Miroslava una mujer capú

Dentro de ciertas sociedades existen personajes con una extraña situación vivencial que ni siquiera los más estudiosos psicólogos pueden comprender, ni investigar bajo ningún código científico o enfoque patológico: ""es o no es" Y AHÍ ESTÁ EÑ DILEMA.

Miroslava es una mujer que va por ahí. Nunca ha querido formar un hogar con nadie, le molesta la presencia de algo que pueda ser hermoso, suave delicado. Miroslava es una mujer a la que no la seduce lo amable, los respetuoso, lo hermoso. Cuando tenía siete años de edad, vio a su padre pegándole a su madre. Se encerró en su habitación y juró que jamás tendrá un hombre a su lado: Los odió, los envió fuera de su presencia.

Estudió periodismo, porque siempre escuchó decir a su madre que " Un periodista es un escritor rápido, cero metáforas". De manera que para la profesión que elegía no iba a tener que usar nevazucar; todo le venía al pelo, trataría las noticias con odio, con ira, con esa rabia que le sembró su madre a los siete años. Cuando se graduó e iba caminando por el reloj de UUcv, trastabilló y estuvo a punto de caer, pues se había empujado algunos traguitos para sentirse más arrecha que las demás que se dedicaron a dar las gracias, a agradecerle a Dios, a la madre, al padre y al hermanito menor y por supuesto a aquel calvo con cara de zorra que era el Rector de la Casa que vence las Sombras. Deseaba conseguir un trabajo rápido para encaramar sus dedos sobre el teclado y entrarle con ganas a las informaciones.

Por fortuna dieron uno en la casa de un partido político y para su inmensa alegría el partido era de la oposición, o sea come flower, que la vaina era dura contra el oficialismo, como les decían al gobierno aquellas colegas de cejas invisibles, bembas coloradas, exceso de rubor en los cachetes y con el culo tableta y las patas dentro de zapatos de casi veinte centímetros de alto. Una de las cosas que más le alegró es que todas eran groseras, como que si precisamente el periodismo que se nutre de letras, se merecía tal ofensa.

Desde ese día se sintió feliz LA MIROSLAVA. De cada nota de prensa sacaba millones de ofensas contra el gobierno, contra el Presidente de la República, contra los valores de la Fuerza Armada o la Policía: nada servía, todos eran un asco, según la MISROSLAVA. Si escaseaba el aceita ella escribía que igual lo hacia la manteca, si faltaba la margarina ella agregaba en su nota que "la vida para los que les gusta usar este producto para meter algo, se va poner muy difícil, porque no se consigue"

Se adhería a los países de afuera que anhelaban invadir a su patria, escribiendo que "Aquí nada sirve ni siquiera el aire! Todo era un caos según para MIROSLAVA, los hombres del oficialismo fueron los que patentaron el bachaqueo y se dedican en las noches a meter clara chimba a los huevos mediante agujas hipodérmicas. Escribía que la ministra tal tenía mal aliento, que el ministro equis chorreaba sangre de la próstata herida que el ayudante de televisión del Presidente era cegato y no sabía enfocar la cámara.

Para MIROSLAVA nada servía, mas nadie entendía que todo aquello se lo produjo el odio al mirar a su padre pegándole a su madre y que ahora habiendo nacido en el país donde se ganaba la vida arremetía contra éste escribiendo hojas llenas de maldades, hojas lúgubres, contra un gobierno que debido al bajón de los precios petroleros se veía obligado a inventar miles de vainas para que la gente no perdiera la calma en el intento.

MIROSLAVA es cruel, Su hoja de vida ha sido dura, Una vez cuando era adolescente intentó enamorarse de un buen muchacho que conoció en un restaurant, pero cuando vio que el chamo la miraba con deseos sexuales y quiso sobarle una nalga, lo paró en seco: "En mí no logrará saciar tus macabros instintos", le espetó y lo mando a la porra.

Ayer la madre de MIROSLAVA cumplió 70 años. Le hicieron una fiestecita. La señora se echó cuatro cocuy póese buche y se fue de charla: "Hija quiero que sepas el por qué tu padre se marchó de la casa- y dejó caer dos lágrima- MISROSLAVA estaba sorprendida. No quería oír hablar de ese malévolo y casi que intenta hacerla cerrar el pico, pero la pajarita cantó: "Hija perdóname, son flaquezas de la vida, en aquél momento tu padre tenía razón, amor mío…yo, yo me había estado besando en las escaleras del trabajo con un amigo de él, ¿vaya amigo de él? y él me pilló" y se puso celoso….

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Angel V Rivas

Limpiabota, ayudante de pintura, articulista, Productor Nacional Independiente, editor de El Irreverente. Animador del programa Gigantes del Romance, autor del libro Pacto Satánico y poeta en estado de frustración.

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