1S: balance y perspectivas

El primer día del mes de septiembre de este conflictivo año 2016, como estaba previsto, se realizaron lo que podría llamarse las marchas de la polarización, es decir, la del oficialismo y la de la MUD. Vale la pena realizar una evaluación inicial de estos escenarios y ver por dónde iría el asunto en los próximos días, entiendo que la dinámica del revocatorio no da para mucho tiempo.

En primer lugar, debe resaltarse que los ciudadanos venezolanos marcharon en paz, sin ninguna estela que lamentar y apenas algunos exaltados o infiltrados intentaron alborotar al finalizar la tarde, pero no pasó de allí. Es importante aprender esta lección: podemos dirimir las diferencias políticas en democracia, sin violencia, utilizando los medios que ofrece la constitución para ello. Nunca dejaré de valorar suficientemente esta forma de hacer política.

Pero, siempre hay un pero, el gobierno una vez más mostró su verdadero talante democrático: alcabalas que sólo revisaban autobuses de la oposición, cerraron "por reparaciones" el túnel de La Cabrera, VTV sólo trasmitió las peripecias del acto oficialista de la avenida Bolívar y el Presidente habló, en trasmisión conjunta de la TV, precisamente cuando la MUD iba a leer su comunicado final. Evidentemente el chavismo oficialista nuevamente demostró cómo entienden la democracia, a saber, el estado debe financiar sus posturas políticas e imponérselas a toda la sociedad. Pienso que lograron un efecto contrario.

El resultado político del día más importante fue que la MUD recuperó su capacidad para movilizar a sus seguidores en la calle. Tengamos presente que la oposición había dilapidado este capital político, todavía se recuerda la asonada golpista del 11 de abril del 2002, hay que sumarles distintas guarimbas y "salidas" que lograron que los electores de la oposición dejaran de asistir a sus convocatorias porque terminaban en actos vandálicos y con muertos. Al parecer se entró en una nueva etapa en donde los ciudadanos identificados con la oposición comienzan a tener confianza en su liderazgo. Además, Luis Vicente León señaló que por primera vez la oposición es mayoría electoral y moviliza a sus seguidores masivamente. Es un avance notorio que representa un desafío si no es manejado con inteligencia. Veremos cómo administran este signo positivo del momento.

Por su parte el chavismo oficialista demostró que "no está muerto", que todavía posee musculatura orgánica y llenó la avenida Bolívar, tal vez no como en los mejores tiempos, pero hizo un acto que evidencia que el Psuv (creo yo) sólo sirve como maquinaria electoral eficiente. El tono del discurso del Presidente Maduro nuevamente tomó el rumbo de la amenaza antidemocrática: va a suspender la inmunidad parlamentaria por decreto. Eso es inconstitucional, ni siquiera lo hizo Betancourt en su momento. Todos sabemos que la inmunidad se pierde individualmente, suspenderla colectivamente (ya lo hizo Carmona) sería un acto cuyas consecuencias políticas deberían espantar al gobierno. Creo que "perro que ladra no muerde", pero no se sabe, estamos en tiempos convulsos e intensos.

Es lamentable ver la coherencia en el rumbo autoritario que el Presidente anuncia a cada momento. Tengamos presentes los desmanes de la OLP, la forma en que abortó el "cumanazo" y el uso excesivo del aparato oficial para imponerse políticamente sobre el resto del país. Lo que no dijo Maduro es cómo va a resolver los tres problemas más graves de la nación: desabastecimiento, inflación e inseguridad. En fin, los chavistas oficialistas demostraron capacidad organizativa en el acto, amenazaron una vez más y no presentaron soluciones creíbles a la crisis galopante. Se mantienen en una narrativa que nos les está dando dividendos políticos.

En cuanto a la perspectiva, ¿qué sucederá en los próximos días?

Antes de diciembre acontecerán muchos eventos importantes. En primer lugar, se resolverá la incógnita del revocatorio, digo dilucidar políticamente porque para el CNE legalmente este año no hay referendo. ¿Qué va a hacer la oposición? Por los anuncios realizados se dedicarán en las próximas tres semanas a perfeccionar e incrementar su capacidad de movilizar a los partidarios del referendo. Los planes así lo indican, pero, ¿y después qué?

