El título de este lo tomé de portal Yahoo.es de ayer en la mañana, el cual reflejaba una situación de indiferencia de los gremios sindicales ante la necesidad real y verdadera de la clase obrera de verse representada por gente trabajadora y no por saboteadores, holgazanes o vive la pepa y aunque el material periodístico establecía una situación laboral en España, se me pareció mucho a lo que unos cuantos sindicatos en Venezuela practican: La desidia. ¿Qué están haciendo los sindicatos no agrícolas para que el plan de producir todo lo que consumimos en el país se cristalice, tal como lo ordenó el compañero presidente Nicolás Maduro? Nada. Por increíble que parezca pero el tiempo histórico de los sindicatos pasó, debido a que convirtieron en una figura referencial en la historia borrosa y oscura de la patria y del mundo -recuerdan los sindicatos criminales durante la Gran Depresión en los años 1929-1939; estas organizaciones tuvieron la oportunidad de ser útiles a la clase trabajadora, pero que por circunstancias económicas, aspiraciones políticas partidistas personales se aliaron a conspiradores y traidores del pensamiento bolivariano, no es que estoy descubriendo el agua tibia, sino que he notado un relanzamiento de esa figura que me llama la atención -en estos días en que la derecha, la burguesía nacional y extranjera apunta las baterías hacia el presidente Nicolás Maduro- tal como ocurrió cuando en golpe de estado en abril del 2002. Lastimosamente las organizaciones de carácter chavista integradas en Consejo Socialista de trabajadores tampoco han accionado como debe ser, asumo que tras la siembra eterna del comandante eterno: Hugo Chávez, optaron por alejarse como para no hacerse responsable en el rompimiento del legado de gigante de la patria grande, sin embargo estamos a tiempos avanzada, en la clase obrera, la clase trabajadora asuma el rol que la historia patria nos exige, en virtud que los sindicatos solo esperan que los jefes o el papá Estado resuelva todo sin aportar soluciones o presentar ideas para solventar los mil y un problema que se presentan en la dinámica propia de las labores diarias. No quiero mencionar a ningún sindicato en particular, pero hay unos que se llevan los honores de la desidia y la dejadez; si no hay tiza en el aula de clase, el sindicato propone paralizar la actividades académica; sino hay comedor, el sindicato dice: vámonos a las 12 del mediodía; si no hay aire acondicionado integral, el sindicato dice: "todo el mundo para su casa", obviando que hay labores que se realizan sin la necesidad de ese aparato y si no hay internet, el sindicato dice, apaguemos las computadoras. Ah pero les encanta las redes digitales -sociales- para transmitir y escribir cada mentira, para manipular al distraído o al incauto. Como dice el refrán al que le caiga le chupa, es decir que si algún sindicato o miembro de sindicato alguno se siente ofendido, revísese y pregúntese, qué aporte hago para que la empresa o instituto público o centro educativo -escuela o liceo- no detenga sus funciones a pesar de la dificultades, sí en el ejercicio de reflexión certifica que todo debe ser resuelto por el jefe o por Gobierno, es mejor que siga reflexionando hasta que la sensatez haga mella en el accionar. Los sindicatos no agrícolas qué han aportado para el plan de siembra, al programa de los 100 días para la agricultura urbana, por ejemplo, qué han hecho estos grupos de personas para respaldar el proceso bolivariano, revolucionario y venezolanistas, partiendo del hecho que muchos de ellos entraron a la administración pública gracias al chavismo y ahora ni son socialistas, ni son rojos rojitos y menos chavista.