falta la ocupación militar y la destrucción masiva de nuestra infraestructura física.
Ahora que se ven signos de recuperación económica, que sube o se sostiene el precio del petróleo, que la agricultura urbana y el conuco la cierra la boca a economista de manuales y recetas, que se comienza a producir alimentos y bienes con otro concepto que no es el de sólo hacer dinero u obtener el máximo beneficio económico, que se ve una incipiente instalación de empresas de producción social y salen oficialmente del país 13.000 conteiner de productos hechos en Venezuela por nuestro Puerto Cabello; la situación nuestra se pone color de hormiga. Eso indica y apunta a que la agresiva y alevosa guerra contra el país se va a intensificar; es por ello que debemos estar más alerta y unidos que nunca.
Intentarán generar conflictos internos y confrontaciones. El ataque debe estar concentrado en la exaltación de las diferencias y de posturas irreconocible, negando el diálogo y cayendo abiertamente en conducta y actitud de desacato a todo orden y ley; y quien vive en desacato, al margen, fuera de la ley; tarde o temprano termina en organizaciones que propicia, vive, impulsa el delito y eso es muy distinto a la confrontación política e incluso a la actitud guerrillera.
Nuestro trabajo está en sostenernos amorosos, productivos y en ir construyendo una cultura de paz. Defendernos y librarnos de toda la contaminación, intoxicación mediática y de la lógica y actitud de la guerra.
Mientras el gobierno le brinda protección al pueblo, este arranca con la producción y avanza la recuperación económica.
Ya se ve en el horizonte la consolidación de la independiente y soberana República Bolivariana de Venezuela.
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