Binóculo Nº 220

Los Clap, Barrio Tricolor y los taxis de Nicolás

Voy a decirlo hasta que no pueda escribir, nada que no se haga con el pueblo como protagonista dará resultado. No importa el ánimo que puedan tener algunos funcionarios decentes en su planificación y en su decisión de hacer las cosas bien para construir la revolución. El problema es que es el pueblo la clave de todo. ¿Por qué? Simplemente porque es el alfa y el omega de todo en la construcción de la sociedad.

¿A qué viene todo esto? Al grosero bachaqueo que se está haciendo con los Clap, Barrio Nuevo Barrio Tricolor y los taxis. Grosero, ofensivo, delictivo, nauseabundo, generando una indignación de tal magnitud que uno termina apostando a las ejecuciones, aunque estén pasados de moda los paredones de la Cuba revolucionaria, que por cierto, fueron mucho menos de los que se vociferan y con los que se dio banquete la mediática de entonces.

Todos sabemos que los Clap se diseñaron como una medida provisional para evitar a los bachaqueros que se habían apropiado de los mercales y pdvales, estructuras que ahora están inútiles y abandonadas. Y fue una medida inteligente porque se podía llegar a quienes realmente necesitan los alimentos. Pero el primer gran error que se comete es no consultar a las comunidades sobre mecanismos de distribución, por una parte; y al mismo tiempo, permitir que los aparatos del partido fueran los encargados de manejar la entrega de alimentos. Lo correcto desde un principio fue entregarle todo eso al poder popular organizado, que no solo conoce la realidad de cada comunidad, sino que aplica los parámetros de justicia establecidas por quienes allí habitan. No permitirán por ningún concepto ni favoritismos, ni robo de productos. Y por otro lado, denunciarían a la mafia de guardias nacionales y miembros del partido que vieron en el almacenamiento de gigantescas cantidades de alimentos en galpones y depósitos, el filón del negocio, de donde se roban productos claves como leche, pollo y carne, cosas que nunca están en las bolsas de comida, pero que son compradas por el Gobierno Nacional. Eso se vende aparte, a mayoristas y comerciantes inescrupulosos.

Los Clap nacieron corrompidos cuando las primera bolsas contentivas del alimento eran unos empaques que parecían más bien diseñados por Carolina Herrera u Oscar de la Renta, hechos de un material extraordinario y con una impresión y colores que realmente provocaba venderlos solos. Me cuentan que muchos millones se ganaron quien los contrató y quien los fabricó. Corrupción de la buena que nadie denunció en un momento en que se necesita todo el dinero para alimentos y medicinas.

Ahora los Clap supuestamente van a las Ubch y éstas coordinan su venta, pero además de que llegan mochos la cantidad y el surtido de alimentos, estos consejos comunales establecen preferencias, amiguismos y conchupancias que realmente generan las protestas de la gente, y más corrupción.

La otra parte de los Clap es que reparten a una casa, cuando a veces en una casa hay hasta tres familias, pero dos se quedarán sin el paquete, ya mocho. Y además, se da el caso de una familia es una sola persona que viva sola. ¿Acaso le niega el derecho de tener los alimentos? Toda esa información, solo lo puede saber el poder popular organizado, pero no las Ubch ni algunos consejos comunales que solo están pendiente de hacer negocio. Para colmo, la bolsa está planificada para ser vendida cada 41 días. ¿En cuál cabeza cabe que un paquete de arroz, uno de harina Pan, dos de frijoles, uno de pasta, un pote de aceite y uno tubo de pasta dental, alcanzará para toda una familia de cuatro personas? No alcanza ni para una familia de dos personas.

Y sin duda es una lástima que otra iniciativa del gobierno, que es positiva por demás, se haya deformado tan rápidamente, pero no podía ser de otra forma.

No es distinto Barrio Nuevo Barrio Tricolor. Allí se va a las comunidades y se hace el diagnóstico de la casa. Por ejemplo, hay que poner una puerta, dos ventanas y una poceta, más la pintura. Pero los que llevan los artículos no entregan las pocetas. “Y la poceta señor”, “eso fue lo que me entregaron”. Ya el inescrupuloso delincuente de Barrio Adentro negoció la poceta por otro lado. Otro caso: llega sin nada. “Señora allá tengo una puerta, dos ventanas y una lata de pintura para traerle, pero no tenemos transporte porque los camiones están dañados. Si quiere le consigo una camioneta para que los traiga, pero le cuesta cinco mil”. Otro caso: “Buenos días señora. Ya vi el listado de lo que van a repartir. Usted no salió beneficiada. Tranquila que yo le consigo una puerta, un lavamanos y una ventana. Consígame cinco mil”.

