Yo caminé y he caminado miles, millones de kilómetros por toda Venezuela, detrás de Chávez, cerca de Nicolás, aupando a Alí Primera, lanzando una Molotov sobre la camioneta donde iba el criminal Melluzo, un italiano sapo de AD allá en Monte Piedad.
Me emocioné con la traidora Soledad Bravo, lloré el vil asesinato del profesor Lovera, la tortura a Jorge Rodríguez, el ahorcamiento del periodista Fabricio Ojeda, dormí dos noches en la facultad de farmacia de la UCV cuidando unos niples que se quedaron fríos y fueron a caer al Guaire.
Me "enconché" en los 60 cuando un sapo del 23 de Enero me delató y que por "guerrillero urbano" y el Sifac me buscaba para darme jamón con salmuera. Yo me calé toda la bulla de aquellos revolucionarios de los 60 el Mayo Francés de Jean Paul, percibí la coba literaria del papá de "coromotico" y el escandalo lleno de bacterias de quien con el tiempo fue el Alcalde de Chávez Alfredo Peña.
En fila, ocultándonos, cuchicheando los "revolucionarios" juveniles de los 60-80. No entendíamos muy bien; pero anduvimos, noche y día, chupando gasolina, corriendo por unas escaleras, escuchando el llanto de la mamá de un camarada: "Coño me le arrancaron una oreja, coño e la me, lo dejaron manco, coño no ve por ninguno de los ojos, y ¿verga carajito, mataron a Alberto Ruda Mezzones y nos fuimos llorando subiendo la escalera de El Calvario. Vimos a los esbirros de Ledezma Lucas Pérez y Tarzán derribando las puertas de los apartamentos del 23 "pa sacá a esos coño e madres muertos o vueltos mierdad"
Chávez siempre recordó eso. Chávez simpatizaba con esa izquierda, pero Chávez no era comunista. Chávez entendía que el meollo de la lucha de los pueblos solo tiene un lado: ¡ la izquierda! Y si usted no es de izquierda, usted es un fascista.
Bien después de recordar todas esas proezas que uno mismo realizaba porque no era obligado, sino porque ,coño e la me, esa vaina daba arrechera, ahora después de muerto Chávez, salen los peregrinos de la cuevas milenarias que nunca hicieron un carajo por NINGUNA REVOLUCIÓN a decir en tumulto: SE ACABA LA EL CHAVISMO. Los genios, que al igual que los comentaristas de fútbol se la saben toda, pero no saben un carajo. Repiten la misma miasma: "Creo que el pana equis tienen razón, Chávez fue traicionado" Y por ahí se van como fila de sepultureros caminando por el medio del mundo. Un día llegarán a otro lado y volverán a repetir la ídem mierda; "Creo que esta generación se equivocó, creo que el actual gobierno tiene que buscar a Adán Smith, la economía dice que si no hay "entrada no puede haber salida "son genios, sacan cuenta y gritan que un teorema es una verdad incomprobada y que la suma de los catetos si no es igual a la de la hipotenusa, es porque "en vez de ser cateto, es cafeto", ¡ No me la jodan!
En mis viajes detrás de Chávez, nunca vi a ninguno de esos que abren los dedos acamburados para escribir en las páginas que todo lo aguantan; "The revolution, sefiní", no me la vuelva joder. Tantas veces me pregunté ¿será ese el único liqui- liki que tiene Cristóbal Jiménez? Pero éste volvía a cantar en otra plaza y yo paseaba mi vista desde los alto y NUNCA VI A NINGUNOS DE ESTOS OPINADORES de ¡clasificados! de prensa amarillista verde nace donde quiera. Imagínese usted a Fidel Castro, Camilo Cienfuegos, el Che Guevara y a otros revolucionarios, entre ellos las decenas que conformaban las guerrillas escribiendo pajas en miles de teclados, mientras éste ensalza a éste y el de más allá ensalza al otro, ¡no fuña! LAS REVOLUCIONES las escriben los pueblos carajo. Nicolás Maduro es el guía ¿O es que tienen miedo de perder y están agarrando piedras…¡Nunca han tenido bolas: sólo lápices!
