Pdte Maduro...La odisea de un venezolano en la revolución

Me confieso empedernidamente chavista, lo que no obsta para las críticas constructivas, estimado Presidente. Comienzo mi odisea, para no llamarla tragedia, porque soy muy positivo. A comienzos de diciembre voy a mi banco a cobrar los aguinaldos como pensionado del IVSS. La cajera me informa que no tengo ningún deposito en mi cuenta y que me recomienda ir al Seguro Social. No dudo en hacerlo, yendo a las oficinas de dicho Instituto en Chacao. Me atiende un señor malhumorado. Me dice muy rápido que aparezco como "fallecido", pero que ya ha tomado mi reclamo y que espere a la próxima mensualidad. Paciente como el santo JOB, personaje bíblico, me fui a casa y unas semanas después regresé. El señor me dijo lo mismo y que volviera en un mes y si la situación seguía igual, me pasaría a hablar con su jefe. Regreso hoy, 02 de febrero (2.017), pero me atiende otro empleado en la misma oficina y escritorio. Le hecho el mismo cuento.

Abre su computadora y con mi cedula en mano, averigua. Me dice que efectivamente no me hicieron ningún deposito, que tengo que hacer un reclamo formal, llenando una planilla. Me manda a sacarle en la calle una copia de la misma, junto con mi Cedula de Identidad y de mi Libreta de Ahorros de pensionado del Banco Mercantil. Regreso y me informa que dentro de unos 6 meses me deben hacer el reintegro pero que antes debo ir a la oficina(escritorio) de al lado, llamada de Afiliación al IVSS, para que me solucionen el problema de mi status de "fallecido". Alli, a otro empleado diferente le tengo que echar de nuevo el mismo cuento. Luego este me dice que, para tratar de solventar la situación, debo llevarle una "Fe de Vida", un Certificado de Datos Filiatorios y copia de la Cedula de Identidad. Ante mi pregunta, me informa que la Fe de Vida me la emiten en el Registro Civil de mi Municipio (El Hatillo) y Los Datos Filiatorios en la Oficina del Saime en la Urbina o en la Plaza Miranda. Armado con la paciencia de JOB salgo corriendo para el Saime de la Plaza Miranda. Ya es la 1pm. Logro que me atiendan rápido, por ser de la tercera edad. Una joven, con una sonrisa que por lo menos me alegro el momento, me lleno una planilla, la firme, le puse un sello y me dijo que regresara en una semana con un voucher de pago en un banco por ciento setenta bolívares.

Salgo de allí disparado a tomar un transporte que me lleve al Registro Civil del Hatillo. Allí, con la lengua afuera todavía, me informan que ese trámite lo debe hacer en las oficinas administrativas de la Alcaldía en el Centro Comercial La Boyera. Preguntando llego a Roma, digo al lugar, y allí me solicitan copia del RIF, copia de una planilla que me dieron y de la Cédula de Identidad. Como me informaron que cerraban a las 4pm, salí corriendo a mi casa a buscar dichos requisitos y regrese al sitio a las 3.30pm, con tiempo suficiente para que me atendieran. A las 4pm me entregaron la Fe de Vida. Regrese a mi casa, extenuado. Y pensando en que todavía me faltaba por recoger los datos Filiatorios en el Saime dentro de una semana para llevar todo al IVSS de Chacao, me quedé medio dormido un ratito, porque a los pocos minutos me despertaba mi esposa para ofrecerme una manzanilla. No sé si después de este calvario de tantas estaciones y molestias, por no llamarlas de otra manera, lograré resolver el problema de que (1) me reintegren mis aguinaldos y (2) me actualicen mi status de SER VIVIENTE. Pero aquí vienen las preguntas de las setenta mil lochas, estimado Presidente, Maduro: ¿es justo que a un venezolano (1) lo saquen del Sistema Nacional de Información sin que el funcionario irresponsable que lo hizo tenga lo más elemental, una partida de defunción en su mano? ¿y (2) ¿que un venezolano de la tercera edad pase por toda esta parafernalia burocrática, sin el menor respeto y consideración? Carajo, ojalá que yo pudiera volver a traba-jar en la función pública, y lo puede hacer por muchos años más con un curriculum profesional y personal envidiable, para enseñar a quienes deben aprender lo que es vocación y calidad de servicio y tener poder para "cortar cabezas" a quienes no tienen ni el menor grado de respeto con la gente. Un abrazo, Presidente Maduro y que Dios lo bendiga en su tarea de seguir echando adelante este país.



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