Cabimas, es mi tierra amada, llena de esperanza, sueños e ilusiones que se extienden por su población. Aun con olor a petróleo, a gas del mechurrio, a fiestas de San Benito, las arepitas de Mimo, los venteos del lago de Maracaibo, los gritos de los choferes del Centro Cívico, el pan sabroso de una conocida panadería en la avenida Miraflores, su moderna plaza Bolívar, la muy querida Radio Libertad y su Unidad móvil "El Pájaro Azul", todo ello y más, integran mi hermosa zona petrolera. Entramos a un nuevo año con muchas dificultades económicas, políticas, sociales y morales que estimula a enfrentar con valentías, fuerza , coraje y mucha fe en Dios a luchar por CABIMAS, no dejarnos vencer, por la tristeza, malos augurios, vientos huracanados, chismes y cuentos de tuiteros.
Nuestro municipio, el más importante del Estado Zulia por su carga petrolera y gasífera, vivió rezagada como una cenicienta durante ochenta años del siglo pasado y parte de los primeros años de éste siglo; siempre apartada del progreso y el impulso de las grandes ciudades del país que han gozado de las mieles que provee el oro negro. Durante los últimos años se observa a una Cabimas más estructurada y organizada en lo urbanístico. Nuevas carreteras, otras asfaltadas, construcciones de grandes y pequeños centros comerciales, urbanizaciones de clase media y clase media alta, complejos urbanísticos bien diseñado para clases populares. La ciudad cuenta hoy con un gran número de colegios públicos desde preescolar hasta estudios universitarios. Hay un acrecentamiento de escuelas privadas desde primaria hasta Institutos Universitarios, ampliando el proceso de aprendizaje en la jurisdicción (con las implicaciones financieras que esto conlleva y no favorecen a los estudiantes o docentes de allí).Pero, Cabimas aún no esta desarrolla de manera adecuada como para decir que salió de su imagen campechana.
Debe corregirse fallas en los servicios públicos; el agua es el mayor problema a resolver, no llega a todos los sectores. Los camiones cisterna abusan con el incremento usurero de precios por pipa, sin que se sienta la mano dura de los representantes de la Alcaldía o entes gubernamentales. Es cierto que hoy se ven muchas calles asfaltadas y renovadas, pero no se justifica que avenidas principales, calles y callejones estén llenas de huecos, aguas servidas derramadas, llenas de tierras y maleza. Esto desluce la ciudad y nos hace sentir que aun somos "la cenicienta". Solo deseamos este nuevo año una Cabimas vivible, bella, orgullosos de ser habitantes de esta tierra petrolera. FELIZ AÑO 2017.
marlene.are@hotmail.com
Cabimas 31/012/2016
Licda.