Binóculo Nº 223

Las mentiras sobre el mercado de Tocuyito

Esta columna debí escribirla sobre los desmanes de esa reedición que es la Operación para Liberación del Pueblo, mejor conocida como OLP. Nuevamente se están cometiendo las más atroces violaciones a los derechos humanos, sin que el amigo Tarek William diga esta boca es mía. Venezuela, un país firmante de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, violándolos de esa manera. Pero hablaré luego de esta barbarie, porque necesariamente debo referirme a esa serie de mentiras, o verdades a medias que se está produciendo con el famoso mercado de mayoristas de Tocuyito, que por cierto no es muy diferente al mercado de mayoristas de Coche, o Mercabar en Lara, o el de Turmero en Aragua y todos los demás.

La verdad es que no existe una sola persona en el estado Carabobo que no supiera lo que estaba ocurriendo allí. Y si el gobernador dice que no lo sabía, debería renunciar entonces, porque un mandatario regional que no sepa lo que ocurre en la fuente dinámica más poderosa de la economía del estado, que marca el rumbo de todo lo demás, definitivamente no tiene idea de lo que ocurre en su comarca.

Alrededor de ese mercado hay tres grandes comunidades que llevan allí más de 50 años: la gigantesca Parcelas de El Socorro, el barrio Fundación Carlos Andrés Pérez, otrora un rancherío y luego convertido en vergüenza por el viejo Salas Römer y el barrio Bello Monte. Esas por ser vecinas de ese mercado, porque hay muchas más. El 60 % de los habitantes de allí viven de una dinámica económica que se genera no en las grandes transacciones, sino en el submundo del rebusque, en el ñemeo, la búsqueda de la supervivencia. Unos trabajan para los comerciantes, cuando pueden les roban alguna cosa para venderla y ganarse algo extra. Otros simplemente se roban cualquier cosa que esté mal puesta y la venden más adelante. Otros recogen desperdicios que aunque no están en malas condiciones, tiene roto el empaque o están rotos. De hecho, la sazón del relleno de empanadas y arepas que comen los carabobeños, son desperdicios botados allí que recogen los hijos de quienes los cocinan.

¿Por qué la antesala? Porque nada ocurre en ese mercado no sea observado por un millón de ojos desde todas partes y a cualquier hora. Bastaba entonces simplemente con preguntarle a la gente, incluso a nuestra contraloría social, y hubieran tenido la información más precisa del mundo sobre los hechos, sobre las transacciones subterfúgicas que allí se desarrollan. "Camarada, véngase un jueves a las tres de la mañana para que encuentre no solo las tanquetas, sino a altos oficiales aquí en el mercado, haciendo qué, preguntamos nosotros", me comentaron compas de los alrededores.

El semanario Kikirikí hizo análisis numérico de lo que allí circula todos los días y son números que aspavientan. Es casi el presupuesto de algún país del Caribe o Centroamérica. 635 mil millones por día es la transacción de ese mercado. Me asombra y confieso que al final me costó creerlo. Pero cuando vi ese "decomiso" de azúcar, no dudé de la cifra. Si un saco de 50 kilos lo venden en 350 mil, y encima dos hampones de la Guardia Nacional le cobran 10 mil más para dejarlo salir; y el solo galpón que vimos tenía más de 500 sacos, no es extraño incluso que la cifra no sea mayor. Súmele todos los renglones que allí se comercian y es fácil llegar a la cifra de arriba.

Ah, por cierto, recuerden que esa cifra deben multiplicarla por 30 días que tiene un mes y luego por 365 que tiene un año, quitando 25 de diciembre y primero de enero que no se trabaja. Número importante para saber cuánto de eso serviría para financiar las cosas del país. Porque además, números más números menos, no olvidemos que estamos hablando de mercado pequeño de mayorista pero que comparado con otros mercados mayoristas es pequeño, puede que menos de la mitad de Mercabar, y al menos cuatro veces menos que Coche o que el mayorista de Maracaibo.

Y ahí viene la pregunta ¿Dónde están los culpables? Porque toda esa mercancía, sino el 90% fue comprada por el Estado, es decir es propiedad del pueblo. No hemos visto ni un solo culpable con nombre y apellido. Y el inefable –por lo difuso- presidente de la Sundee se atrevió a decir que habían unos "civiles detenidos" ¿y los nombres?. ¿Y los militares? pero si todo el mundo sabe que ninguna acción se tomó antes porque eran militares quienes tenían el control de todo. Ahora llegan, toman el control –oficialmente- de todo como si fueran héroes y de paso nombran una autoridad única; aunque no se sepa dónde está la mercancía, ni cuál fue su destino, ni qué van a hacer con ella o si la van a trasladar a algún otro mercado para que siga la fiesta.

Porque vinieron con el cuento de que se las llevaron a los Clap. Bueno, no hace falta ser muy inteligente para saber que esa cantidad de mercancía decomisada necesitó no cientos, sino miles de camiones para trasladarla de un lugar a otro. Y eso no lo vio nadie. Otra pregunta: ¿por qué todo a oscuras, nada a la luz pública? ¿No me digan que eso es un secreto militar, cuando todo el mundo sabe que los secretos militares son imposibles hoy en día? El día de la rimbombancia, es decir, de las cámaras y los flashes, solo dejaron entrar a VTV y Radio Nacional, es decir, las partes interesadas. ¿Por qué dos semanas después sigue a oscuras todo lo que ocurrió en Tocuyito, salvo las imágenes que ellos quieren que se muestren? ¿Por qué tanto oscurantismo?

Y una vez más lo vuelvo a decir. Si no se consulta al pueblo las cosas que se hacen, siempre se cometerán errores. ¿Por qué no se ha llamado a las comunidades organizadas, a las comunas y a la sociedad civil, a que asuma la responsabilidad de la organización y planificación de la distribución y venta de toda esa mercancía? Eso tiene que ver con la subestimación, un criterio según el cual el pueblo no es capaz de asumir responsabilidad. O del más mediocre criterio paternalista según el cual yo ordeno y tú obedeces. Hazme caso porque tú eres ignorante y no vas a entender. Eso es, ni más ni menos, es corrupción moral.

De tal manera que los hechos del Mayorista de Tocuyito, quedarán en la oscuridad total, como el caso de las 76 toneladas de carnes que incautaron Maracay ¿recuerdan? Y que nunca se supo qué se hizo con ella, ni quiénes eran los ladrones.

El discurso es, de hecho, una práctica. No se puede decir una cosa y hacer otra. Hasta ahora no he visto la convocatoria al pueblo para ninguna actividad importante que tenga que ver con el problema de la alimentación o con cualquier otro. Un signo inequívoco de que no se le tiene confianza. Mejor dicho, se le tiene miedo.

Caminito de hormigas…

María Corina mandó emisarios a Miami para pedir que desde allí presionen a la unidad Primero Justicia, Voluntad Popular para acabar con las aspiraciones presidenciales de Henry… Por cierto, que el anciano se las tomó en serio. Ha contactado varios empresarios buscando sus apoyos financieros cuando sea candidato. Ya se da por elegido. "Son muy mediocres" dice que dijo de ellos en una reunión… Sabe cuánto cobra quincenal un empleado de Fundadeporte 5.700 y 10 mil de cesta ticket. Díganme si eso no es una violación de la ley… Camaradas de Las Palmitas y Flor Amarillo me denuncian que miembros de la GNB se están robando los materiales de los edificios de petrocasa en construcción comenzando Carlos Arvelo. Llegan camiones en la noche camarada, los guardias van sacando las cosas, pocetas, lavamanos, barandas y otras cosas.



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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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