No creo que la crisis económica se resuelve en este último cuatrimestre, así el Presidente anuncie planes y reclame públicamente a sus ministros que los cumplan. El descontento seguirá, podría darse una leve subida de inventarios de bienes esenciales (si los barcos llegan), sin embargo, la "economía bachaquera" montada por militares, funcionarios y empresarios subsistirá, veremos nuevamente que los productos aparecerán en los anaqueles del mercado negro en el mejor de los casos. El tiempo que requeriría una recuperación de mayor aliento no lo tiene el gobierno.

La posición oficialista con relación al referendo revocatorio seguirá siendo la misma, saben que la realización de esta consulta es simplemente es la "crónica de una muerte anunciada". Harán lo que puedan para evitarlo y tienen los recursos institucionales para imponer que se traslade para después del 10 de enero de 2017. Maduro se juega a Rosalinda en el asunto.

Las marchas, así sean gigantescas, no obligarán al CNE a entregar un cronograma que permita que la consulta popular sea este año. Esta situación va a agudizar las diferencias que existen al interior de la MUD, nuevamente aparecerán los partidos y grupos que empujarán una "salida" con el pueblo en la calle. El sector mayoritario de la oposición --que apuesta su destino a consultas electorales-- tendrá que hacer malabarismos para imponer "calma y cordura" en una coyuntura tan difícil. Maduro, Cabello y Rodríguez seguirán provocando a los radicales de la oposición para que guarimbeen de nuevo, a que se queden en las calles para promover una huelga general o ideen algún plan insurreccional. Ya lo han hecho y son como el escorpión, está en su naturaleza. Este es el escenario que le conviene más al Presidente porque permitirían una represión (al estilo Erdogan) sin rubores.

Está de por medio otro hecho político importante: las elecciones de gobernadores a la que la MUD le ha sacado el cuerpo, erróneamente pienso. Todo proceso electoral es adverso al gobierno, pero dejar de hacer 23 elecciones por el revocatorio no lo veo como buen negocio político, pero esa es la estrategia de la MUD. La única forma de que haya revocatorio este año es que se produzca un estallido social o se idee una forma de lucha no violenta que obligué al chavismo oficialista a negociar, con el ejército de testigo. No veo otra.

Ahora bien, lo del estallido social es una situación que no tiene "fecha en el calendario" y tampoco se planifica, va a depender del abastecimiento y la inflación, escenarios en donde el gobierno todavía tiene capacidad de maniobra. Esta estrategia no puede ser propiciada por la MUD, no tiene capacidad para ello porque ya lo habría hecho y no le faltan ganas. Queda el otro: la desobediencia civil pacífica. Esta es una situación inédita en el país y para la MUD, hasta ahora, salvo en manifestaciones, no ha demostrado capacidad en acciones de esta naturaleza. La tercera opción que tendría la oposición la ve como una derrota: elecciones de gobernadores, a sabiendas que ganaría en casi todos los estados. Entre estas tres dimensiones se cocerá el destino del revocatorio y las actuaciones de la oposición.

¿Cuál de los tres escenarios se impondrá?

Ya lo hemos escrito, no se trata de deseos, más bien de fuerzas y capacidades políticas. A mediano plazo el chavismo oficialista está perdido, no hay manera de que el gobierno solo pueda rescatar la economía, la recuperación de los precios petroleros no se ve en el horizonte. De allí que la oposición podría ganar los próximos escrutinios populares si tiene una visión estratégica de la política. Allí es donde veo su mayor debilidad; porque le sucede como al perro, dan muchas vueltas y siempre terminan los vándalos en las calles. Los factores impacientes (internos y externos) siempre se imponen en las "chiquiticas" y no veo a un líder político de la MUD que pueda imponer una posición inteligente y coherente. En medio de estas contradicciones, el gobierno va surfeando la crisis, incluso insistiendo en los mismos dislates: me asombra que la unificación cambiaria no se haya realizado, se sigue utilizando la maquinita de bolívares "de hielo" como decía Úslar Pietri y la corrupción gana un espacio gigantesco en una economía controlada por las mafias.

¿Vaticio? Sólo un estallido social "milagroso" (que no deseo) o la demostración de una inteligencia política de primer orden de parte de la oposición hará posible el revocatorio este año, batalla dura y difícil, pero que no será la final. Como siempre, hay que esperar por dónde se mueven las fuerzas.



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Nelson Suárez

Docente/Investigador Independiente (Literaratura, Ciencia, Tecnología y Sociedad)

 suarez.nelson2@gmail.com

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