La Revolución secuestrada

Evidentemente, si entendemos por Revolución una transformación radical de una realidad económica, política, social, jurídica, cultural moral y ética, lo que ha habido en Venezuela con el ascenso de Chávez al gobierno, ha sido tan solo, la "intención o propósito de hacer una revolución", pues hasta ahora, nada de lo anterior se ha transformado totalmente. Una revolución es un continuo y largo proceso de transformación, el cual puede ser pacífico o violento. En Venezuela se está tratando de hacerla por la vía pacífica, pero esa intención, ha encontrado, como era de suponer, enormes obstáculos de toda índole, comenzando por establecer las "reglas de juego", ya que esta modalidad pacífica así lo requiere. Como era de esperar, la clase dominante no iba a permitir ser desplazada fácilmente, máxime si contaba con el apoyo del imperio capitalista. Fue gracias a las extraordinarias e inusuales habilidades de nuestro comandante que se pudo derrumbar ese enorme poder político que ostentaban los viejos partidos tradicionales venezolanos, pero el poder económico, mediático, eclesiástico y militar, permanecían incólumes. La segunda conquista de Chávez, fue el control militar de las fuerzas armadas de Venezuela, logrado a expensas del golpe del once de Abril de 2002. Viene luego la conquista de PDVSA y en consecuencia parte del poder económico, que se logra al derrotar el paro nacional convocado por fedecámaras, ctv y la alta gerencia de PDVSA.

Después de esta cadena de triunfos, era natural que el Líder gozara de la autoridad, admiración y el respeto de la mayoría del pueblo venezolano. A partir de ese momento, su pueblo, pero también los infiltrados oportunistas, asesores y aduladores, de dentro y fuera del gobierno, poco apoco, lo convirtieron en caudillo; el pueblo por la confianza, el respeto y el amor que sentían por su líder y los oportunistas por el poder que buscaban a su lado, al amparo de su sombra. El pueblo le obedecía en todo porque confiaba en él. Los oportunistas aparentaban que le obedecían en todo, para poder actuar subrepticiamente, pues sabían que a un solo jefe era muy fácil burlar, ya que él no podría supervisarlo todo. Era una forma de administrar parte del poder que tenía el líder. Así comenzó el secuestro de la revolución.

Además, Chávez sin pensarlo, y tal vez sin quererlo, con su hiperliderazgo, fomentado por sus asesores oportunistas, impidió la formación de nuevos líderes populares regionales que hubieran podido ayudar a preparar a la población y crear conciencia revolucionaria en el resto del pueblo. Este fue, tal vez, uno de los mayores errores cometidos, que muy seguramente fue estimulado por sus asesores oportunistas infiltrados. Las empresas recuperadas, ocupadas, nacionalizadas, creadas, etc. que inicialmente iban a ser administradas por los trabajadores, terminaron en manos de burócratas, generando un capitalismo de estado, pero no socialismo, porque en socialismo los medios de producción deben estar en manos de los trabajadores. El comercio exterior debió haberse nacionalizado y asumido por el gobierno, al igual que la banca, pero esto fue impedido y obstaculizado por los asesores infiltrados. Poco a poco, la revolución fue perdiendo su rumbo, (han existido apátridas tanto dentro del gobierno como en la oposición). Debido a todos estos errores, se permitió, promovió y estimuló la corrupción, el nepotismo, el amiguismo, el compadrazgo, la ineficiencia en el gobierno y se limitó la participación protagónica del pueblo. Porque, una revolución no es una obra individual. Las revoluciones las hacen los pueblos conscientes y organizados. No se puede hacer una revolución sin pueblo.

Tardíamente, Chávez observó las fatales consecuencias de sus tremendos errores, cuando desgraciadamente muy poco podía hacer ya, debido a su letal enfermedad, muy posiblemente inducida por sus poderosos enemigos capitalistas, que se convencieron que la única manera de torcerle el brazo a la "posible revolución socialista" era eliminándolo físicamente, pues si de algo es celoso el imperio capitalista es del surgimiento de cualquier intento socialista. Fue entonces cuando encarecidamente pidió, a los que quedarían al frente de la batalla, profundizar la revolución dando el Golpe de Timón y con mano de hierro fortalecer el movimiento comunal. Pero ya el mal había invadido tanto su cuerpo como su obra.

