No es el título de una novela, tampoco el de un cuento; intento en todo caso justificar una propuesta dirigida tanto al Congreso del psuv, pero también al Congreso de la Patria próximo a instalarse.

Coincido con algunos analistas en que una de las causas de nuestra derrota en las elecciones del 6d, fue la falta de formación ideológica socialista o como otros prefieren llamarla, la falta de conciencia de clase. Esta carencia a mi juicio. es la que hace entre tantas cosas, que no hayamos enfrentado con éxito desviaciones como el bachaqueo en la que parte del pueblo se dedica a estafar a sus vecinos; es la misma que nos inhabilita para colaborar con las acciones de gobierno en el combate contra la especulación, la usura, la corrupción; es también la que nos paraliza para actuar y por ejemplo permitir que las mal llamadas cooperativas bolivarianas para la distribución del gas, se hayan convertido en mafias que controlan esta actividad y que fijan los precios de una bombona de gas de 18 kg en 100 bs (experiencia propia en el llenadero de Santa Cruz, estado Aragua), mientras en los camiones que distribuyen el producto se exhibe burlonamente en su parte trasera, un cartel donde el precio fijado es de 10 bs; y por supuesto, es la falta de conciencia de clase básicamente la que llevó a casi dos millones de venezolanos a abstenerse de votar por los candidatos de la revolución y un número menor pero no menos importante, a votar contra el proyecto revolucionario trayendo como consecuencia lamentable, que hoy tengamos instalada una Asamblea Nacional que nos devuelve, espero que temporalmente y en ese único espacio de poder público, a la época del puntofijismo más rancio.

Sobre la formación ideológica socialista los años de la revolución han sido a mi juicio años perdidos, no porque en la estructura del partido no haya existido nominalmente una coordinación o instancia encargada de esta tarea; nuestro fracaso se debe así lo creo, a que la dirigencia del partido ha descuidado los lineamientos establecidos en el Libro Rojo y otros documentos fundamentales. Mejor dicho los ha obviado claramente al no considerar la formación socialista, como lo establecen estas normas, un requisito de la militancia para optar a cargos de elección popular o a cargos públicos, dando más bien cabida en los procesos de selección de servidores públicos, a prácticas reñidas con el ser revolucionario: amiguismo, nepotismo, corrupción y otras que estamos obligados a revisar en esta difícil coyuntura. De esta manera se ha venido desestimulando así lo creo, la formación del militante.

Dichas así autocríticamente las cosas, la propia Dirección de nuestro partido en todos los niveles, no ha apoyado ni estimulado la formación ideológica socialista y eso debería cambiar de manera inmediata. Mi experiencia como miembro del sistema de formación socialista Simón Rodríguez del municipio Guanare en el estado Portuguesa, me dice que funcionamos como un club de amigos con muchas ganas de hacer, pero sin el apoyo de la estructura partidista. Somos considerados despectivamente como "los intelectuales," "los eruditos", a los para decirlo de alguna manera en una paradoja, todos oyen pero nadie les pone atención. Mucho me temo que en el resto del país esté ocurriendo lo mismo.

No pretendo negar en ningún momento, el gran avance que hemos tenido en esta materia; hoy tenemos sin duda alguna, un pueblo con mayor nivel de consciencia más por auto formación que por nuestra labor partidista; prueba de ello son los 5 millones y medio de votos duros que obtuvimos en las elecciones del 6d.

Como lo dije al principio es un llamado de atención para que dentro de las "erres" que estamos incluyendo en el proceso de revisión en marcha, pongamos la atención necesaria, inmediata, en este importantísimo tema de la formación, con miras a recuperar el espacio perdido y hacer de la revolución bolivariana, por amor a Chávez, a Robert y todos nuestros mártires, el proceso irreversible que debe ser.