Mi hijo menor me comentó hace dos días, que vio un video de un camión que transportaba harina, el mismo tuvo un accidente en un estado central de Venezuela y el chofer resultó herido, lo increíble de esta odisea es que aparecieron unos zombis venezolanos que en vez de comerse al chofer solo decidieron agarrar las bolsas de harina que llevaba el vehículo, asombrosa aventura que debió haber vivido este señor al ver esta manada de caminantes que nunca se sabe de dónde salen semejantes criaturas errantes. Por alguna razón este hombre se salvó y deduzco que su familia aún debe estar orando por ese milagro de no haber sido consumido por estos cadáveres con forma humana. En lo particular me he puesto a pensar que si el caballero que vivió este evento por los degenerados muertos vivientes o será mejor ¿vivientes muertos? bueno, cualquiera de los dos nombres les queda bien y con esta historia que seguro se ha estado repitiendo en diversas latitudes del país, se me ha ocurrido imaginarme que de andar con mi familia por algún lugar o camino de mi amada Venezuela me gustaría tener en el maletero del carro en vez de maletas con la ropa de mis seres queridos, unas cuantas bolsas de leche, azúcar, papel higiénico y artículos llamativos para desviar la atención por si se presentan estos desmembrados y ser otro testigo que se salvó con su familia de algunos humanos convertidos en zombis.
De verdad, lo que han hecho los laboratorios especializados del norte haciendo numerosos experimentos para ver tantas mutaciones en la gente de mi Patria, es una disociación sicótica que están presentando tantos venezolanos sin importarles las consecuencias devastadoras en la ciudadanía, una enfermedad creada por grandes transnacionales develadas desde hace algún tiempo, ya que hay diversas historias conocidas por documentos desclasificados y antes de desclasificar que han salido a la luz pública mundial y pare de contar, pero acusan a la revolución y a quien la dirige en estos momentos y por consiguiente a la mayoría que lo eligió, como los únicos culpables.
Esta crisis que estamos viviendo ha logrado desesperar a muchos seres humanos que se han transformado en los hambrientos y sedientes de lo que se atraviese en sus vidas, espero que no empecemos a comernos de verdad, aunque gracias a este gobierno revolucionario que ha garantizado la soberanía alimentaria de acuerdo al artículo 305 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y lo que preocupa más aun a los que gobiernan y dirigen estos laboratorios que fabrican virus para inocularlos en nuestra población, es que uno de los antivirus llamado FAO ha reconocido varias veces a escala mundial que Venezuela cumplió desde el 2007 con la "Meta del Milenio", cuando era para el 2015 y que ni siquiera se lo esperaban.
Así como estas historias de zombis hay muchas otras, ojala que el obrero mayor de Miraflores junto a los especialistas y el pueblo que aún no ha sido contaminado, logremos aportar y conseguir la fórmula más adecuada del antivirus que funcione lo más pronto posible y esa caterva famélica deje de tener desesperación por quitarle lo que otros tienen.
Dios nos agarre confesados si llega el apocalipsis y si llega, debemos defenderlo a como dé lugar y se es posible con nuestras vidas, porque la supervivencia es de los que han fabricado estos virus, de nosotros es, saber vivir.
Nuestro legado… también es sagrado
