Hablando de la Clase Media

La Clase Media no existe, tengámoslo claro. Lo que sí existe, es una pequeñísima Clase Explotadora y una gigantesca Clase Explotada. Se pertenece a una clase o a la otra. No se puede pertenecer a las dos, ni dejar de pertenecer a alguna de ellas. No hay término medio entre explotador y explotado. La primera, la Clase Explotadora está formada por la banca mundial, el capitalismo financiero, o clase rentista explotadora y la clase burguesa o burguesía, que es la propietaria de los medios de producción y los grandes monopolios. En el fondo, el capital financiero domina a través del crédito, toda la industria y la burguesía, pero ésta a su vez tiene gigantescas inversiones en la banca, constituyendo en conjunto la poderosa Clase Explotadora. Dentro de la Clase Explotadora están los grandes explotadores (la gran banca internacional, la gran industria farmacéutica, las grandes empresas petroleras, los grandes monopolios) y los medianos explotadores (grandes empresas industriales, comerciales agrícolas, etc.), quienes reciben también el nombre genérico de capitalistas.

En contraste, la Clase Explotada, el proletariado, es en esencia, la clase social de los asalariados, que carece de los medios de producción propios y que por lo tanto debe vender su fuerza de trabajo para sobrevivir. Es decir, el proletariado es aquella clase surgida con el capitalismo y sus transformaciones, que es responsable de la producción y valorización de mercancías. Es la clase oprimida o explotada en las relaciones sociales del capitalismo. No significa esto que el proletariado sea la única clase explotada. También es explotada la pequeña burguesía, entre los que se cuentan los pequeños o medianos industriales y los pequeños o medianos comerciantes, o sea los que no forman parte de los grandes monopolios. Pero la más numerosa y por lo tanto, la única capaz de cambiar las cosas es el proletariado. Es claro que todos los que pertenecemos a clases explotadas deberíamos unirnos en un solo bloque para luchar contra la clase explotadora y no andar dispersos creyendo pertenecer a una clase intermedia que no existe sino en la imaginación.

La explotación del mundo entero por parte de la clase explotadora, permite que exista un proletariado con salarios altos en algunos países industrializados, que consumen los productos fabricados en los países pobres y que no protestan mucho. La explotación de lo que falsamente se ha venido llamando tercer mundo es lo que permite que los proletarios del llamado primer mundo vivan un poco mejor y tengan vivienda, televisor, carro, computador, etc. Los capitalistas les hacen así partícipes de la explotación de los países expoliados, la mayoría de las veces con la complicidad de sus propios gobernantes. Pero esto no significa que dejen de ser proletarios. Simplemente gozan de mejores condiciones que los proletarios del país sometido a este abuso. Esto nos explica de alguna manera la diferencia de las condiciones entre unos proletarios y otros. Si existe un proletariado con un nivel de vida relativamente acomodado en una parte del mundo, se debe a la flagrante explotación por esa parte del mundo, a la otra.

La clase explotadora es un reducido grupo, cada vez más pequeño, menos del 1% de la población mundial, son los que tienen más de 10 millones de dólares, (unas 700.000 personas! =0.01%), y que ya están pensando aislarse en "ciudades ideales", dotadas de todos los lujos y comodidades inimaginables, protegidas de cualquier perturbación que pueda ocasionarles el resto de la población, y los fenómenos naturales, rodeadas por gigantescos muros. El resto de la población, ( el 99,99% restante) que se las arreglen como puedan!. Que resuelvan sus problemas de contaminación, pobreza, salud, alimentación, superpoblación, inseguridad. Así es el capitalismo!.

La historia de la humanidad, es la historia de la lucha de clases. La lucha entre unos opresores y unos oprimidos. Los capitalistas niegan la existencia de opresores y oprimidos. Claro, ellos son los opresores!. Para ellos, los términos "burguesía" y "proletariado" están pasados de moda. Decir que en el capitalismo no hay proletarios es negar la misma existencia de la opresión; es casi como decir que todos somos "ciudadanos" e "iguales".

El término Clase Media es absurdo. No se puede concluir que un salario "medio" de 2.000, 3.000, o 5.000 dólares permita definir una clase social, como "media". Y si tenemos en cuenta la renta de los grandes capitalistas, con mayor razón, (un multimillonario gana en un minuto muchiiiiiisimo mas de 5.000 dólares!). Establecer categorías sociales en base al salario (alta, media, baja) es completamente ridículo, pero parece que satisface a ese grupo de personas que perteneciendo al proletariado se autodefinen como clase media.

