Entre la claudicación y el derrotismo

Las dificultades permiten germinar virtudes excepcionales. Cuando vi la película de Lamata (Bolívar, el hombre de las dificultades), tuve la ocasión de captar en su narrativa a un héroe derrotado y sin recursos, es el Bolívar desterrado en Jamaica (1815), época clave en la vida del Libertador. Lamata recrea magistralmente la vivencia psicológica de la derrota del personaje, su imposición a las divisiones entre los revolucionarios del momento y la búsqueda de alianzas para seguir la lucha. Las derrotas empreñan cualidades inusuales, Chávez lo avizoró en 1992 con su mítico "por ahora".

Las derrotas pueden revertirse cuando se asumen por la calle del medio. El "por ahora" del Comandante lo sintetiza: la asume personalmente y elabora un repliegue táctico, no eran necesarios sacrificios adicionales. Los acontecimientos posteriores lo confirmaron. Como dije ya en otra ocasión, "Chávez era un maestro produciendo golpes de timón".

Es este el momento de una devastadora derrota electoral, la más importante sufrida por el chavismo desde 1.998. Como muestra dos botones: perdimos en el 23 de enero (Caracas) y en Miguel Peña (Valencia). Es un deslave electoral cuya consecuencia inmediata es la posibilidad de un referendo revocatorio en ciernes, es decir, se perdería el gobierno.

No se puede comparar lo ocurrido el domingo 6-D con la derrota por la reforma constitucional del 2007. Hoy está en juego la permanencia en el gobierno del chavismo, eso nunca sucedió con Chávez en ningún proceso electoral. Esto no lo he oído en ningún discurso oficial del gobierno o del GPP. Tal vez quien lo ha dicho difusamente ha sido Bernal: "el chavismo nos dio una lección, el pueblo no nos traicionó". Ello enfoca las responsabilidades hacia donde debe ser, los gestores de la acción gubernamental y los dirigentes políticos del PSUV y sus aliados.

"Tiene que venir una nueva de la Revolución Bolivariana con una nueva calidad de la política que hacemos en el liderazgo de base, en los liderazgos intermedios, en las responsabilidades públicas altas, en los líderes de los partidos, movimientos políticos", dijo en la madrugada del 7-D, el Presidente Maduro. Ese mismo día, en la noche, realizó un anunció importante: "Hemos aprobado una metodología para estimular el debate creador para la acción revolucionaria rectificadora, sin chantaje. Aquí nadie puede venir a erigirse como el tribunal de opinión y de línea revolucionaria más puro que los demás, nadie, llamo a la humildad, empezando por mí". Para ello ya se ha convocado a los delegados del Congreso del PSUV (900) y a los secretarios generales de los partidos del GPP. Es decir, se oficializa el debate en el chavismo para revisar las causas de la derrota.

Desde su constitución en agosto de este año, el Grupo Pensamiento Crítico (http://grupopensamientocritico2015.blogspot.com) ha venido impulsando espacios para el debate sobre los derroteros de la Revolución Bolivariana, hemos realizado eventos en Valencia, en nuestro Blog aparecen regularmente reflexiones al respecto. Tomamos la iniciativa de proponer un "voto crítico por el chavismo", en fin, hemos alimentando espacios para la reflexión de las debilidades y fortalezas del proceso de transformación que vive Venezuela desde 1.999 y planteado la necesidad de hacer los correctivos necesarios.

Sabemos que la oposición no ganó políticamente el 6-D, su verdadero rostro fue desdibujado por un jingle que mercadeó el cambio y logró capitalizar el descontento del pueblo frente a una gestión gubernamental que no ofrece alternativas a la crisis económica y ética que vive la sociedad venezolana. Los vaticinios de Schemel se cumplieron, ganó el descontento como escribe nuestro amigo Ezequiel Aranguren. Es tan evidente el asunto que Ramos Allup lo admitió públicamente, tal vez porque ni el mismo hizo campaña electoral en su circuito.

Es una derrota trascendental que podría ser circunstancial, depende de cómo se asuma. Leía en algún artículo que los activistas del 1x10 votaron por la oposición, que muchos de los que recibieron vivienda también lo hicieron, asimismo los que van a comprar a los "mercal a cielo abierto", los que recibieron tablets, las madres y padres de los niños que tienen las canaimitas y los ciudadanos que forman parte de los más de 36.000 consejos comunales. Profunda la derrota, profunda la reflexión sobre la misma. No vale hacer como el avestruz.

Me pregunto, ¿es suficiente con los delegados del Congreso de PSUV?, ¿debe quedarse en la reunión de los dirigentes del GPP? ¿Hasta qué profundidad debe horadarse para llegar a los afectados por este deslave descomunal?

Sólo el pueblo puede salvar al chavismo, nadie más. Debemos reinventar un 13 de abril en el 2016, no queda otra opción. Sólo con una discusión amplia de todos los sectores que se identifican con el legado del Comandante Chávez es posible reconstruir la alianza histórica que pudo derrotar al neoliberalismo en Venezuela durante 17 años.

Los representantes de la burocracia inepta y corrupta buscarán un debate gatopardiano para seguir con su agenda de prebendas y cohechos que tienen en jaque al chavismo de a pie, los enchufados no cederán sus espacios sin dar batallas. Pero el otro extremo es igual de peligroso: la crítica radical sin presentar alternativas, eso que se llama derrotismo.

Por ello el Grupo Pensamiento Crítico propone:

a) reconocimiento crítico de los resultados electorales informados por el CNE, junto al sistema electoral automatizado, b) en el debate que viene se debe insistir en las 3R en el chavismo, hasta a exigir el cambio del gabinete económico, por lo menos, por apreciar que fue la errada política económica la causante determinante de la derrota, c) exigir un plan legislativo para retomar las funciones propias del parlamento (legislar y contraloría) desde los distintos sectores sociales, d) llamar a la estabilidad política y al respeto de la Constitución; e) exigir/proponer un plan económico de emergencia para la crisis económica actual y f) defender los avances sociales, políticos y económicos que la revolución bolivariana ha instaurado a partir de 1.999.

No es hora de seguir el sendero de la claudicación que ha seguido la burocracia que está enterrando al socialismo en Venezuela, tampoco de un derrotismo sin alternativas. Es hora del debate productivo. Sigamos adelante.



 



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Nelson Suárez

Docente/Investigador Independiente (Literaratura, Ciencia, Tecnología y Sociedad)

 suarez.nelson2@gmail.com

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