Hoy nos encontramos en un país, inmensamente rico, a pesar del enorme desfalco de cientos de miles de millones de dólares, sumido en la más abyecta pobreza, sin una dirigencia idónea, que pueda hallar el camino para salir de esta pesadilla, causada por la improvisación, la corrupción, la impunidad, el egoísmo. Una dirigencia que no acepta la crítica, que odia la disidencia, que ignora al pueblo, que tiene un discurso socialista pero un comportamiento capitalista, que elogia y divulga la imagen de Chávez, pero no practica su pensamiento. No basta con divulgar la imagen de Chávez y vociferar consignas, tenemos que oír, leer, analizar su discurso, estudiar, discutir, mejorar y defender el Plan de La Patria, participar colectivamente por el bien de nuestra comunidad, continuar colaborando en la construcción del socialismo, porque el capitalismo significa la extinción de la humanidad. Solo el pueblo consciente unido y organizado podrá construir el Socialismo. No podemos esperar que lo construya una cúpula desde el gobierno. A las élites no les interesa el socialismo.

Por eso afirmamos que a nuestra Revolución Bolivariana la han secuestrado unos oportunistas infiltrados, egoístas y apátridas, tanto rojos como escuálidos y corre el peligro de ser asesinada.

Actualmente nos encontramos en una situación similar, o peor a la de la cuarta república, donde no solamente estamos hipotecando el futuro, con la entrega del Arco Minero y las Zonas Económicas Especiales, sino que además, estamos perdiendo también el presente, en esas indignantes colas, siendo la causa principal de todo esto, la falta de organización en el gobierno y de participación del pueblo en la toma decisiones en las cuales es el primer afectado. Mientras tanto, los dirigentes rojos nos aseguran que con ellos hemos conseguido muchos logros y los dirigentes escuálidos prometen tumbar al gobierno para gobernar ellos.

El capitalismo solo quiere la rendición del proyecto chavista, la extirpación de todo vestigio del chavismo, porque saben que es un proyecto antiimperialista y socialista. Si no tomamos las previsiones pertinentes, seremos nosotros corresponsables de su muerte prematura.

El imperio capitalista está aprovechando sobre todo, la crisis de liderazgo que produjo la muerte de Chávez. Esta crisis le ha permitido desarrollar con relativa facilidad una ofensiva que busca, a través del empobrecimiento del pueblo, la destrucción del chavismo, para lo cual cuenta con lacayos de la oposición venezolana, pero también con la incompetencia y debilidad de los autodenominados "hijos de Chávez". Estos aprendices de dirigentes no han querido, o no han podido, estar a la altura para llenar el vacío dejado por el Comandante. Han generado un enorme pesimismo, desconfianza y desmoralización en el pueblo chavista que se siente abandonado, desprotegido y decepcionado.

No obstante, el chavismo aun sigue vivo y la Revolución Bolivariana es la esperanza no solamente de Venezuela sino de muchos pueblos del mundo, pues podría abortar las pretensiones imperialistas, pero tiene que ejecutar un conjunto de medidas, que obviamente, deben empezar por el Golpe de Timón, la nacionalización de la banca y de las importaciones, la eliminación del actual sistema cambiario, el impulso de un verdadero Proyecto Agrícola Nacional, que dinamizaría toda la economía venezolana, (ver: http://propuestaagricolanacional.blogspot.com/


Es urgente comenzar a sustituir el estado burgués por un estado comunal realmente democrático y popular. Esta tarea no debe seguir siendo postergada.

Existen muchos indicios que nos permiten concluir que nuestra revolución está en peligro. Así lo muestran una enorme cantidad de hechos y situaciones que saltan a la vista y hasta el más ingenuo y desprevenido puede darse cuenta. Todo lo bueno que se había logrado con Chávez, a pesar de sus errores en más de una década, se ha ido perdiendo en estos últimos tres años:

- La infame corrupción, burocracia, nepotismo, privilegios, amiguismo, compadrazgo en que viven todos los dirigentes del gobierno y el partido, que incluso son disfrutados por la élite de la llamada oposición, mientras que el pueblo de a pie, el pueblo honesto, el que vive de su trabajo, es marginado y no tiene acceso ni a productos ni a servicios básicos y fundamentales para una vida medianamente digna. El pueblo no es convocado como cuando estaba Chávez. A este pueblo solo lo toman en cuenta para que acuda a votar, pero para nada su opinión, sus preocupaciones, o sus problemas.