Proletario no significa ni "pobre" ni "humilde". Significa la clase que vende su fuerza de trabajo. Antagónica al capital bancario y productora del valor de las mercancías. Que su salario en determinado momento y lugar sea más o menos alto no le exime de pertenecer a la clase explotada. Sin embargo, en muchos países como Venezuela, suele hablarse de una clase media, que forma parte del proletariado y que como hemos visto, es más bien producto de la imaginación. Esta denominada clase media, la conforman pequeños y medianos empresarios o comerciantes, pequeños propietarios y pequeños explotadores, profesionales universitarios, periodistas, artistas, militares, gerentes de bancos y empresas y un gran sector de asalariados con mediana capacidad económica. Éstas no son, por supuesto características exclusivas de la clase media venezolana, sino más bien de muchos países latinoamericanos. Suelen medir la importancia de las personas fundamentalmente por sus riquezas materiales, fincas, casas, autos, lanchas, uso de Black Berry, tarjetas de crédito, ropa de marca y demás bienes de consumo, viajes realizados. Admira y envidia a la clase explotadora a la que trata de imitar adquiriendo artículos costosos. Acuden a buenos restaurants,

gastan el dinero para aparentar tener más de lo que tienen, pretenden así estar más cerca de la clase explotadora, se endeudan fácilmente, lo cual muchas veces los aleja aún mas de esa clase dominante, a la que pretenden alcanzar. Su estado de ánimo se caracteriza por una sensación de fastidio con lo autóctono y lo criollo. Prefieren las costumbres, música y productos importados a lo producido en su país y especialmente si provienen de Estados Unidos. Desdeñan la historia, la geografía y temas ajenos a su actividad laboral o pasatiempo favorito. La lectura de un libro completo les parece una actividad muy aburrida, pero están convencidos que con el uso del celular se enteran de todo lo que es importante.

Piensan que lo que les suceda a los otros no los afectan, menos le importan, por eso siempre buscan imponer sus ideas; estiman que las ideas de los demás no sirven, especialmente si son más pobres. Son egoístas, no les gusta compartir sus pertenencias.

Saben muy poco de política, menos de ideología, pero les encanta hablar de eso en las reuniones sociales, especialmente comentando anécdotas de los personajes resaltantes. Adoran la tecnología, el consumismo y en general los valores del individualismo. No les preocupa el agotamiento de los recursos naturales, la contaminación del ambiente, el recalentamiento de la Tierra, el destino de las futuras generaciones. Constituyen un gran sector de la sociedad de consumo, que es la sociedad atrapada en la espiral del consumismo y la publicidad, pues el consumismo alimenta la ficción de igualdad con la clase explotadora. La publicidad emplea todo tipo de armas de propaganda, fomenta variedades de crédito y endeudamiento, dicta modas, establece pautas de consumo, ridiculiza a quien no sigue dichas pautas. Todo con el objeto de alimentar la ficción de igualdad con la clase explotadora.

Detestan a los pobres y son poco solidarios con ellos: los ofenden, humillan, desprecian, porque son flojos, vagos, ignorantes y más aun si son socialistas. Adversan la revolución y confundidos en lo ideológico se consideran más próximos a los oligarcas y burgueses y se ofenden cuando un gobierno habla en nombre de los pobres. No entienden que los cambios sociales que defiende la revolución socialista a ellos los favorece. Sólo nos basta preguntarnos, en quién y en dónde está realmente la ignorancia?.

Recordemos a Mario Benedetti y su poema a la Clase Media:

 

Poema a la Clase Media

Clase media
medio rica
medio culta
entre lo que cree ser y lo que es
media una distancia medio grande

Desde el medio
mira medio mal
a los negritos
a los ricos
a los sabios
a los locos
a los pobres

Si escucha a un Hitler
medio le gusta
y si habla un Che
medio también

En el medio de la nada
medio duda
como todo le atrae
(a medias)
analiza hasta la mitad
todos los hechos
y (medio confundida)
sale a la calle con media cacerola
entonces medio llega a importar
a los que mandan
(medio en las sombras)
a veces, sólo a veces, se da cuenta
(medio tarde)
de que la usaron de peón
en un ajedrez que no comprende
y que nunca la convierte en Reina

Así, medio rabiosa
se lamenta
(a medias)
de ser el medio del que comen otros
a quienes no alcanza
a entender
ni medio

 



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1993 veces.



Gilberto Hernández O.

Graduado en la universidad Nacional de Colombia en Licenciado en Ciencias de la educación especializado en el área de Física y Matemáticas Postgrado en Educational Media en la Universidad de North Carolina A&T State University año 1984 - Greensboro, N.C Prof. Jubilado de la Univ. de Oriente (Núcleo Anzoátegui)

 gilnandez@hotmail.com

Visite el perfil de Gilberto Hernández Ortíz para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: