Renuncias en PDVSA como el Tema Tabú

A 16 años de revolución, con el último resultado electoral del 6D, se revela que no son pocos, los que se niegan a reconocer los avances de la revolución, y no son pocos los que se declaran sin conocer, enemigos del socialismo. No se tiene mas de 5 millones de burgueses en Venezuela, la batalla por la conciencia no es tarea fácil, y no ha sido tarea primordial tampoco del partido. Bajo esa realidad es bastante ligero señalar como "traidores" en algunos casos a quienes bajo la concepción burguesa de sociedad aún imperante, distintos trabajadores de PDVSA opten por vender su fuerza de trabajo a otras empresas.

"No hace falta el que se va, sino el que vendrá", así se declara sin tapujos en los pasillos de PDVSA, haciendo honores a quienes a lo largo de no muy poco tiempo, han renunciado de la principal industria. A la frase anterior, también le suman "nadie es impresindeible", sin embargo, como paradoja, esos mismos que vociferan esas mismas expresiones, son los mismos quienes se plantean en su imaginario, un rumbo actual distinto de la revolución, si Chávez estuviese vivo. Cuando se plantea el problema de la fuga de personal de las filas de PDVSA, en busqueda de mejor futuro, bajo las apreciaciones anteriores, se recurre a una vanalización de un problema grave, al tratar de personificarlo a la escala del mero individuo, negando la incidencia de política pública posible.

En este contexto vale la pena las preguntas: ¿cuál ha sido la política de captación, formación, desarrollo profesional y motivación de la PDVSA de hoy?,¿es que acaso, los diseñadores de estas políticas, si están convencido de que en PDVSA, está la mejor militancia revolucionaria del partido o de Venezuela, capaz de apostar todo por el socialismo?, ¿cuales son esos ejemplares cuadros de la dirigencia nacional, que no tienen su plan B de fuga en una embajada, de caer el gobierno en un hipotetico caso, los cuales estos trabajadores de PDVSA deban emular?, y por último, ¿el resultado de esta política es una casualidad, o por el contrario es parte de la creacción de condiciones de desmantelamiento de la principal industria? Se puede por vías diferentes, conseguir el mismo resultado, por lo que un sabotaje petrolero se puede alcanzar por diferentes caminos.

El problema aparte de dramático, es grave, estamos hablando de la "fuga de cerebros" o el fenómeno del "human capital flight". En términos capitalistas nos estamos descapitalizando con cada renuncia, perdemos dinero y tiempo. Ante una pérdida de dinero esperamos una respuesta de la dirigencia. Si lo que importa es el individuo y no el dinero, entonces estamos perdiendo seres humanos formados, con capacidad de trabajo y ante un hecho humano esperamos una respuesta gerencial, pero si la hay no se ven. Ni con enfoque capitalista ni con el enfoque humano, socialista, se ve a los gerentes trabajando por ésta situación, ellos están en el medio, al parecer no están ni de un lado ni del otro, ellos están por ellos, en la indolencia total, para desgracia de todos.

Con cada renuncia se va un profesional que por lo menos se ha tardado años en su formación y ha costado miles de dólares a la nación. Veamos los números: 3 años de formación inicial, 6 años de educación primaria, 5 años de educación media, 5 años de educación universitaria, y otros, en su mayoria financiados por PDVSA u otros entes del estado con titulos de cuarto nivel, hasta aquí lo básico. Sumemos ahora los años de experiencia después de graduado que se van con cada renuncia, se dice en el mercado petrolero que un profesional se hace más competitivo después de 10 años de experiencia, sume los cursos de formación, los congresos, y en algunos casos los idiomas aprendidos, es una pérdida importante, estamos ante una situación verdaderamente grave y no se ve la respuesta gerencial y si la hay no se nota.

Esta fuga de talentos de gente formada, creativa y altamente calificada ocurre más que por la situación económica, que no se niega, es por la desesperanza, es por ve que los "líderes" no muestran un rumbo promisorio, no hay una palabra sincera de motivación, hay sólo un sistema de dominación a la que hacer culto, hay jefes y nada más. Profesionales llenos de sueños, prefieren dedicarse a otras tareas antes que seguir aquí, renunciando por correo electrónico, ni siquiera se aparecen para hacer el llamado recorrido de salida de la institución a la que llegamos llenos de ilusión. ¿Es qué ningún gerente ve ésta grave y dramática situación? o ¿es qué los gerentes son partícipes de un plan donde las renuncias generalizadas son parte? ante tal indolencia gerencial somos decentes al llamarlo renuncias y en realidad podemos estar hablando de despidos indirectos donde el trabajador al verse sometido a una serie de condiciones de acoso y desmotivación prefiere renunciar porque parece que hacer cualquier cosa parece ser mejor que trabajar en PDVSA.

Si en la práctica, ignorar a las renuncias de personal, las cuales impacta a diario las operaciones dentro de la principal industria que genera la renta de la nación, se ha convertido en una política, bajo la premisa de mirar al renunciante con "sospecha", se tiende; por una lado al profundo desprecio al concimiento y capacidad de trabajo del personal, subestimando así el carácter especializado que requiere nuestra compleja industria, y por otro lado, el gran fracaso de no poder incorporar con liderazgo acertado a este personal aparentemente "sospechoso" en la defensa de la patria, cuando se cuenta con toda la infrestructura de ser gobierno dentro de PDVSA.

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Colectivo Pérez Alfonzo


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