- El enorme número de empresas, mas de mil, recuperadas, ocupadas, nacionalizadas o creadas, que en un comienzo fueron ejemplo de gestión socialista y orgullo de sus trabajadores, se han convertido en antros burocráticos donde resalta la improductividad, el nepotismo y la indolencia. Que están en manos del Estado Venezolano y del Gobierno Bolivariano, el cual lamentablemente está plagado de gente con poder para hacer daño, y que sólo se está aprovechando para medrar en las altas esferas, enriqueciéndose y haciéndole servicios a otros intereses transnacionales. Administradas por juntas directivas incompetentes y corruptas, sin ninguna supervisión ni control interno ni externo. Para citar algunas de ellas, podemos nombrar: Lácteos los Andes, Abastos Bicentenario, QUIMBOTEC, una empresa nacional excepcional y de las más importantes en el campo de la química, biología y tecnología, no solo en el país sino en Latinoamérica, Café Venezuela, Café Madrid, Café Fama de América, Pdval, Mercal, Conviasa, Agropatria, Aceites Diana, las empresas básicas de Guayana: SIDOR, VENALUM, ALCASA, CARBONORCA, BAUXILUM, FERROMINERA ORINOCO, MINERVEN, que no pueden producir más de 30% de su capacidad instalada. La falta de mantenimiento, insumos, stocks de repuestos, deudas de pasivos laborales. Todo esto pone en peligro la estabilidad de los miles de trabajadores, la continuidad operativa de las mismas y en consecuencia la producción y la productividad de miles de empresas en todo el país.

- Una gran cantidad de proyectos fracasados o paralizados, entre los que se destacan: Complejo Gran Mariscal de Ayacucho, los ferrocarriles, autopistas, grandes puentes, fábricas de fábricas, Complejos Agroindustriales, petroquímicos, de industrias plásticas, madereros, termoeléctricas, Petrocasa, Algodones del Orinoco. Mención especial merece el Gran Complejo Integral Agroindustrial Socialista José Inácio de Abreu e Lima en la mesa de Guanipa, Con una inversión de más de 700 millones de dólares y la gestión de varios ministros (Elías Jaua, Juan Carlos Loyo e Yván Gil).

- Las reservas internacionales de Venezuela siguen descendiendo. Datos del BCV indican que, hoy la cifra apenas se encuentra en 13.278 millones de dólares, cantidad similar al monto reflejado hace 17 años, cuando inició su gobierno el Comandante Chávez. Las reservas de oro, que se encontraban en bancos extranjeros y que fueron repatriadas, con mucho orgullo patrio durante el gobierno de Chávez, hoy se encuentran nuevamente de regreso al exterior, pero el presidente del BCV, Nelson Merentes, asegura que "esta operación es normal y que ya se han pactado esos contratos con muchos bancos". Según los expertos, del total de los recursos, apenas un 3% son en divisas (en este caso, apenas unos 398 millones de dólares que se denominan líquidas) y el restante es en oro.

Ante este apuro financiero, el Gobierno "piensa que la salida más fácil y rápida" es la demencial explotación del Arco Minero, sin medir las graves consecuencias del inmenso impacto ambiental que se causará con la destrucción de las fuentes del Embalse de Guri, (uno de los más grandes del mundo) y el envenenamiento del mayor reservorio de aguas de Venezuela. La oposición venezolana, sin excepción, también permanece callada ante este horroroso crimen ecológico que se pretende realizar, ¡lo cual la convierte en cómplice!

- Las Comunas, una de las principales preocupaciones de nuestro Comandante Supremo, que encarecidamente, como su propia vida, encomendara a Maduro su atención, se encuentran prácticamente desprotegidas, abandonadas y hasta atacadas no solamente por empresarios nacionales y extranjeros, sino además, por instituciones del estado venezolano como ministerios del poder popular, tribunales judiciales, Fuerza Armada Nacional Bolivariana. El "gobierno bolivariano chavista y socialista", no toma las medidas radicales que se requieren en defensa del Poder Popular y las Comunas en particular. Tal es el caso de las comunas El Maizal, Tamaca, José Pio Tamayo, las Empresas de Propiedad Social Directa Comunal Beneagro, Proletarios Unidos, Alfareros del Gres, parte del motor de producción comunal en Lara, registradas legalmente con toda su permisología necesaria para trabajar, desde los permisos sanitarios hasta los registros municipales, para solo nombrar unas pocas.

