Asuntos Legales

“ (…) Es el momento de los abogados (…)”

(…) Son treinta y siete años (37) de carrera judicial que culminaron en el Tribunal Supremo de Justicia, he tenido la oportunidad de percibir de muy cerca el criterio de los abogados en sus diferentes roles, un defensor público de presos por ejemplo es uno de los cargos de mayor exigencia en cuanto a dedicación y compromiso ético para un abogado, el encuentro con esa realidad no es fácil, es un contacto con el delito no significa estar que podríamos llamar por decirlo de alguna manera, con un montón de malandros, de lo peor, donde todos merecen una condenatoria, no, no es así, desgraciadamente aunque parezca contradictorio hay muchos que son víctimas, que no son culpable y otros son culpables pero que merecen una condena pero verdaderamente justa, es un área que puede apreciase ampliamente lo bueno y lo malo.

(…) Abogado como el defensor privado, podemos observar que el accionar del ejercicio del abogado, dependen de sus honorarios, lo vi y conozco casos que cobran suman enormes que son inimaginables por un defensor público o un juez, el cual no siempre ejerciendo de la manera más honrada, agarrando casos que no podían y no garantizaba la defensa penal, había un abogado en caracas que llegaba a cada tribunal con su asistente que llevaba un listado, el cual le decía a su asistente: “¿a quién tenemos aquí?” y empezaban a consignar escritos de ocho o diez expedientes en ese mismo tribunal.

Abogados como fiscales del Ministerio Público, el trato es democrático ¿no sé cómo abogado? o ¿ser humano?, encontramos a un abogado, ¿cómo decirlo? ¡¡Crecido!!, no consiente de su responsabilidad, ensañado, acusando, imputando , sin analizar para nada el acervo probatorio o los condiciones personales del imputado, es un abogado que “ejerce” sin tomar en cuenta la consecuencia del llamado ejercicio profesional, entre estos fiscales existían los que presumían de una presunta celeridad, en realidad era comodidad e irresponsabilidad.

(…) los jueces dependen de los fiscales y los fiscales obedecen instrucciones encontrándonos en un abismo sin esperanza, un buen ejercicio de la profesión llevaría al fiscal a no acatar órdenes y analizar con verdadero criterio profesional el caso que tienen entre sus manos, no permitiría aceptar calificaciones absurdas o dilaciones procesales, (…) quiero rescatar es que un abogado ejerciendo su profesión de acuerdo a su conciencia de su responsabilidad, es la base de un verdadero sistema judicial para la obtención de la justicia.

Ahora vamos hablar del abogado como juez, en la actualidad tal como pasa con los defensores públicos y fiscales sin las exigencias mínimas para ser colocados en dichos cargos el cual podemos ver que también se cumple con la designación de los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, un abogado que se encuentra de pronto con vidas en sus manos, vale la pena acotar en este momento que en Venezuela, toda sentencia condenatoria a prisión en una pena de muerte aleatoria, porque en los penales no te garantizan el derecho a la vida, ese abogado que debe tener la máxima exigencia profesional, ética y de responsabilidad ¿que ha pasado?, ¿han respondido nuestros abogados a ese compromiso?, ¿se encuentra el profesionalismo?, ¿estudian los casos para estar en la altura del compromiso contraído? ¿son autónomos en su ejercicio de sus funciones? (…) lamentablemente NO, son jueces obedientes, son jueces con miedo, las circunstancias no son fáciles de verdad, jueces que hagan una decisión que no sea acorde al gobierno, como el caso “Afiuni”, donde sé que ahora que esta fuera de la cárcel no tiene libre tránsito y de libertad expresión, pues bien, ¿cual es el deber de un abogado desempeñando su función como juez?, porque eso es lo que somos, abogados desempeñando diferentes funciones, al terminar de desempeñar, volvemos hacer abogados, ¿puede aceptarse un abogado desempeñando la función de juez que entregue la libertad de personas a cambio de estabilidad en el cargo?, ¿que digan cosas como “no quiero ser la próxima Afiuni”, “tienes razón pero no voy hacer la próxima Afiuni”?, nuestras libertades, nuestras vidas están en manos de jueces como estos, a estos jueces les digo que la única forma de ser autónomos, de ser jueces independientes, y actuando como verdaderos abogados es que en definitiva cuando tomen una decisión, pensar que esa decisión va hacer la última, ese es el precio, recuerdo una juez relatora, cuando existían esos cargos, yo le decía una observación que no había plena prueba en un caso y ella me decía que no había seguridad en su responsabilidad, que debía dársele una pena baja como cautelar por sea caso, por supuesto que no acepte y esa decisión no salió así, fue una absolutoria, he observado paradójicamente que los abogados pasan a desempeñar estos cargos dejan de hacerlo desaparece el análisis, la responsabilidad (…)

Ser abogado es otra cosa, es amor por la justicia, (…) nosotros somos la esperanza (…) es el momento de los abogados (…)

Nota: Palabras recogidas en el discurso como oradora de orden de la Magistrada Emérita del TSJ Dra Blanca Rosa Mármol de León, en la sesión solemne del día 23 de junio, en el salón de sesiones del Consejo Municipal del Municipio Leonardo Infante. Estado Guárico.



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José F. Monaza M.

Abogado. Asesorialegalenvalledelapascua.blogspot.com

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