Un burro con cacho está suelto

El Estado venezolano está compuesto de cinco (5) poderes: Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Moral y Electoral. Todos ellos deben propugnar el bienestar de la población de la Nación. Los dos primeros elegidos por votación directa, los otros tres en segundo grado; esta es la forma prevista en la Constitución. El método de la elección no da supremacía a un poder sobre el otro, sino que los cinco en forma coordinada "… tiene como fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante de la paz, …" (Art. 3° de la CRBV, subrayado por el autor del escrito)

A nivel nacional e internacional se oyen comentarios de todo género sobre el futuro de Venezuela, algunos, muy atrevidos, señalan que se está próximo a un desenlace como el de Libia.

Lo único que todo sabemos es que somos, realmente, una verdadera potencia energética, minera (metales, metaloides, no metales y estratégicos) y de biodiversidad.

El imperio necesita para mantener su desarrollo y su pretendido dominio mundial de materias prima de primera calidad, que sean abundantes, próximo a sus centros de consumo y bajos costos y con la asistencia de manos de obra especializadas barata en su producción y manufacturas.

Para eso, localizan/construyen/imponen a hombres a cargos de los gobiernos en los países que entiendan las necesidades de colaborar con ellos (imperio) y a cambio recibirán la amistad, el agradecimiento, dádivas, pero sobre todo la protección de la primera potencia militar, financiera e industrial "por haber colaborado amplia y desinteresadamente" por el país que será el "salvador del mundo".

Hay que analizar la actitud de los poderes del Estado para conocer si se cumple el sentido constitucional establecido en la Fines Esenciales del Estado, y evitar la pugnacidad entre ellos; en el entendido, Venezuela es un país presidencialista y no un país producto de un Gobierno Parlamentario.

La Constitución de la República de Venezuela del 1961, tuvo su vigencia durante 38 años, donde el desarrollo de la persona y el respeto a la dignidad humana estuvo/están cuestionados en todos los órdenes. Esa Constitución fue derogada el 15 de diciembre de 1999 por la voluntad popular y el 20 de diciembre la Asamblea Nacional proclama la nueva Constitución de la República Bolivariana de Venezuela como un Estado democrático y social de derecho y de justicia.

Con el debido respeto a mis lectores creo necesario hacer un ejercicio guerra activa: por favor cierren sus ojos por un momento e imagínense que están en una ciudad, de un país en guerra, recibiendo un ataque militar similar al que recibió: el Vietnam, Irak, Afganistán, Libia, etc., y ustedes y sus familiares son testigos, viendo y sintiendo caer las bombas de racimos, de napal, los cohetes, granadas, metrallas, los soldados disparando a todo a su paso. Alto, ¡¡abran los ojos!!. ¡¡Es una película imaginaria!! Esa sería la triste historia de lo que pasaría en nuestra patria y nosotros seremos testigos de excepción.

Por cierto, las bombas, cohetes, metrallas, etc., no llevan nombres: ni de personas ni de corporaciones, son para los que estén próximos, sus capacidades demoledoras no distinguen: edad, sexo, religión y color; el objetivo final: la destrucción, la muerte.

Los combatientes no son asesinos son solo soldados haciendo lo que le enseñaron. Asesinos son los que los enviaron a la guerra; esos que llamaremos: los instigadores; los que creyeron que aliándose con el imperio era la solución; los militaristas; los ignorantes (burro con cachos) en un análisis profundo lo hizo llegar a la conclusión que de esa forma demostrarían a sus opositores que tenían la razón.

Estoy seguro que ninguno de ellos podrían establecer un gobierno que administre concienzudamente las ruinas de un país, con una población de famélicos y sedientos en la cual cada quien se procura su propio sustento, su propia justicia, que no saben qué hacer ni a donde ir, ni de disponer de los mínimos recursos de subsistencias para protegerse, para resguardarse. Realmente sería más que un acto heroico, solamente el intentarlo.

Llamo a la reflexión de aquellos "líderes" que deben pensar más allá de su nariz; no se requiere ser un pitoniso(a) para saber lo que podría ocurrir, los venezolanos saldrán a defender la patria y los atacantes a bombardearlos.

Dirán, nosotros somos los amos del mundo y los que no obedezca le enseñaremos quien es el que manda.

Piensen que al imperio no le importaría, desde el punto de vista estadístico-militar, la muerte de un millón o más de venezolanos (militares, milicianos, ancianos, mujeres, niños) y de la destrucción total de las ciudades. Se recomienda ver por VTV y TeleSur el programa DOSSIER, con el Prof. Walter Martínez, las escenas de guerra y destrucción en el Medio Oriente, a lo que un ignorante nos puede conducir.

Dirán: "Lo importante es que se liberó a Venezuela". Además Venezuela tiene potencial para salir adelante en un breve lapso.

Los "venezolanos" que le ha sido más fácil ir al imperio a mentir/acusar/desprestigiar/etc. a Venezuela le están dando argumentos suficientes, los cuales manipularán, para acusarnos de país forajido, de narcotraficantes, de asesinos, de violadores de los DD.HH. y de la Carta Democrática, ante la OEA y la ONU. Es la excusa exacta para apoderarse de los bienes que la naturaleza nos dio: pozos petroleros, gasíferos, minerales preciosos, estratégicos, biodiversidad, etc., y no por lo que dicen: que es para liberarnos. Si no tuviéramos esas riquezas nos ignorarían por completo.

¿Es necesario que Venezuela viva algo semejante? Dejo en sus manos el realizar una reflexión profunda a lo allí planteado.



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Pedro Hernández Castellanos

Economista. Docente universitario. Especialista en Finanzas.

 pedrohernandezcastellanos3546@gmail.com

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