- Todas las misiones y grandes misiones, sin excepción, han tenido profundos retrocesos, siendo en la actualidad motivo de frustración por parte de sus usuarios y quienes sirven en ellas a la población.

- La unión cívico-militar que se comenzó a manifestar y fortalecer con el Plan Bolívar 2.000, durante el golpe de estado de 2.002 y el sabotaje petrolero, poco a poco se va debilitando, hasta el punto de que mucha gente mira con desconfianza y recelo a los miembros del Ejército Bolivariano y de la Guardia Nacional debido al fracaso en la protección de las fronteras, al protagonismo de varios altos oficiales corruptos y ciertas preferencias que se observan en las colas diariamente. Algo similar puede decirse de la PNB.

- El pueblo, especialmente el más débil, que era la mayor preocupación de nuestro Gigante, se encuentra a la buena de Dios y de la clase dominante, sin que se vislumbre la posibilidad de aliviarse de esas indignas colas que debe hacer para conseguir lo más elemental de sus necesidades.

¡Tanto en el gobierno, como en la oposición, se burlan del pueblo!

- Los funcionarios públicos, a todos los niveles y en todas las instituciones, que en tiempos de Chávez empezaron a dar muestras de cierta consideración y respeto por el pueblo, hoy en día, tratan a los ciudadanos con desprecio y arrogancia, sin recapacitar que se deben a esos usuarios, puesto que la paga que reciben proviene de la tributación de los impuestos que pagamos entre todos.

- A diferencia del discurso en los tiempos de Chávez, que era sincero, ameno, serio, claro, el discurso político del actual gobierno es flexible, ambiguo, difuso, evasivo, incoherente, amenazante, contradictorio. Se promete que se va a anunciar algo que no se anuncia, se habla persistentemente de una "guerra económica" sin prepararse para el combate y sin embargo se le otorgan los dólares al enemigo para que ataque. Se habla de un "cambio de modelo económico" sin precisar nada, de abandonar el "rentismo petrolero", pero se pretende brincar al "rentismo minero", de un nuevo modelo económico productivo socialista en compañía de empresas transnacionales y a su vez se habla de socialismo. ¿Cómo entender todo esto?

- Para completar el cuadro, el Sistema Bolivariano de Comunicación e Información (SIBCI), liderado por VTV, "el canal de todos los venezolanos", que a solicitud de Chávez, tendría por objeto mantener al pueblo informado y en continua formación, se ha convertido en un sistema de promoción de la cúpula del partido y del gobierno, sin la más mínima participación del pueblo.

Es imprescindible que se abra una investigación total, pues la impunidad, la sociedad de cómplices y la corrupción se ha apoderado del país y lo están llevando al colapso. Los trabajadores, los movimientos sociales, los estudiantes, los gremios, los sindicatos, etc. y el pueblo organizado, deben plantear y exigir que se haga una Auditoría Pública para que los responsables del desfalco a la nación queden en evidencia y si alguna vez hay justicia en este país, paguen por estos delitos.

Es necesario convocar rápidamente a todos los verdaderos revolucionarios antes de que sea demasiado tarde. Que no sea la Plenaria del Congreso de la Patria una oportunidad para consolidar aun mas este secuestro. Tenemos demasiados infiltrados que ponen en grave peligro nuestra revolución popular. El Poder Popular debe evitar que dirigentes del partido sigan desempeñando cargos públicos. Es la principal causa de la corrupción, la burocracia y la ineficiencia. El Poder Popular debe asumir el control de los medios públicos de comunicación e información. Si no se controlan los medios públicos de comunicación e información es imposible hoy en día hacer una revolución. Es la única manera de estar bien informados para poder actuar coherentemente y hacerle contrapeso al capitalismo. Es indispensable fortalecer la consciencia y la organización en los puestos de trabajo, centros de estudio y todos los lugares donde se reúnan grupos por pequeños que sean. Debemos convertirnos en líderes.

¡Solo el pueblo salva al pueblo!

 



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Gilberto Hernández Ortíz

Graduado en la universidad Nacional de Colombia en Licenciado en Ciencias de la educación especializado en el área de Física y Matemáticas Postgrado en Educational Media en la Universidad de North Carolina A&T State University año 1984 - Greensboro, N.C Prof. Jubilado de la Univ. de Oriente (Núcleo Anzoátegui)

 gilnandez@hotmail.com

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