Yo le consulté a un camarada sobre este hecho y saben qué me respondió: “Olmos la gente tiene derecho a buscarse unos reales como pueda”. Es un dirigente local con aparente conciencia de la necesidad de la revolución. Pero no entiende que su afirmación es quizás el principal factor por el que podemos perder este proceso.

Y si antes había que pagar 800 mil para que le asignarán un taxi de los que Maduro ordenó se lo entregaran a los trabajadores del volante que fueran camaradas y que la mayoría de los beneficiados no lo son, pues surgió una nueva modalidad, los taxis pasaron a manos de dirigentes chavistas y de testaferros, quienes ahora son los propietarios. Esos taxis se los entregan a gente joven con necesidades. Muchos estudiantes universitarios, recién casados, sin viviendas, etc. Ellos tiene que pagar 8 mil diario para tener ese taxis. “Mire camarada, yo le hago entre 12 mil y 15 mil. 8 mil son para el dueño, de los 7 que me quedan, dos son para el carro porque tengo que correr con los gastos de mantenimiento del carro. Me quedan cinco, pago el alquiler y pago el bachaqueo de los pañales, la leche y la comida de los niños. También le doy a mi mamá que los cuida, porque mi esposa se va al trabajo. Esos tipos son unas ratas. Maduro no sabe que lo engañaron, pero uno no puede hacer nada. A veces me pego viernes con sábado, manejo más de 24 horas para hacer los reales. Esa es la verdad, yo lo vivo todos los días. Y si reclamas algo, te quitan el carro y yo no puedo darme ese lujo”, me relató un pana de 27 años con esposa y dos hijos pequeños que desde hace tres años espera por una vivienda cuando hay funcionarios del gobierno que tienen dos y no la habitan porque las tienen para alquilarlas.

Cuando comenzó el tema con los taxis, denuncié los negocios porque ya me los habían explicados. Estaba en manos de militares y dirigentes del Psuv. Es más, en la inauguración de un distribuidor en Morón, unos trabajadores le dijeron a Maduro que oficiales del ejército les estaban cobrando para darle los taxis. Aparte de la arrechera que agarró, Nicolás no hizo nada, o no pudo hacer nada.

Cuál es la síntesis de todo esto: que no es posible hacer nada sin que sea el poder popular quien tome las decisiones. El poder popular organizado, sin que en ella se metan las asquerosas manos del partido que todo lo deforma y que todo lo destruye. Lo otro es solo pérdida de tiempo. La corrupción llega siempre. En las comunidades también hay corrupción, pero se establecen los propios mecanismos de control y es la comunidad misma la que genera los propios castigos. Es a eso a lo que le tuvo miedo Chávez y a lo que le tiene miedo Maduro. Es decir, que no tienen confianza en la capacidad popular y que durante 500 años han resuelto sus problemas; es decir, que en esencia, no creen en el pueblo.

Caminito de hormigas…

Nunzio Scaranno, es un cura con rango de monseñor, que ocupó cargos importantes en el IOR (el banco del Vaticano). Los llamaban Monseñor 500 euros, porque siempre llevaba billetes de esa denominación. Tenía una red de lavado de dinero y manejaba decenas de millones en sus trácalas. La cuestión fue tan escandalosa que a los jalabolas que gobiernan en Italia no les quedó otra que enjuiciarlo, cuando le agarraron viniendo en un avión privado desde Suiza a Roma, con 20 millones de euros en efectivo, unos 27 millones de dólares. Al parecer, todavía está preso. Nació en Salerno en 1951. Y se parece burda… Ni una gasa hay en la CHET. Falta de todo tipo de medicamentos. Su anterior director Raúl Falcón, al parecer dijo mentiras reiteradas. Se sentirá feliz en su clínica de Panamá… Están tan mal las cosas en la MUD que el barco comienza a hacer aguas. Los principales partido Primero Justicia y Voluntad Popular están listos para montar tienda aparte… Por cierto nadie de la MUD quiso acompañar a Lilian Tintori en su recorrido por Carabobo, síntoma de lo que ocurre puertas adentro.


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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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