Acerca de las impugnaciones realizadas a los candidatos para formar el nuevo CNE

¿Tuvo sentido la impugnación a los postulados al CNE?.

Quienes esto suscriben, junto a muchos otros ciudadanos que atendiendo a la convocatoria realizada por el Comité de Postulaciones a Rectores del CNE de impugnar las candidaturas que no consideráramos idóneas para el ejercicio de la función pública como posibles rectores electorales, hemos visto con estupor, con rabia, como la mayoría “elegibles” preseleccionados por esa Comisión fueron impugnados por diversas razones sin que hasta la fecha tengamos elementos que nos permitan evaluar por qué nuestra participación fue “ninguneada”.

En nuestro caso particular, y haciendo uso del derecho que nos da la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, solicitamos la impugnación de la ciudadana Orietta Caponi de Díaz, por considerar que los hechos, actos u omisiones generadores de responsabilidad administrativa en su condición de Rectora de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), que supuestamente condujeron a su destitución del referido cargo y denunciados en diversos medios impresos, ameritaban una investigación, máxime cuando la referida ciudadana fue postulada por el Poder Moral.

No conocemos a la profesora Caponi, así que mal pueden endilgarnos odios viscerales. Usted sabe, profesora que nosotros, trabajadores universitarios de la UCV, no tenemos nada en contra ni a favor suyo. Nos movió, repetimos, la responsabilidad ética que debe tener cada habitante de este país para que se respete la Constitución y se designen a sus mejores hombres y mujeres para el ejercicio de la función pública. Decíamos, incluso, en nuestra solicitud, que no se considere la postulación de la ciudadana Orietta Caponi hasta tanto no se aclaren esas noticias incriminatorias aparecidas en distintos diarios de circulación nacional. Es decir, confiando en que los órganos de poder ciudadano, rompiendo con el silencio administrativo, se dediquen, como deben hacerlo, a abrir una investigación que arroje elementos de convicción acerca de su actuación al frente de la UBV. Actuación que, incluso, arroje elementos en descarga del honor de la citada ciudadana si ese fuera el caso.

Pero no sólo eso. En el Comité de Postulaciones descansa una voluminosa carpeta de recaudos que pacientemente nos dedicamos a recopilar y copiar donde ciertamente existen elementos que exigen una investigación sobre los manejos administrativos de la UBV, antes, durante y después de destituida la profesora Orietta Caponi.

Quienes creemos en el derecho a la participación, al protagonismo; quienes dimos una lección al mundo los días 11,12 y 13 de abril del 2002, demostrando que Sólo el pueblo salva al pueblo, tenemos un sabor amargo en la boca. Todavía estamos esperando a que alguien se digne informarnos, como lo hicieron para convocarnos, cuáles fueron los criterios que privaron para esta selección preliminar.

Pero más allá de la obligación del Poder Ciudadano de aclarar las dudas razonables existentes acerca del ejercicio de la señora Caponi al frente de la UBV, nos preocupa que en este pueblo, rebelde y soñador, anide la sensación permanente de que nuestro concurso se solicita sólo para cubrir formalidades; para llenar de palabras vacías el verdadero ejercicio de protagonismo; para ponerle “carne” (muy magra por cierto) a actuaciones impuestas desde arriba por algunos sectores que persisten en seguir conviviendo con prácticas cuarto republicanas de cogollos. Nos preocupa que durante este proceso de cambios que vive el país se impongan los que siempre desgobernaron en el país.

Porque vamos a estar claros, la práctica adeca de gobernar y de concebir el poder no tiene que ver solamente con la boina blanca. Es reaccionario y actúa contra el pueblo el funcionario público que no atiende a las exigencias para las cuales fue nombrado o elegido. Es reaccionario y atenta contra la revolución el Alcalde, Gobernador, Diputado, Concejal que descuida sus obligaciones y favorece el desarrollo de corruptelas. Es traidor quien en desmedro del soberano, favorece y aupa el nepotismo, despotismo y otros ismos que tanto daño nos hacen. Pero también es poco ético el funcionario que sabiéndose objeto de sospechas, fundadas o infundadas, acude al llamado de órganos del Poder Ciudadano a poner su nombre para seguir ejerciendo cargos públicos sin antes solicitar una investigación que lo libere de esas sospechas.

Desde este espacio de participación, que todavía quedan muchos, queremos recordarle a los miembros de la Asamblea Nacional que tienen un deber moral, una obligación con los millones de votantes de este país. Ustedes fueron elegidos para ser la voz de los sin voz, la conciencia de este pueblo. No pueden ceder a presiones ni componendas de derecha o de izquierda para torcer el destino de esta Patria Grande. No pueden, con sus decisiones, fortalecer el sentimiento de frustración que nos amenaza cada vez que sentimos nuestros derechos vulnerados. Así como no aceptamos presiones ni chantajes de Súmate y de los golpistas, debemos hacerle frente a esa “derecha endógena” que nos amenaza y busca arrinconarnos desde diferentes espacios. Señores Diputados, ustedes tienen la palabra. Cumplan con el papel para el que los elegimos.


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Ana Teresa Gómez/Carlos Granado


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